Análisis Del Proceso Grupal

Análisis del Proceso Grupal

A la luz de la teoría estudiada y presentada en este trabajo, ofrecemos un breve y limitado análisis del Proceso Grupal vivido durante apenas cuatro encuentros entre los individuos pertenecientes a la Especialización Dinámica de Grupos, del período 2011-II.

Denominar grupo a este agregado de personas, hasta este momento no es válido, podríamos aproximarnos a ciertas características y presumir que puede clasificarse según lo abordado por los autores estudiados. Sin embargo, luego de esta aclaratoria y para efectos del análisis lo llamaremos grupo.

En primer lugar y según la clasificación podemos decir que este es un grupo secundario puesto que su aproximación no responde a lazos afectivos, es formal y estructurado puesto que responde a un carácter institucional, existen normas preestablecidas y el rol del líder está definido que son los profesores que dictan las cátedras.

Es un grupo cerrado ya que por su esencia no permite el ingreso de nuevos miembros, se hizo una selección previa y se cerró cuando quedaron escogidos los participantes.

Y finalmente es un grupo heterogéneo porque los miembros que lo integran tienen características diversas: edades, sexo, profesiones y ámbitos laborales distintos.

Ahora si analizamos a este grupo desde las características que se distinguen en la teoría, podríamos decir que si existe una interacción entre los miembros, hay encuentros semanales donde los miembros se relacionan cara a cara. Está presente la motivación, que es alcanzar el grado académico de especialista en dinámica de grupos. Podríamos decir que hay un sentido de pertenencia con respecto a que los miembros pueden identificarse dentro de este grupo. Y hay normas previas aceptadas que están relacionadas con la institucionalidad y normas que se establecieron entre los miembros desde el primer encuentro.

Con respecto a las actitudes facilitantes y no facilitantes, afortunadamente podemos señalar las facilitantes relacionadas con la creación de un clima que nos genera seguridad en lo psicológico, desde el respeto, la escucha activa y el acompañamiento. Se siente que los facilitadores aceptan el grupo y a sus individuos y luchan por hacer que sus miembros entiendan que debe respetarse el ritmo y el estado en el que se encuentra el grupo.

Se puede verificar en las sesiones que hay una comprensión empática, los facilitadores expresan sus sentimientos con libertad, permitiendo que los miembros sientan esa libertad, el manejo de confrontación y retroalimentación positiva con los miembros se vive en las sesiones, así como la espontaneidad.

Desde la visión de Napier y Gershenfeld, nuestros facilitadores saben perfectamente quienes son dentro del grupo, conocen el grupo y saben hacia donde nos llevan, es decir las metas y objetivos han quedado claros y expuestos.

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