Competencias Ciudadanas

FORMAR EN COMPETENCIAS CIUDADANAS

Hoy día preguntarse por la formación ciudadana que un país ofrece a las nuevas generaciones es de vital importancia para cualquier nación. En las circunstancias actuales de nuestro país esta temática toma gran relevancia ya que como sociedad, se está haciendo un enorme esfuerzo por buscar alternativas que permitan resolver diversos conflictos de una manera pacífica, superar la exclusión social, abrir nuevos espacios para la participación ciudadana, enfrentar los altos índices de corrupción y lograr relaciones más armoniosas en las instituciones educativas, los lugares de trabajo, los espacios públicos y los hogares de muchos colombianos y colombianas.

El país ha recorrido un largo camino para ello y los Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas buscan unirse a esta búsqueda que, sin lugar a dudas, se constituye en la concepción de ciudadanía que permite la relación de los integrantes de la sociedad con el Estado, el ejercicio de los Derechos Humanos y constitucionales, y la acción del ciudadano en la vida pública, en donde los intereses personales pueden ser también intereses comunes, por eso en 1991, las colombianas y los colombianos acogieron, un acuerdo legal máximo que incorpora los Derechos Humanos ratificados por Colombia en la constitución política, la cual reconoce los derechos y deberes que todos tenemos.

Las grandes metas de la formación en competencias ciudadanas están ligadas a estos derechos y deberes: actuar de manera solidaria, “respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas” (Artículo 95), proteger el medio ambiente y los recursos culturales, “participar en la vida política, cívica y comunitaria del país” (Artículo 95). Igualmente, respetar la dignidad humana y el libre desarrollo de la personalidad propia y la de otras personas, sin discriminar a las personas por ser distintas; igualmente buscan aportar a construir la paz, a fomentar la participación democrática y a valorar la pluralidad. Puesto que la nuestra es una democracia participativa, y en ésta se enfatiza el poder político de cada persona, los Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas buscan hacer eficaz este poder político fomentando en los niños, niñas y jóvenes el deseo de participar democráticamente en la sociedad y desarrollar las competencias necesarias para el uso constructivo de esta participación, de ahí que se quiere un desarrollo emocional que permita a cada persona tomar decisiones cada vez más autónomas tras considerar el punto de vista de los otros, con el fin de realizar acciones que reflejen una mayor preocupación por los demás y por el bien común. Estas decisiones y acciones no implican, necesariamente, la renuncia a los intereses personales, sino más bien la construcción de un diálogo y una comunicación permanente

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