Ensayo Columna De Hierro

LA COLUMNA DE HIERRO

La Columna de Hierro La Columna de Hierro es una novela histórica relatada por Taylor Cadwell, fruto de una exhaustiva investigación y recopilación de datos, cuyo personaje central es Marco Tulio Cicerón (106 a.C.-43 a.C.), jurista, político, escritor, filósofo y orador romano, a través de diferentes...

Todo comenzó en una mañana fría y nevada en la casa de Marco tulio II, que era aquejado de una enfermedad respiratoria, y se encontraba con su médico de nombre Felón y que lo sometía a un tratamiento que costaba dos sestercios, Marco Tulio II al ver el precio de la grasa de buitre decide anotarlos a los gastos de la casa pues se orgullecía de decir que su esposa Helvia era una administradora y muy buena ahorradora, el tratamiento constaba de empanturrar de grasa de buitre caliente en la parte del pecho de Marco Tulio II que por cierto la grasa presentaba un olor demasiado desagradable, Marco Tulio era una persona a la cual no le agradaba el invierno porque era demasiado frio, para esos momentos llego el padre de Marco Tulio II que se llamaba del mismo nombre, él era un hombre que le encantaban las piles y recorrer a caballo la comarca. Al ingresar en la habitación de su hijo le pregunto al médico que pasaba que era ese desagradable olor, al que contesto Felón que su hijo se encontraba muy enfermo y qué lo curaba con grasa de buitre que era el olor que se percibía, el padre se acerca a la cama donde descansaba su hijo y le dice yo sé que no estas dormido y que como era posible que él se encontrara en cama cuando su esposa estaba a punto de dar a luz a su primer hijo, Marco Tulio II ya no pudo seguir fingiendo que dormía y enfrento a su padre excusándose y diciéndole que no era necesario que el estuviera presente con su esposa que por eso estaban los esclavos, que él se encontraba muy enfermo, después de que el padre convenció a su hijo salieron de la habitación para poder llegar a donde su esposa estaba, pues comprendia que en cierta forma era su deber estar al lado de su esposa en estos momentos al entrar su esposa exclamo que era ese olor y Marco Tulio II contesto que se había levantado de su lecho de enfermo para cumplir con su labor de esposo y tosió con gran resolló, Helvia una mujer muy trabajadora y muy fuete que provenía de una familia de buena posición y que llevaba las cuentas de la casa y que también le gustaba estar muy al pendiente de sus esclavos pues los vigilaba muy de cerca, le pregunto a su esposo que cuanto costo la grasa de buitre a lo que el doctor contesto dos sestercios lo cual Helvia le molesto demasiado Helvia tenía sus ojos grandes y de color cambiante, sus pestañas eran negras, su rostro redondo, su boca era grande, en su barbilla tenía un hoyuelo y su cuello era corto, gozaba de mucha salud, vitalidad y viveza, pero Helvia acababa de llegar a la pubertad pues solo tenía 16 años.

Helvia comenzó a sentir los dolores cada vez más intensos y con un poco más de esfuerzo y confusión nació el niño. Así que Marco Tulio III nació el 3 de Enero del año 648 de la fundación de Roma.

Después de la importancia del nombre, y para evitar confusiones dejaron de llamar al padre Marco Tulio II, pasando hacer simplemente Tulio y al papá de Marco Tulio II ya era solamente el abuelo.

La familia Cicerón no vivía propiamente en Roma, vivía en Arpinum, donde la mayoría de las personas eran esclavos y no libres, pero gozaban de las franquicias de Roma.

La Familia Cicerón era una familia libre y muy bien acomodada, y por esta razón veían a Marco Tulio como el gran salvador de los hombres ya que con su llegada ellos esperaban que las cosas cambiaran.

El abuelo y Tulio habían nacido en la isla del río junto a Ampirum.

Tulio mando ampliar la choza donde Vivian para darle a la choza más espacio. Marco estaba fastidiado por las historias de amor; le preguntaba a Arquías el por qué los hombres se dejaban arrastrar por la locura, hasta llegar a convertirse locos y en poco menos que en bestias, le comentaba Arquías que las poesías más grandiosas surgían de los corazones enamorados; pero Marco no le creía.

En una ocasión Marco paseaba por el bosque pensando en Livia, había perdido las esperanzas de volver a verla. En una ocasión caminaba Marco y se la encontró, él no lo esperaba verla, mientras que ella le dice que porque no la había visto todas las ocasiones que visitaba el bosque ya que ella lo veía cada vez que pasaba por ahí, mientras tanto Marco pensaba que estaba dentro de un sueño, se encontraba tan enamorado que no que pensaba.

Marco le decía a Livia que en esencia eran algo muy singular, no se daban cuenta que eran seres distintos, sino que se sentía uno solo.

Marco en una ocasión junto con Livia se imaginaba que pasaba una hoja por su pecho cortándola, mientras que en otra ocasión se imaginaba a Quinto en una situación muy angustiosa y como Marco era Romano, le decían Arquías que aparentaba ser muy supersticioso y eso no podía pasarle a un romano como él.

La edad promedio para casarse era a los 14 años; Livia Curio a esta edad ya estaba comprometida con Lucio el cruel; Marco le decía que no se casara con él porque era un patán y la iba hacer sufrir, que él la amaba y no le gustaría verla sufrir, pero Livia tenía sus tutores que eran de familia renombrada en Roma, no podía dejar así a su prometido y eso era lo que a Marco lo desesperaba por que se sentía entre la espada y la pared, ya que su mamá le aconsejó que si ya se encontraba comprometida se olvidará de ella, que existían más mujeres en Roma, pero él decía que co0mo Livia no había más.

Marco aferrado al amor que sentía por Livia decía que moriría de pena si no la conseguía. Los hombres no mueran de amor. Esos se dice en las poesías; pero la vida tienen poco de poética. Se juró a sí mismo que nunca olvidaría a Livia, ni se iba a resignar a perderla así de fácil. Por la isla Livia no se volvió a aparecer, porque su familia tuvo que regresar a la capital, pues corrían peligro perteneciendo en Arpino.

Comienzan a huir las familias a los pueblos lejos de Roma ya que comenzaba a ver problemas. Los pueblos dependientes de Roma estaban obligados a proporcionar soldados al ejército romano, en mayor proporción que las familias de las familias dominadoras. Y aunque los itálicos llegarán a ser oficiales, aunque llegarán ser del más alto rango, siempre eran menos, aunque a un simple soldado romano de infantería, a cuya palabra se le daba más valor.

Hubo un tiempo en que la ciudadanía Romana se concedía a todos los itálicos de mérito, sin distinción; pero como en provincia surgió una poderosa clase media, los romanos se sintieron alarmados, ya que se consideraban

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