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La Educación Como Institución Social


Enviado por   •  11 de Abril de 2013  •  1.574 Palabras (7 Páginas)  •  3.965 Visitas

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Delval, J., (2008). Los fines de la educación. México: Siglo XXI.

“La Educación como Institución Social”

“La educación es el problema más grande y difícil que puede ser propuesto al hombre”. “El hombre puede considerar como los dos descubrimientos más difíciles: el arte del gobierno y el de la educación y, sin embargo, se discute aún sobre estas ideas” (Emmanuel Kant, 1804).

Uno de los más grandes pensadores de la historia de la humanidad (Kant), vio con tanta clarividencia la importancia de la educación, aunque todavía hay mucha gente que sigue considerando todo lo referente a la educación como asunto de poca importancia, y muy secundario respecto de los grandes problemas que preocupan a los hombres como la economía, la política, el arte o la ciencia.

La educación es una de las más importantes instituciones sociales, la que hace que un ser se convierta en lo que entendemos por un ser humano. El hombre puede educarse porque nace con disposiciones de tipo muy general que son susceptibles de ser moldeadas en diferentes sentidos. Es un ser muy plástico, y en cierto sentido menos acabados que otros seres. Esta plasticidad y falta de terminación puede aparecer a primera vista como un inconveniente, ya que hay que aprenderlo casi todo, y es reflexión corriente decir que sería bueno nacer sabiendo lo que tiene que aprenderse en la escuela, o poder adquirirlo sin esfuerzo, mediante transmisión material, por ejemplo, por medio de pastillas. Sin embargo, hay que verla como una enorme ventaja porque da al hombre inmensas oportunidades de aprender y le ha permitido construir cultura, y la cultura es la que hace al hombre ser hombre.

Pero ¿Qué es la educación, en qué consiste? Durante mucho tiempo se ha pensado que la educación tenía como fin llevar al hombre a un cierto destino, conducirle hacia una meta prefijada. Esa meta podía ser llevarle hacia Dios, hacia su salvación, prepararle para otra vida, hacerle más humano, perfeccionarle en una dirección determinada. Kant (1804) sostenía que la educación debe tender a “desarrollar la naturaleza humana para que pueda alcanzar su destino” y afirmaba que “cada generación, provista de los conocimientos de las anteriores, puede realizar una educación que desenvuelva de un modo proporcional y conforme a un fin, todas las disposiciones naturales del hombre, y conducir así toda la especie humana a su destino. Durkheim (1911) no s recuerda otra cita de Kant en donde afirma que “el objeto de la educación es desarrollar en cada individuo toda la perfección de que es susceptible”. Son muchos los autores que sostienen que hay un fin último que se tiene que alcanzar mediante la educación, y que ese objetivo está ya dado.

Esta concepción plantea muchos problemas. Por una parte, es extremadamente imprecisa porque deja sin contestar las preguntas ¿en qué consiste esa perfección?, ¿dónde está ese destino hacia el que hay que dirigirse? Además, si observamos lo que ha sucedido a lo largo de la historia del hombre vemos inmediatamente que distintas sociedades han tenido concepciones muy diferentes de la educación, y que los objetivos han cambiado de una época a otra y de un pueblo a otro. Esto ha llevado a pensar durante siglos a los occidentales que todas esas sociedades estaban equivocadas y sólo nosotros sabemos cuál es ese punto al que debeos llegar, cosa que hoy, cuando hemos perdido alguna pizca de nuestro sociocentrismo, nos parece demasiado pretensiosa. Si nos fijamos en la forma de la educación, en las prácticas educativas, en los métodos pedagógicos, en las ideas que se inculcan a los educandos en diferentes culturas, nos encontramos con una variedad tal de prácticas que hace difícil encontrar una definición única.

La educación como socialización

Émile Durkheim, sociólogo francés, fue el primero que desarrolló de una forma sistemática la idea de que la educación es una institución social, que aparece estrechamente vinculada con el resto de las actividades sociales y que, por tanto, no tiene un fin único y permanente sino que ese fin cambia con el tipo de sociedad, e incluso con la clase o el grupo social al que pertenece el educando.

Propone la fórmula siguiente: “La educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que todavía no están maduras para la ida social. Tiene por objeto suscitar y desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y morales, que exigen de él la sociedad política en su conjunto y el medio especial al que está particularmente destinado” (Durkheim, 1911). Resumen de su fórmula: “La educación consiste en una socialización metódica de la generación joven”.

Cada sociedad trata de perpetuarse en los nuevos individuos que nacen dentro de ella e intenta transmitirles todas las tradiciones, normas,

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