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Delinciencia Organizada


Enviado por   •  6 de Febrero de 2013  •  11.065 Palabras (45 Páginas)  •  379 Visitas

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DELINCUENCIA ORGANIZADA

CAPÍTULO I

CONSIDERACIÓN CRIMINOLÓGICA

1.1 EVOLUCIÓN DEL DELITO

La criminología ha pretendido identificar las categorías delictuosas a partir de ciertos rasgos esenciales; así, se dice que existen una delincuencia natural, irrevocable, omnipresente, que ataca bienes o sentimientos básicos de la convivencia humana, y una delincuencia artificial, que lesiona o pone en peligro bienes emergentes, cuya entidad y trascendencia dependen de las condiciones de la vida social en un tiempo y espacio determinados.

Asimismo, los criminólogos advierten sobre la diferencia entre los delitos llamados convencionales o tradicionales que suelen coincidir con los naturales y los llamados evolucionados o modernos entre los que se recogen diversos crímenes artificiales y las nuevas formas de los delitos naturales. Obviamente, hay crímenes fronterizos, que se realizan en ambos espacios: toman elementos de la delincuencia tradicional y de la criminalidad moderna. Aquí, como en tantas otras cosas, las fronteras son apenas un lindero relativo.

1.2 VIOLENCIA Y ASTUCIA

Violencia y astucia entran en juego con motivo de la delincuencia organizada. Si el narcotráfico echa mano del engaño para reclutar agentes o distribuir lavar en la jerga acostumbrada sus rendimientos económicos, también hace uso de la más desenfrenada y a veces refinada violencia para intimidar a sus opositores o perseguidores, o sancionar a quienes pretender abandonar sus filas o favorecer las investigaciones administrativas y judiciales. Por su parte, el terrorismo cometido por grupos organizados constituye un claro ejemplo de la violencia mas arrasadora; precisamente en eso consiste el terrorismo: empleo de violencia aunque puede haber siembra de terror por otros medios para intimidar a la comunidad y ejercer presión sobre las estructuras de gobierno.

1.3 PARTICIPACIÓN FEMENINA

También se sostuvo que aumentaría la presencia de la mujer en las actividades delictivas. Recuérdese que la proporción de infractoras mujeres ha sido muy reducida en relación con el número total de delincuentes: el predominio de los varones fue y sigue siendo abrumador. Así las cosas, Lombroso hallo una equivalencia femenina del delito, que emparejase las cifras de la conducta antisocial de varones y mujeres: la prostitución. El creciente ingreso de estas a la vida económica ordinaria abriría el espacio de los riesgos y generaría conductas antisociales. Sin embargo, se mantiene muy reducida la cifra de delincuencia femenina, aunque probablemente ha cambiado la situación de la mujer en este orden de actividades, como también ha cambiado en las relaciones sociales ordinarias.

1.4 PRECOCIDAD DELICTIVA

Igualmente se predijo una mayor precocidad en el acceso a la vida criminal: los niños, los adolescentes y los jóvenes accederían a estas actividades en edades cada vez más tempranas, del mismo modo que ingresarían pronto a las tareas económicas. En realidad, aquí es necesario tomar en cuenta la frecuente participación de niños y adolescentes en el mundo irregular, el universo de la mala vida, de ello da testimonio las crónicas de la delincuencia e inclusive no pocas obras de la mejor literatura. Abundan los lazarillos y periquillos en la picaresca. Dickens ilustro los tropiezos de la infancia, que ponen en movimiento el aparato de la justicia penal.

No solo se observa este problema en el narcotráfico, sino también en ciertas formas de criminalidad organizada que han proliferado, como son el tráfico y la corrupción de menores, y su empleo criminal en la prostitución o en actividades o espectáculos de contenido sexual; formas de lesión a la libertad, a la familia y al desarrollo psicosexual, en sus casos respectivos.

1.5 EL DELINCUENTE

El tema del agente reviste especial importancia en la evolución de los delitos, lo mismo ocurre con el desarrollo de las formas de asociación para favorecer el alcance de objetivos sociales cada vez más amplios y complejos: de nuevo van de la mano la fisiología y la patología sociales. El desarrollo de nuevas e interesantes formas de organización deliberada es uno de los rasgos característicos de la sociedad moderna. El derecho ha debido marchar de prisa para corresponder a las necesidades y posibilidades emergentes. Seria inexacto sostener que el crimen tradicional corre a cargo de una sola persona, y que el delito evolucionado se puede atribuir a una organización de personas comprometidas para delinquir.

1.6 LA VICTIMA

Para algunas formas de la criminalidad moderna, y entre ellas de la delincuencia organizada, es irrelevante la identidad del ofendido, con tal que la victimación de este satisfaga las pretensiones del victimario: así ocurre, por ejemplo, en el narcotráfico y en la defraudación en gran escala, también en el encubrimiento por receptación practicado sistemáticamente a partir de una vinculación permanente entre quienes cometen los robos y quienes reciben y ponen en el mercado los artículos robados.

1.7 TRASCENDENCIA DEL DELITO

Otro punto concerniente a la evolución delictiva que es pertinente mencionar ahora es la trascendencia territorial del crimen, que a su vez apareja una serie de consecuencias políticas, sociales económicas y jurídicas. He aquí otro campo del progreso para fines legítimos y el desenvolvimiento de medios e instrumentos para objetivos ilícitos. El asombroso desarrollo de las comunicaciones de ideas, objetos y personas influye en la transformación del delito.

Nos hallamos en un ámbito propicio para la organización criminal, que esta, ciertamente ha aprovechado. La mafia sale de su confinamiento geográfico y extiende su actividad hacia otros territorios, en el transito, se modifican sus formas y sus procedimientos, pero no pierde su naturaleza como organización para el crimen.

1.8 EL DELINCUENTE Y LA AUTORIDAD

Tanto la encargada de perseguir los delitos, en primer término, es decir, la policía, el Ministerio Publico, los juzgadores; como la autoridad en general, esto es, el poder público que se integra y encarna en una gran variedad de funcionarios de las diversas ramas del Estado. El infractor y la autoridad, cada uno en su propia trinchera, son los actores de una pieza bien sabida: la persecución.

En el escenario tradicional, la primera intención del infractor es sustraerse a la acción de la justicia, esto implica la fuga, antes que el enfrentamiento a una fuerza la sociedad,

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