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Las Familias Mas Ricas De Venezuela


Enviado por   •  20 de Abril de 2012  •  4.136 Palabras (17 Páginas)  •  3.816 Visitas

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LA FAMILIA CISNEROS: LOS BRONFMAN DE VENEZUELA Venezuela tenía hasta hace poco una relación "privilegiada" con el narcotráfico sudamericano. Hasta 1983 exenta de la producción de estupefacientes, Venezuela servía en cambio de estación de transbordo y "centro bancario" del narcotráfico.

Fueron narcodólares venezolanos, por ejemplo, los que iniciaron el torrente de dinero "lavado" hacia el mercado de bienes raíces de Florida, antes de que a la mafia colombiana se le ocurriese siguiera la idea. Llegó a tanto el volumen de dinero lavado procedente de Venezuela que se convirtió en chiste popuolar decir que Florida se había separado de los Estados Unidos ... para ser un nuevo estado de Venezuela. Para 1980, se calculaba oficialmente que el capital venezolano invertido en bienes raíces floridanos ascendía a más de 1.100 millones de dólares. Y en 1983, según cálculos de un funcionario de policía venezolano hechos públicos a principios de 1984, se lavaron en Venezuela cerca de 5.000 millones de dólares.

Pero hace ya mucho que Venezuela perdió esa relación "privilegiada"; junto con las casas bancarias que se lucran del narcotráfico hay ahora medio millón de adictos, según se calcula, muchos de ellos hijos de los propios narcofinacieros. Con todo, identificar el aparato del lavado de dólares y sus jefes sigue siendo el medio más eficaz de identificar en su conjunto a la mafia venezolana de los estupefacientes.

El 20 de julio de 1984 la revista venezolana Resumen informó sobre versiones de que un miembro de la familia Cisneros, una de las más poderosas familias financieras de Venezuela, estaba metido hasta los codos en el lavado de dinero del narcotráfico en Florida. Según esa información, tomada en su totalidad del libro In Banks We Trust, de la periodista izquierdista Penny Lernoux, Oswaldo Cisneros Fajardo había estado vinculado a la World Finance Corporation (WFC), una lavandería internacional de dólares. La WFC, habiendo metido la pata ya demasiadas veces, finalmente se vino abajo, y su presidente cubano-estadounidense, Guillermo Hernández Cartaya, paró en la cárcel en pago de un delito relativamente leve: evasión de impuestos.

La crónica incluía algunos de los detalles más sórdidos de los negocios de la WFC: canje de armas por drogas en el Caribe; recursos financieros puestos a disposición del gobierno de Fidel Castro, etc. El reportaje suscitó aún más interés por el hecho de que El Diario de Caracas acababa de publicar una foto del presidente Lusinchi leyendo el libro de Lernoux, en compañía de dos altos funcionarios. El pie de la foto aseguraba que los lectores se habían interesado especialmente en los lazos de Cisneros con el mundo del narcotráfico. Lo cual suscitó tanta indignación como si la revista Newsweek hubiese acusado a David Rockefeller de lavar dinero sucio. La Organización Diego Cisneros, compañía tenedora de la familia Cisneros, hizo publicar desplegados de página entera en la prensa de Caracas en los cuales negaba tener relación alguna con la World Finance Corporation, Credival, o el señor Hernández Cartaya.

Oswaldo Cisneros - en una entrevista con Resumen en la que presentaba su versión del asunto - reconoció que en 1975 había contratado a Hernández Cartaya para que le reorganizara la firma inversionista Inversiones Fénix, a la cual se le llamó después Credival, y que entre los dos habían constituido una subsidiaria de la WFC en Caracas. Pero insistió que ése había sido el último negocio que habían hecho juntos, y que no tenía conocimiento alguno - ni antes ni en ese momento - de que Hernández Cartaya tuviese algo que ver con el narcotráfico o el lavado de narcodólares. Muchos salieron a defender la honra de Cisneros atacando la confiabilidad de Lernoux, lo que resultaba harto fácil en vista de que su carrera de "periodista" fue patrocinada por la KGB y una sarta de agencias vinculadas a la inteligencia británica tanto en los Estados Unidos como en iberoamérica. Pero la mayoría de las pruebas que presentó Lernoux sobre el tema de la WFC fueron tomadas de los expedientes de luengas investigaciones realizadas por varias instituciones estadounidenses (entre ellas el Congreso, la Dirección de Aduanas, la Dirección de Estupefacientes y un gran jurado federal) sobre Hernández Cartaya y la WFC.

Pero la verdadera historia de la familia Cisneros va mucho, mucho más allá de los meros indicios que salieron a luz con motivo del escándalo de la WFC. El error está en tratar de mirar hacia abajo desde la posición de poder de la familia Cisneros, en lugar de hacia los lados y hacia arriba. El lector vería las cosas más claras si, por ejemplo, le informáramos de la existencia de una prestante familia iberoamericana que:

Se inició en los negocios con el patrocinio de uno de los principales banco canadienses de Narcotráfico S.A: el Royal Bank of Canada;

Se ha asociado por mucho tiempo con la familia Rockefeller, que le ha hecho el favor de venderle migajas de su imperio en Iberoamérica, incorporando a sus miembros a las juntas directivas de varias compañías tenedoras internacionales suyas, y que les ha permitido consolidadar esos lazos por matrimonio con sus parientes de la familia Phelps;

Está sólidamente vinculada a los grupos bancarios de Florida que se destacaron en el escándalo de las drogas del gobierno de Jimmy Carter;

Entró en sociedad con una casa financiera de Florida cuyas ligas con terroristas y narcotraficantes están bien documentadas, y que recibió millones de dólares del Banco Narodni de Moscú;

Lleva décadas promoviendo el liberalismo económico de la Sociedad Mont Pelerin de Fiedrich von Haytek, que aboga por la legalización del comercio de estupefacientes; y

Se unió recientemente a la campaña de David Rockfeller por hacer de la narcoeconomía jamaicana el "modelo" para la cuenca caribeña en general.

Ahora tiene el lector una perspectiva adecuada para entender la verdadera historia de los Cisneros, y comprender el hecho de que se trata del equivalente venezolando de los Bronfman. No debe sorprenderle ya la asociación del primo Oswaldo con el corrupto Hernández Cartaya.

EL IMPERIO DE LA FAMILIA

La fortuna de la familia Cisneros se centraliza en la Organización Diego Cisneros (ODC), compañía tenedora cuyo valor se calcula en 3.000 millones de dólares. La ODC descrita por un banquero neoyorquino relacionado con ella, es una compañía "de tipo Gulf and Western", que abarca unas 50 firmas productoras de bienes que van desde discos fonográficos,

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