Desde Cuando Hay Que Moverse

¿Desde cuándo hay que moverse?

María Clotilde Sardou

Moverse puede ser más que un simple desplazamiento o la coordinación de un lanzamiento, Existe una relación entre movimiento, pensamiento y lenguaje en la acción motriz.

A través de juego la expresión en movimiento la gimnasia la relación con el agua y la naturaleza, la educación física puede brindar un campo de trabajo para desarrollar al niño con todas sus disposiciones corporales.

Moverse comienza siendo un reflejo, un movimiento que se produce involuntariamente como respuesta a un estimulo.

El movimiento es motor y promotor de actividades de exploración, vía indiscutida de conexión con el mundo. Tanto el no movimiento como el movimiento están cargados de sentido. En el bebe es el adulto quien se encarga de seleccionar movimientos y posturas para el, donde el cuerpo y el movimiento son vía de comunicación.

Moverse es la dinámica del crecimiento desde las edades más tempranas, observable, visible, de estos en el desarrollo. ¿Cuánto?, ¿Cómo moverse?.

Antiguamente se reflejaba a los bebes con lo que se impedía el movimiento, todas las madres llevan a sus bebes atados en a la espalda mientras buscaban leña, los niños tiene pocas posibilidades del movimiento y su contacto con el mundo está restringido.

En este momento necesitamos pensar en el movimiento como la acción del hambre.

El cuerpo porta la emoción en sus disposiciones corporales dinámicas, que entrelazadas con la razón y el lenguaje dan cuenta de la acción coordinada del sujeto y constituyen

la matriz fundente del accionar humano

¿Desde cuándo hay que moverse?.

Su acción motriz es significativa como la acción humana por lo tanto tenemos que promoverla lo más tempranamente posible, no solo moverse si no corporizar el movimiento con la acción del sujeto mismo.

Acción motora y educación física infantil.

Para Valter Bracht, la educación física es la practica pedagógica que ha atemorizado elementos de la esfera de la cultura corporal/movimiento.

Un bebe aprende y todo su despertar pasa por el cuerpo; no tiene cuerpo, es un cuerpo.

Para conocer necesita chupar, rasgar; para medir las distancias las recorres.

Es importante garantizar durante los primeros años el inicio, desarrollo y afianzamiento de logros motores concretos, ya que estos aprendizajes son la base de futuras experiencias.

Dentro del desarrollo de la motricidad en el niño consideramos la estructura motriz; para ello es necesario buscar la especialidad del acto motor y la elección constante así como mediante un proceso de control y regulación.

Todo acto motor sigue una intención que se concentra en una meta propuesta.

Proponerse una finalidad comporta una inmediata selección de un programa motor.

El niño lentamente va construyendo programas motores en su dinámica cotidiana ajustando y controlando cada vez más sus movimientos, que depende del medio y la contención de los adultos

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