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Normas De Convivencia Comunal


Enviado por   •  28 de Noviembre de 2012  •  3.711 Palabras (15 Páginas)  •  908 Visitas

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REPÚBLICA BOLIVRIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR.

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RÓMULO GALLEGOS.

FUNDACION MISION SUCRE

PROGRAMA MUNICIPALIZADO EN LA FORMACION DE DERECHO

CALABOZO ESTADO GUARICO

IMPLEMENTAR NORMAS DE CONVIVENCIA EN LA TORRE C, ZONA 3 DE LA CIUDADELA NICOLAS HURTADO BARRIOS DE CALABOZO ESTADO GUARICO

Facilitadora: Autoras:

Abg. Norka Quiñones Bracho Vanessa C.I

3er Trayecto sección 1 Castillo Cilia C.I

Fin de Semana Cousin Nancy C.I

Gamarra Angela C.I

Ramirez Yakeline C.I

Calabozo; mayo del 2.012

CAPITULO I

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La Ciudadela “Nicolás Hurtado Barrios”, como otras tres que fueron desarrolladas en el país, como parte de un convenio entre el gobierno venezolano y la empresa constructora iraní, Kayson Company, para la edificación de 10.000 soluciones habitacionales, enmarcadas en el Plan de Desarrollo Económico de la Nación 2007-2013 de las cuales 2.640 corresponden a la ciudad de Calabozo. De 87 hectáreas que mantienen los terrenos de Guaitoíto, 75 son ocupadas por la Ciudadela, donde han sido culminados 108 edificios de 4 pisos, con apartamentos de 65 y 85 metros cuadrados de construcción, con dos y tres habitaciones.

Asimismo cuenta con un equipo urbano, instalaciones educativas, recreacionales, deportivas, vialidad, áreas verdes, áreas de estacionamiento, estructuras comerciales; también cuentan con seguridad, Centro Diagnóstico Integral y garantía de todos los servicios necesarios para un “excelente nuevo estilo de vida”, el cual se refiere, no sólo al cambio que representa para el alto porcentaje de familias provenientes de barrios sin urbanismo, carentes de “servicios básicos regulados”, es decir, medidor de agua, medidor de gas, medidor de electricidad, servicio de aseo y otras variables urbanas fundamentales, que tienen un precio al que no están acostumbrados, porque contaban con algibes para el agua.

Por otra parte, el patio era utilizado para quemar la basura, los que usan cocina compraban la bombona de gas en la bodega e implementaban el popular alambre para tomar la corriente directa del poste o del vecino; también nos referimos al cambio social, cultural y económico que implica vivir en un edificio de apartamentos. Ahora bien, éstos 108 edificios están agrupados y numerados en 18 zonas de seis torres cada uno, identificando cada edificio con una letra de la A a la F.

En cada uno de ellos hubo dos voceros, que representaban al edificio ante un Consejo Comunal, haciendo la acotación que la figura de “Voceros de torre” tuvo vigencia hasta la conformación de todos los consejos comunales ya que la existencia de ellos solo era participativa, porque actualmente tal figura no reviste carácter legal por cuanto ya existen la total conformación de consejos comunales. (6 Consejos Comunales en total), en donde cualquier ciudadano habitante de la Ciudadela puede participar activamente en representación de su torre o zona, en Virtud del “Principio de Participación Ciudadana” establecido en nuestra Carta Magna.

Los Consejos Comunales se encargan de las problemáticas comunes de las 18 zonas y sus áreas adyacentes, mas no de las áreas comunes de cada edificio en particular, como es la seguridad, la iluminación, las áreas verdes, el estacionamiento, el aseo y los gastos de mantenimiento en general. Allí es cuando se presenta la necesidad de una reglamentación, debidamente constituida y registrada, que asegure el óptimo manejo de los recursos para los diferentes aspectos del mantenimiento que conlleva un edificio. De ésta manera se establece el compromiso entre los ocupantes de los apartamentos entre sí y para con el Consejo Comunal, dado que el incumplimiento de las normas propuestas implica las respectivas sanciones por parte de éste organismo, de acuerdo a la magnitud de la falta.

La forma en que los miembros de una familia o sociedad adquieren valores está relacionada con el aprendizaje de normas y límites. Este proceso de comprensión, cuestionamiento, duda y rechazo forma parte del desarrollo del ser humano, para el cual es necesario aprender a mantener una actitud crítica, reflexiva y respetuosa ante la influencia y opiniones de los demás. Aprender a convivir significa aceptar y asumir ciertas reglas voluntariamente y hacerlas propias, respetarlas y exigir el respeto hacia ellas. Las reglas no sólo se aplican en la esfera jurídica, también se establecen en el ámbito familiar, vecinal o escolar.

Existen reglas que, aunque no están escritas, dirigen la conducta individual y permiten convivir en armonía, mejor llamada en términos jurídicos como “costumbre”. Sin embargo para mejor funcionamiento es propio hacerlas saber por escrito y dadas las circunstancias entre los vecinos de la Ciudadela “Nicolás Hurtado Barrios”, lo más pertinente es registrarlas y protocolizarlas por ante el órgano competente para ésta función.

Así los valores cívicos y éticos fortalecerán la convivencia humana en la Ciudadela, el sentido de pertenencia a una comunidad organizada y el amor a sí mismos; también preparan para tomar decisiones nobles, responsables y con un sentido de bien común. La relación ética entre personas establece un reconocimiento mutuo del espacio compartido con los demás, con todo lo que implica: derechos, libertad, individualidad e identidad. Sin la presencia de otros, no tendría sentido la ética. Los valores cívicos tienen como tarea fundamental la formación y desarrollo personal, preparando a los y las jóvenes para la participación política, cultural y social.

Es por ello que desde la fundación de la Ciudadela Nicolás Hurtado Barrios, específicamente con la Zona 3, Torre C, lugar en el que se aspira aplicar los resultados de este proyecto, hasta la fecha de hoy, se podría decir

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