Formas De Discriminación En La Lucha Por El Reconocimiento Social.

Formas de discriminación en la lucha por el reconocimiento social.

La discriminación social, sustentada en la desigualdad de poder, de recursos y de status entre los grupos humanos ha existido siempre.

Los países con población indígena como México y otros de América Latina, la discriminación étnica ha sido bajo formas de segregación espacial, de exclusión de la ciudadanía plena y de marginación económica y social. También existe la discriminación de género y la discriminación económica, laboral y legal de los trabajadores extranjeros en los países industrializados, frecuentemente combinados con prejuicios raciales y xenofóbicos.

Toda discriminación social comporta un intercambio reciproco, pero desigual, de reconocimiento evaluativo entre actores sociales que ocupan posiciones disimétricas en el espacio social. En virtud de este intercambio, los actores que ocupan posiciones dominantes tienden a poner una definición sobrevaluada de sí mismos, a la vez que atribuyen unilateralmente identidades minorizadas, devaluadas y frecuentemente estigmatizadas a los dominados. De aquí resulta un intercambio desigual de valores que tiende a generar un tipo particular de conflicto llamado “conflicto de reconocimiento”, analíticamente distintos de los conflictos de interés e ideológicos.

Discriminación es definida como una actitud culturalmente cotidiana y negativamente orientada de los grupos dominantes hacia los grupos dominados, que en los procesos de interacción y comunicación se traducen en comportamientos de hostilidad y trato desigual.

En la psicología social la discriminación se define como una actitud negativamente orientada. Los psicólogos sociales la definen como una orientación cognitiva y afectivamente relativamente estable hacia objetos, personas o situaciones especificas, con base en criterios valorativos.

Las actitudes discriminatorias de los individuos se explican por la identificación de estos con las creencias, valore, estereotipos y prejuicios de sus respectivos grupos de pertenencia.

Las diferentes formas de discriminación no son más que expresiones de la desigualdad social.

Las fuentes o motivaciones de discriminación se distinguen en tres figuras centrales: el etnocentrismo, la intolerancia y el prejuicio inferiorizante que puede ser racial, sexista, xenofóbico, etc.

Detrás de todos los problemas de discriminación se esconde un problema de reconocimiento y, por lo tanto, de atribución de identidad. Por lo tanto la discriminación social supone un reconocimiento desigual y no recíprocamente equivalente. Implica un intercambio desigual de “bienes de identidad”.

El reconocimiento significa clasificar, categorizar y adscribir atributos a otras personas o grupos. Por esta razón el reconocimiento coincide con la denominación.

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