La democracia

La democracia

La democracia supone el reconocimiento y la protección de los derechos de la persona. Sirve también como el instrumento mediante el cual alcanzaremos la realización personal, y hace del ser humano y no del estado la base y la finalidad de las estructuras políticas y sociales. Permite que todos tengamos la libertad de opiniones políticas y prohíbe la exclusión de los sectores de la población en desacuerdo

En nuestro afán de convivir en una sociedad ordenada, surge la política y de esta nace el estado, con el poder que el pueblo le otorga, para establecer un orden. Mediante este orden buscamos un bienestar material. Solo mediante la democracia podremos conjuntar todos estos conceptos y realizarnos plenamente como personas dentro de una sociedad ante la que todos somos iguales, cada uno parte importante y actuemos en consecuencia.

La democracia no solo permite a los hombres, en ausencia de coacción que se autodeterminen, les faculta además para que asociándose impidan la imposición de medidas injustas y arbitrarias, la democracia es la libertada de ser, de elegir y discutir lo que es mejor para nosotros en total libertad. La libertad y el respeto por los derechos de los demás son más que derechos, son valores en los cuales podemos fincar una convivencia social sana.

Mientras que en la autocracia se excluye a los súbditos de la posibilidad de llegar al poder y de la creación del ordenamiento jurídico, en la democracia el poder está en manos de quien lo conquiste legítimamente y el pueblo participa en el establecimiento y modificación del orden jurídico, en la democracia se busca que todos participemos de la vida política de nuestra sociedad. Tenemos la libertad de escuchar a las diversas corrientes políticas y elegir por mayoría de votos la que consideramos la mejor propuesta, pero escuchamos a todos y después de discutirlo decidimos por cual votar, para que nos represente, como gobernante. La funcionalidad de este ciclo político es lo que permite que nosotros como sociedad busquemos siempre lo mejor para nosotros. La democracia como forma de vida, se estructura en un Estado de Derecho, con una Constitución y unos límites precisos.

La democracia supone una constitución en la que se establecen los derechos y obligaciones fundamentales de los ciudadanos, los principios jurídicos que rigen los órganos supremos del estado, los modos en que estos pueden ser creados y las formas en que se relacionan entre sí. Esto nos ampara del capricho de los gobernantes, al crearse una división de poderes, pues de este modo se evita el abuso de la autoridad, que sería posible si el poder no estuviera equilibrado en tres partes. Al establecer la división de poderes de forma jerárquica, ordenada y cooperativa se asegura que la democracia siga adelante. De no ser así el gobierno democrático se derrumbaría bajo el caos, la interpretación subjetiva de la ley y la aplicación incorrecta de la justicia. Para que exista una verdadera democracia es necesario que el pueblo haya alcanzado una madurez política.

Frente a un estado personal donde una persona no debe de rendir cuentas a nadie, la democracia es un estado de derecho, la autoridad descansa en los órganos estales y es ejercida por sus titulares apegándose al ordenamiento jurídico vigente. La autoridad no es propiedad del gobernante en beneficio de la comunidad, es así que el fin de la democracia es eliminar hasta donde sea posible la arbitrariedad. Las actitudes sectarias, fanáticas o violentas son antidemocráticas. Es preciso que el espíritu democrático se sea cultivado en la escuela y fomentado en el hogar. Es por todo esto que se considera que el régimen democrático es el más justo porque:

• Garantiza al ciudadano su activa participación política

• Evita el despotismo de los gobernantes

• Permite la manifestación regular y ordenada de la opinión publica

• Posibilita los cambios y reajustes convenientes y oportunos

• Fomenta la razón y la ética

• Reconoce la igualdad de los hombres

• Favorece la estructuración y el funcionamiento de un Estado de Derecho

El núcleo de la democracia es una forma de gobierno que reconoce a los hombres una igualdad esencial de oportunidades para el ejercicio de sus derechos civiles y políticos y que cuenta con el pueblo para la estructuración del poder. Implica por lo tanto el reconocimiento de los derechos fundamentales de la persona humana, la subordinación del estado al derecho, el respeto de los diversos puntos de vista, la intangibilidad de la vida privada y la legítima propiedad personal.

La democracia no deberá de basarse en la incultura de la mayoría sino que por el contrario se debe proporcionar al pueblo los elementos indispensables sobre los cuales podrá formarse un criterio, para la toma de decisiones que afecten a la comunidad. Deberá de ser indispensable imbuir al pueblo de los valores humanos y nacionales.

El método de la democracia consiste en respetar íntegramente la dignidad de todos y cada uno de los hombres.

Por otro lado no se puede ser demócrata sin comprender a plenitud los preceptos bíblicos, donde se muestran algunas de las bases para instituir un gobierno pues los delitos comenzaron al principio por ser pecados ante los ojos de Dios, por ejemplo encontramos en Lucas 6-31, “Y como queráis que hagan con vosotros los hombres, también vosotros haced con ellos de igual manera” o en Marcos 12-31 “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”, por lo tanto para ser demócratas deberemos de practicar las virtudes, una persona soberbia, déspota y ególatra no puede ser demócrata pues no comprende los principios en los que se basa la democracia.

Ahora sabremos si realmente vivimos en una sociedad en donde impera la democracia si:

• Se manifiesta la voluntad del pueblo en las elecciones

• Se respeta el sufragio popular

• Se tomo en cuenta la opinión pública

• Se incrementas las oportunidades de progreso

• Es posible ejercer en libertad profesiones, oficios, vida política y credo religioso

• Se practica libremente la investigación

• No se persigue a los disidentes políticos ni a otras minorías étnicas,

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