JUVENTUD: MÁS QUE UN ENTRAMADO DE RELACIONES SOCIALES.

Ensayo

JUVENTUD: MÁS QUE UN ENTRAMADO DE RELACIONES SOCIALES.

Los adolescentes en su afán de llegar a la adultez, buscan desesperadamente una identidad y cometen errores constantemente. Pero, ¿cuál es el papel que desempeña la familia y la escuela en el proceso que debe enfrentar el adolescente? ¿Hasta dónde deben intervenir?

La adolescencia y todas las crisis que ésta trae, es realmente un problema, pero la pregunta es, ¿el problema es familiar o escolar? Considerando la importancia que los adolescentes deben de tener en la sociedad es recomendable que éstos sean reconocidos como personas, como seres pensantes, dándoles un lugar y acompañándolos en su proceso de formación para sentir la satisfacción de que hicimos algo y que no nos convertimos en ese alguien que simplemente los acomoda a sus necesidades.

Es de gran relevancia identificar cuál es la labor que tiene que cumplir la familia ya que ellos son los que deben acompañar a estos jóvenes a construir una identidad, aceptando que ellos ya han crecido y que con esto llegan experiencias nuevas, soledades, amigos, secretos y nuevos amores. Además no podemos dejar atrás a las instituciones educativas, ellos también deben estar involucrados en el proceso de construcción ya que los están dejando solos y sin respuestas. Por esta razón es importante que los docentes y las familias construyan en los adolescentes un ambiente de seguridad donde puedan mantener su autonomía y su personalidad definida.

Las personas en su mayoría quieren hacer de los jóvenes lo que ellos creen correcto, en ocasiones quieren manipular sus sentimientos y sus sueños, moldeándolos a su antojo sin tener en cuenta lo que realmente quieren. Es indispensable crear en las escuelas, en las familias y en toda la sociedad un interrogante que los lleve a pensar hasta dónde deben intervenir ellos, como pueden ayudarlos, como pueden crear en ellos confianza que les permita involucrarlos en sus cosas.

La solución radica en crear nuevas estrategias de pedagogía y enseñanza, invertir en instituciones educativas con ambientes favorables, docentes altamente calificados, garantizando un seguimiento a la calidad educativa y humana.

No se debe dejar de reconocer que los padres como responsables deben de tener cierto control de los jóvenes, pero que este control no se convierta en una atadura donde los adolescentes sientan que están violando su autonomía, que están siendo sometidos a las necesidades de los adultos.

La influencia educativa de la familia, la tolerancia y la atención, contribuyen a la tranquilidad y comunicación que se pueda establecer entre padres e hijos. No debemos olvidar que son los padres los primeros educadores de sus hijos.

Las escuelas deben contribuir al fortalecimiento pedagógico tanto de los jóvenes como el de las familias,

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