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Conoce A La Verdadera Muñeca Anabelle De La Película "El Conjuro".


Enviado por   •  29 de Agosto de 2013  •  1.431 Palabras (6 Páginas)  •  911 Visitas

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El juguete pertenecía a una tradicional línea de productos infantiles conocidos como Raggedy Ann.

El personaje había sido creado por Johnny Gruelle en 1920 y se destacó en una exitosa saga literaria. A partir de 1935 sobresalió como uno de los productos infantiles más vendidos en los Estados Unidos que inclusive llegó a tener sus propios cortos animados a cargo de los legendarios Estudios Fleischer, responsables de los primeros dibujos de Superman y Popeye.

Para 1970 esta clase de muñecas no habían perdido su vigencia y seguían generando atracción en niñas y coleccionistas de juguetes.

Donna era una estudiante de enfermería que vivía en una casa junto a Angie, una amiga que cursaba la misma carrera universitaria.

Cuando cumplió 20 años su madre le regaló una muñeca que tenía el tamaño real del cuerpo de un niño de dos años. Sin embargo, el regalo que había recibido Donna resultó ser muy diferente. Las situaciones extrañas en un principio fueron muy sutiles.

Donna solía decorar su cama con la muñeca y empezó a notar que cuando volvía de la universidad el juguete no se encontraba en la posición en la que lo había dejado. La situación se volvió preocupante cuando las jóvenes entraron un día a la casa y se encontraron con la pequeña Ann arrodillada frente a la puerta de entrada. Ahora la muñeca se trasladaba sola por los cuartos.

Lou era el novio de Donna y desde que el vio el juguete por primera vez sintió un rechazo enorme hacia el regalo que le habían hecho a la joven. Había algo siniestro en esa muñeca de apariencia inocente que no podía explicar.

El tema pasó a ser más serio cuando las chicas empezaron a encontrar mensajes en la casa escritos con la letra de un niño en papeles de pergamino. Los mensajes era siempre los mismos. “Ayuda“ y “Ayuda a Lou”.

La primera reacción fue el temor al que alguien estuviera entrando en la propiedad para hacer ese tipo de bromas pesadas.

Donna y Angie decidieron tomar precauciones por miedo que se tratara del algún delincuente y fue por aquellos días cuando la situación empeoró.

Una noche al entrar en su cuarto Donna encontró a la muñeca sobre su cama con las manos manchadas por un líquido que parecía ser sangre.

La situación había asustado a la jóvenes y decidieron acudir a una medium que se encargó de revisar la muñeca.

Así fue que se enteraron que en el juguete habitaba el espíritu de una niña de siete años llamada Annabelle Higgins, quien había sido asesinada en la zona donde se encontraba la casa y que muchos años atrás había sido un campo donde ella solía jugar.

El espíritu de Annabelle le dijo a la medium que ella se se sentía cómoda frente a la presencia de Donna y Angie y les pedía que la aceptaran para que pudiera ser amada y cuidada por ellas. Conmovidas por la historia las estudiantes de enfermería entonces aceptaron al espíritu en sus vidas y comenzaron a llamarla Annabelle.

Para Lou la decisión de su novia le parecía una completa locura y le aconsejó reiteradas veces que se deshiciera de la muñeca.

Al poco tiempo que se reveló la historia de Annabelle el muchacho comenzó a tener pesadillas recurrentes con el juguete.

Lou había decidido terminar con de una vez por todas con la muñeca pero Annabelle actuó primero.

Sucedió un día en que los jóvenes se encontraban preparando los detalles de un viaje que iban a realizar.

De repente se escucharon ruidos en la casa como si algún intruso hubiera irrumpido en el lugar por la fuerza.

Los ruidos provenían del cuarto de Donna. Lou entró en la habitación y descubrió que todo estaba en orden salvo por un detalle.

Annabelle no estaba en la cama sino que se encontraba sentada en una esquina de la habitación. En el momento en que el muchacho se acercó a la muñeca sintió una extraña presencia sobre sus espaldas como si alguien se encontrara detrás suyo.

Un dolor se manifestó sobre su estómago y su pecho empezó a sangrar y manchar su remera. Eran siete cortadas que tenían el aspecto de una garra.

El Padre Egan era un respetado sacerdote de la comunidad de Connecticut y cuando escuchó la historia que le contaron las estudiantes de enfermería enseguida supo que se trataba de una situación paranormal.

Como

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