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La Formación De La Familia Venezolana (1498-1800)


Enviado por   •  3 de Octubre de 2011  •  2.309 Palabras (10 Páginas)  •  3.421 Visitas

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Las Buenas Costumbres en las Familias Decimonónicas

por: Dra. Guadalupe Ríos de la Torre [*]

Como comportarse en sociedad

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armelita Romero Rubio le enseño al señor Presidente Don Porfirio Díaz que no era correcto: Escupir en los tapetes, usar palillo para escarbarse los dientes después de comer, poner los codos sobre la mesa, hacer buches, andar desaliñado. Porfirio: córtate el bigote, no olvides usar tus polvos de arroz que son los que te blanquean, como la gente decente. (Krauze 1987, 52-53)

Lo pulió hay en Porfirio una metamorfosis después de Carmelita

Antes de Carmelita Después de Carmelita

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Pero no sólo el señor presidente padeció todos estos regaños de buenos modales.

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La modernización no sólo exigía transformar a las ciudades más importantes del país sino también racionalizar a la sociedad e incidir en los hábitos y el aspecto de sus habitantes. Las elites deseaban que los mexicanos adoptaran las prácticas que ellos habían hecho suyas y que consideraban positivas para el progreso material y moral de la nación y para el bienestar de los propios individuos.

Por otro lado, pretendieron que fueran trabajadores, ahorrativos y que no se emborracharan ni apostaran, pues pensaban que así tendrían dinero para vestir a su familia “decente”, o lo que era lo mismo, a la europea. ( Monsiváis 1989, 123-124)

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¿Como ilustrarse en las artes del buen comportamiento?

El papel fundamental de la mujer como madre y esposa es reforzado con manuales de urbanidad, las revistas femeninas, las imágenes publicitarias, las novelas de folletín para señoras y los sermones repartidos en forma de hoja suelta y que llegaban al público femenino que describía las costumbres y los rituales , las distracciones y las modas.[1]

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Los manuales estaban dirigidos al sector social “más educado”, evidentemente el que sabía leer y escribir, o cuando menos leer. Los manuales estaban asociados para la comunidad urbana, sectores medios ilustrados y seguidores fieles de una tradición cristiana. Por tanto, se pueden considerar como la expresión de quienes algún tipo de instrucción y por consiguiente concedían a la escritura un lugar “como estrategia modernizante y civilizada”. (Torres Septién 2001, 107)

Muestra representativa de la prensa en la construcción de idea de mujer.Nombre de la Publicación Características

Manual de Urbanidad. Tratado pormenorizado de reglas y comportamientos, no sólo para la mujer sino para todos los miembros de la sociedad.

El Tiempo.

La Voz Nacional. Prensa de corte conservador. Se publicaron semanalmente

Cosmos.

El Álbum para Damas.

El Hogar. Revistas femeninas.

Cosmos (se le considera el primer magazín que se publicó en México)

Si consideramos que en 1895 sólo el 14 % de la población sabía leer y escribir en 1910 dicha proporción había aumentado apenas un 20 %. Sin embargo, la gran cantidad de publicaciones que hubo en ésta época nos indica que un mayor porcentaje de la población gozaba de la lectura.

Ideal de mujer y de varón

En principio podemos suponer que todas las mujeres y los hombres del mismo nivel social hacían las mismas cosas en su espacio privado, público y en la vida diaria.

El matrimonio siguió siendo el momento culminante en la vida de las mujeres y se organizó con mucho cuidado: una preocupación en la vida de la futura esposa y de la propia desposada.[2] (González Navarro 1973, p.41)

De acuerdo con los manuales de urbanidad las mujeres de la ciudad de Tulancingo deberían casarse a la edad de 18 años.

De lo contrario tendrían que evocar al milagroso San Antonio:

San Antonio milagroso

Yo te suplico llorando

Que me des un buen esposo

Porque ya me estoy pasando

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En cuanto a las características del vínculo matrimonial, tanto el canónico como el civil, con excepción de contadas circunstancias, consideraban al matrimonio como un lazo indisoluble, por lo que prohibían el divorcio.

El modelo de conducta para la buena armonía de la sociedad y de la familia se refleja, se refleja en la epístola redactada por Melchor Ocampo que se leía a los contrayentes al momento de casarse, establecía como obligación del varón:

El hombre cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar y dará a la mujer protección, alimento y dirección, tratándola siempre como la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil.

La mujer, cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo. (Epístola de Melchor Ocampo).

En lo tocante a los deberes asignados a los contrayentes, era común en la época considerar que el marido estaba obligado a proteger a la familia y dotarla de sustento económico.

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<<párrafo anterior|

Se creía que el hombre era fuerte, firme e inteligente, mientras que la mujer era intuitiva, sensible, sumisa y abnegada, y poseía un organismo frágil, músculos delicados, un sistema nervioso irritable y un cráneo pequeño.

Se argumentaba que por sus atributos y sus características la mujer era apta para

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