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Caballos Para Carne


Enviado por   •  28 de Agosto de 2012  •  1.152 Palabras (5 Páginas)  •  576 Visitas

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LA CARNE DE CABALLO

Antes de que fuera domesticado, el caballo era apreciado por su carne. Hoy, esa misma carne es uno de los generadores de divisas más importantes de la Argentina. Si bien el mercado interno no es importante, el país es el mayor exportador mundial en este rubro.

Hace alrededor de veinticinco mil años el caballo era una especie de caza, del que se aprovechaba su carne y su cuero. Su domesticación —como la de tantas otras especies animales— comenzó más tarde, alrededor de 5000 años a.C.

Desde el punto de vista comercial la carne de caballo es en la actualidad una fuente muy importante de divisas para nuestro país. En el año 2002 se realizaron exportaciones por 47 millones de dólares estadounidenses.

En argentina, la producción de carne de caballo y otros productos derivados se ha conocido masivamente a partir de la Ley N° 24.525, sancionada y promulgada en agosto de 1995, la que generó en su momento varias polémicas. La finalidad de la misma es la promoción de la producción de carne equina para consumo y el desarrollo de las industrias relacionadas con la producción equina y sus subproductos.

Sin embargo, está documentado que la industria cárnea del caballo en nuestro país se remonta a la época colonial, cuando se faenaban yeguas para extraerles las cerdas de la cola que eran exportadas a la colonia portuguesa de Guinea, en el África Occidental, a cambio de esclavos negros para la ciudad de Buenos Aires. Los cueros se destinaban a la exportación a Europa o a la industrialización en nuestro país, fabricándose el balde sin fondo ó balde volcador, útil para extraer el agua de pozo de muchos campos, techos de carreta, catres, botas, riendas, bozales etc.

Varios subproductos

Durante el siglo XIX se organizaron grupos para la caza de las yeguas salvajes para los saladeros y la obtención de grasa para la fabricación de velas y jabones. Las graserías fueron grandes consumidoras de yeguas gordas, lo que perjudicó el mejoramiento de las manadas. En el año 1854 fueron destinados a saladeros de la Provincia de Buenos Aires 166.000 equinos, de los que se exportaron cueros secos y salados. También se consideraba como producto de exportación al guano y la ceniza de los huesos, utilizados por otros países como abono para la tierra.

Muchos gobiernos negociaron con los indios, durante la época de los malones, la paz o treguas a cambio de la entrega de yeguas para consumo.

En 1918 existían en Buenos Aires tres carnicerías habilitadas para la venta de carne equina y se penalizó el fraude en varias oportunidades. En el año 1936 se destinaron a las fábricas de embutidos, conservas de carnes, preparación de jamones, matambres y embutidos de todo el país, 844.000 kilos de carne de caballo.

Ya en 1959 existían registros oficiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca sobre la faena de estos animales (17.860 toneladas peso bruto y 4,7 millones de dólares estadounidenses) .

Una década más tarde, en 1968, existían 23 plantas procesadoras, que faenaron más de 400.000 animales, con un total de casi 86.000 toneladas, y un peso promedio de faena de 209 kilos.

En la actualidad funcionan tres plantas faenadoras en nuestro país, habilitadas por el SENASA para la exportación y autorizadas por la Unión Europea, ya que no existe en nuestro país un mercado desarrollado para la comercialización, pese a la publicación de la Resolución N° 204 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, incluyendo a la especie equina dentro del Programa Nacional de Ganados y Carnes. (La faena está reglamentada por el Decreto-Ley N° 4238/68, modificado en 1971).

De la carne salada y el cuero, exportados en un principio, se pasó

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