ANALISIS CRITICO SOBRE SOCIOCOTIDIANOLOGÍA Y REFLEXIONES SOBRE LA INDIFERENCIA CONTEMPORANEA

Cuando hablamos de cotidianidad social y que lo cotidiano se hace costumbre, no solo nos estamos refiriendo a lo negativo del asunto, simple y llanamente en nuestro país nos encontramos en un punto insostenible en donde la sociedad está marcada por factores cualitativos, no de un estado, ciudad, pueblo, urbanización o familia, sino de cada individuo.

Tanto nuestra educación, como el núcleo familiar carecen de herramientas para erradicar este tipo de situación (paradigmas reinventados o modificados a través del tiempo).

Bien lo menciona Alejandro Moreno en su Libro el Aro y la Trama “Estamos sumergidos en un desencuentro estructural que atraviesa de parte a parte la realidad venezolana: el desencuentro entre proyecto de sociedad y el proyecto relacional del pueblo. Este último no es un proyecto elaborado en términos de razón, sino un proyecto constitutivo del mundo de vida popular, intrínseco a la vida que el pueblo vive. Este desencuentro puede llegar a convertirse en encontronazo de imprevisibles consecuencias”(p.480).

Si bien es cierto que las políticas empleadas por el gobierno en cuanto a educación, seguridad, salud, etc, no son las apropiadas o convenientes, basadas en una realidad inexistente, también es cierto que dentro de nuestros hogares existe una enorme apatía por rescatar valores y principios morales que la situación de nuestro entorno ha tomado abruptamente nuestra idea principal, “vivir en familia” (Sociedad).

Tal es el caso de familias donde no existe la figura paterna y los hijos son criados por terceros y en el mejor de los casos por la Abuela, al respecto Moreno dice: “La madre-abuela, entonces, asumirá sin mayor problema el cargo de madre para dos generaciones (y hasta tres). La madre nunca termina, ni tiene límites en el tiempo o en el espacio”(p.440).

Aunado a esta situación nos encontramos con lo que definimos como Generación 2.0, en donde el supuesto control de los padres en la educación de los hijos se ve comprometido y aun más lejos, ya que los muchachos llevan consigo cuales kamikazes, un sin fin de informaciones en sus dispositivos móviles de música, video o de telefonía celular, estas informaciones que sin duda alguna marcarán el camino a seguir el resto de sus vidas, las cuales necesitan ser orientadas por un adulto, pero por el fácil acceso es casi imposible controlar y es interpretada y utilizada por los jóvenes.

De igual manera los géneros musicales y estilos de musica son totalmente violentos y vulgares lo que remarca e intrínsecamente refuerza una conducta agresiva y violenta en nuestros jóvenes.

A pesar de que los entes gubernamentales han aprobado leyes como la ley RESORTE para disminuir la violencia, delincuencia, embarazo precoz, etc, el problema conductual no parte de allí, sino de los valores y principios que inculquemos en nuestros hogares, de nada vale que en el colegio les enseñemos a los jóvenes el respeto por los demás, si cuando llegan a sus casas, observan como sus padres e incluso las madres maltratan verbalmente a cuanta persona viva en el hogar y en muchas ocasiones físicamente, esto genera en ellos un impacto psico-social ya que además de ello observan como en sus calles, veredas o cuadras existen enfrentamientos, venta y distribución de drogas entre otras cosas.

Estas costumbres cotidianas nos hacen ver que este tipo de situaciones son normales y que si de pronto vemos una niña de 13 embarazada, no es culpa de la madre, ni mucho menos de la niña, simplemente es culpa de la sociedad en que vivimos, como si no formáramos parte de ella.

Por otro lado Michel Maffesoli en su libro El Tiempo de las Tribus nos dice: “No tengo la intención de abordar aquí frontalmente el problema del individualismo, pero a menudo hablaré de ello a contrario. Lo esencial es indicar, describir y analizar las configuraciones sociales que parecen sobrepasarlo; a saber, la masa indefinida, el pueblo sin identidad o el tribalismo como nebulosa de pequeñas entidades locales. Se trata, por supuesto. de metáforas que pretenden acentuar ante todo el aspecto confusional de la socialidad, siempre la figura emblemática de Dionisia. A título de ficción, propongo hacer "como si" la categoría que nos ha servido durante más de dos siglos para analizar la sociedad estuviera completamente saturada. Se dice que la realidad supera a menudo la ficción, intentemos, entonces, ponermos a la

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