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LA DESIGUALDAD SOCIAL, ECONÓMICA Y DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS A NIVEL PRIMARIA EN MÉXICO


Enviado por   •  10 de Mayo de 2013  •  3.358 Palabras (14 Páginas)  •  760 Visitas

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LA DESIGUALDAD SOCIAL, ECONÓMICA Y DE OPORTUNIDADES EDUCATIVAS A NIVEL PRIMARIA EN MÉXICO

POR: EMMANUEL MERAZ DELANGEL

En todo proceso, la manera en que la calidad se manifiesta es a partir de ciclos, que continuamente se cierran para dar comienzo a otro ciclo nuevo en función de las metas que, propuestas al inicio del ciclo, se cumplen señalando la conclusión del mismo. Si de educación se trata, encontramos el mismo patrón cíclico, por lo menos en el discurso.

La idea es que las realidades sociales marquen la pauta sobre qué aspectos deben insertarse en el proceso de enseñanza-aprendizaje, para que haya concordancia entre lo que la escuela ofrece a los educandos y lo que la realidad demanda que ellos sepan. De esta manera, los ciclos de calidad dependen de la eficiencia con que las metas del proceso educativo se vayan abordando y cumpliendo.

Hace cien o cincuenta años, la educación en nuestro país demandaba retos diferentes ―no por ello mayores o menores― a los que actualmente tiene el mismo rubro. Por ejemplo, hace ya varias décadas, la encomienda principal de la educación en nuestro país era erradicar el analfabetismo e incrementar el número de escuelas públicas; hoy uno de los retos primordiales, es sin duda, erradicar la desigualdad y las barreras económicas y sociales que aún impiden a los niños acceder a la educación pública. A lo largo de estas líneas se analizarán precisamente los problemas recientes que tienen enfrente la educación pública en nuestro país y los retos que demandan acciones efectivas.

Pero antes de entrar en materia, sería conveniente hacer una breve reseña de la historia de la educación pública, para entender sus orígenes y la esencia de su génesis. La existencia de la educación pública se confunde a menudo con la historia de las repúblicas modernas. La escuela pública, encargada de formar ciudadanos mediante una educación básica gratuita a toda la población, comenzó a difundirse de manera significativa en el siglo XIX. Sus orígenes, sin embargo, son antiquísimos.

Ya Aristóteles se había anticipado a su época cuando juzgó, en su obra: Política, que resultaba indispensable la acción educativa del Estado.

Algo de educación popular existió en la Edad Media, pero se trataba de las escuelas de monasterios, parroquias y catedrales, en este sentido, la significación social de la escuela fue sumamente escasa en una sociedad en donde la cultura era privilegio exclusivo de la nobleza.

Con el Renacimiento y el humanismo se sentaron las bases para el desarrollo de la cultura moderna. La idea de una educación popular -aunque no necesariamente estatal- comenzó a difundirse a raíz de los cambios que se iniciaron con la invención de la imprenta por Juan Gutenberg (1450) y el descubrimiento de América por Cristóbal Colón (1492), aunque la imprenta favoreció la aparición del libro de texto en el siglo XVI, el proceso de escolarización de las masas avanzó muy lentamente.

El impulso más importante que tuvo la idea de educar a las masas se dio en el siglo XVIII, el llamado "Siglo de las Luces", a través de la cultura y de las revoluciones burguesas. Los filósofos franceses de la Ilustración: Voltaire, Rousseau, Diderot, D'Alembert, y otros, dieron una difusión sin precedente a la idea de que los hombres alcanzarían la prosperidad y la plena libertad a través de las luces de la razón y del conocimiento sostenían la idea de que: la educación era el medio a través del cual la humanidad sería liberada en forma definitiva.

La evolución de la vida económica exigía la capacitación de todos los individuos para el desempeño de tareas específicas que requerían la especialización, tanto en el taller como en la industria. La transformación de las ideas, las costumbres y las instituciones y el desarrollo extraordinario de la ciencia son los pilares del racionalismo universal que postula que la razón es el instrumento común de todos los hombres y por la que son iguales. El poder del hombre sobre el mundo que lo rodea y la idea de unidad nacional cambian poco a poco la forma en que han de darse las relaciones humanas y, por consecuencia ocurre la transformación de la educación, de sus fines y métodos.

Así llegó hasta la historia del mundo moderno y contemporáneo la convicción de la necesidad de que el Estado provea de educación estructurada en un sistema permanente, público y accesible a los ciudadanos, no sólo para que el ciudadano se favorezca de los beneficios de la educación, sino también para que el Estado alimente las conciencias de los ciudadanos con los conceptos ideales según el momento histórico del país, por ejemplo: nacionalismo patriótico, unidad nacional, democracia, igualdad, seguridad, etcétera.

Todo lo que hasta ahora se ha venido exponiendo es lo que corresponde al ejercicio discursivo del sistema educativo público. Sin embargo, en la realidad es más complicado lograr los fines que el propio sistema educativo se ha propuesto, pues se encuentra con barreras que dependen de factores como temporalidad, idiosincrasia, usos y costumbres, geografía, entre otros.

Actualmente, en nuestro país, de acuerdo con el artículo tercero constitucional:

“La educación preescolar, primaria y la secundaria conforman la educación básica obligatoria.

La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia.

I. Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa;

II. El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.”

De esta cita textual podemos interpretar que la educación que el Estado considera básica obligatoria, y es, por lo tanto gratuita, es la que corresponde a los niveles: preescolar, primaria y secundaria. Sin embargo, para efectos del presente texto, se analizará lo concerniente a la educación primaria, pues el estudio de los otros dos niveles requeriría procesos más complejos de análisis, toda vez que la naturaleza de los procesos educativos y sus enfoques son completamente distintos, ya que se responden a las necesidades de los individuos a quienes va dirigido el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Por todos es sabido que México es un país donde persiste la desigualdad en la distribución

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