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ANÁLISIS CLÍNICO DE LA LABOR MÉDICA


Enviado por   •  2 de Marzo de 2013  •  1.634 Palabras (7 Páginas)  •  475 Visitas

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ANÁLISIS CLÍNICO DE LA LABOR MÉDICA

Por Mayra García Aguirre

“La asistencia médica se funda en el principio de filantropía o del amor a la humanidad, y la virtud del médico es la caballerosidad, el ser bello y bueno, noble u hombre de bien.” (Juramento Hipocrático, Monografías.com)

En el transcurso de mi vida he experimentado algunas experiencias relacionadas con la labor médica, las cuales me han motivado a escribir estas reflexiones que tienen que ver con la pérdida del valor del “JURAMENTO HIPOCRÁTICO”.

Mi primera experiencia funesta, que ha marcado toda mi vida y la de mi hijo, fue cuando tenía 20 años y esperaba a mi primer bebé, con todo el entusiasmo y amor de una madre primeriza. Recuerdo que mi labor de parto comenzó a las 4 pm de un 4 de mayo de 1980, y me dirigí al Hospital “Velez Páiz”, en donde me examinaron y me dijeron que esperara, porque aún faltaba. Comencé a caminar de un lado hacia otro, para hacer ejercicios y apresurar el parto. A eso de las 6 pm., se me reventó la placenta y me dirigí nuevamente a Emergencia y les dije, y me respondieron que aún faltaba. Recuerdo que los dolores eran insoportables, pero los médicos con indiferencia me decían que aún no era tiempo. Mi madre desesperada al verme sufrir se les metió en la madrugada y les reclamó por la falta de atención y fue cuando me metieron a sala de labor y parto y me indujeron un parto forzoso, con fórceps, porque debido a mi estrechez pélvica yo no podía tener un parto normal y ellos se negaron a realizarme un cesárea para garantizar la salud de mi hijo. Resultado de esa negligencia médica un hijo con retardo mental severo, múltiples lesiones cerebrales, síndrome de hiperquinesia, etc. Cuando tenía 11 años el MINSA me lo envió a la hermana República de Cuba en donde me diagnosticaron Síndrome de Lennox Gastaut.

Ha sido una tarea difícil el luchar contra todas las características de esta enfermedad. En cuba me lo pudieron controlar un poco con la prescripción de seis medicamentos. Carbamezepina de 200 mg, Fenitoina de 100 mg, Tioridazina de 100 mg, Diazepán de 10 mg y Fenobarbital. Garantizarle todo este medicamento a mi hijo ha sido difícil, porque además de que ha sido escaso es muy costoso y si me pongo a narrarles toda la travesía de esta hazaña, jamás terminaría de escribir. Tan solo les contaré una para que tengan una idea y la cual tiene que ver con mi segunda experiencia negativa de la labor médica:

En el Hospital de Salud Mental casi nunca había medicamento, pues es mucha la demanda que tienen, pero en el Centro de Salud Aledaño, siempre había en existencia y es por eso que decidí llevarlo a consulta allí para garantizarle la medicina. Pues resulta que cada vez que se llevaba a consulta tenía discusiones con el médico (médico general, porque no hay neurólogo, ni psiquiatra), porque decía que era demasiado medicamento lo que el niño tomaba aún explicándole que con esa medicina es que en Cuba me lo habían podido controlar, y haciendo caso omiso, cada vez me le eliminaba más y más medicamentos, razón por la que acudí a la Dirección a poner la queja, pero el médico en una forma de revancha me envió a un medio de comunicación aduciendo que yo tenía a un hijo enfermo en condiciones deplorables y encerrado y que sufría de maltrato. Cuando el medio se presentó a mi casa, se dio cuenta que nada era cierto y más bien me propusieron que denunciara al médico por lo mal que estaba haciendo su labor y en ese entonces yo no quise, porque me dio pesar. Bueno y regresé al Hospital de Salud Mental a que por lo menos me garantizaran las recetas para poderlos adquirir en cualquier farmacia.

Quienes estén leyendo este escrito se preguntarán, por qué no va a “Los Pipitos” si se supone que este organismo está para atender a personas con discapacidad? Mi hijo estuvo afiliado esta organización durante 6 años, yo tengo hasta un diploma de madre enlace de la comunidad, pero era cuando la vida no era tan difícil y solamente trabajaba en un Instituto y me quedaba un poco de tiempo para dedicarlo a la red de personas con discapacidad, luego cuando tuve que trabajar en dos instituciones ya no me quedaba tiempo y me fui desligando y un día que me presenté a solicitar ayuda con las medicinas (y esto que compradas, porque de regalado no dan nada, es cierto que a más bajo precio, pero al fin y al cabo compradas), la respuesta que obtuve fue de que solamente atendían a las personas que trabajaban de forma organizada. ¡Qué horrible ¡

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