Propiedad Y Derecho

COOPERATIVAS Plan de Desarrollo Económico y Social

Propiedades colectivas para el nuevo socialismo del siglo XXI ( I Parte)

El nuevo modelo de país que desarrolla la revolución da prioridad a las empresas asociativas ya que promulga la democracia participativa y protagónica para lograr la justicia social desde las bases.

El Gobierno Bolivariano trazó líneas generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 en el cual prevalece el desarrollo de la economía productiva y el alcance de la justicia social como ejes fundamentales para la transformación del país. Además, se toma en cuenta como uno de los diez objetivos estratégicos para la implementación del nuevo modelo del país.

Hoy, las cooperativas llenan el país impulsando el proceso bolivariano con estructuras colectivas y promulgando los valores de ayuda mutua, responsabilidad, solidaridad e igualdad. Para estimular este proyecto, el Gobierno refuerza a la Misión Vuelvan Caras quien se encarga de la inclusión productiva a través de la capacitación educativa y de oficios, que permitan el desarrollo interno de la nación y la implementación de una producción que comprenda tanto el mercado nacional y local, como internacional.

Estas organizaciones logran promover los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y compromiso por los demás. Este modelo productivo también se sustenta en el llamado “Desarrollo Endógeno”, que no es más que crecer con los recursos que se tiene dentro de nuestras fronteras, y mientras más se capaciten las personas mayor será la producción, las empresas, los puestos de trabajo y por supuesto la ganancia. El desarrollo endógeno permite el rescate de tradiciones económicas, sociales y culturales aprovechando los recursos del entorno.

Según el artículo 2 de la Ley Especial de Asociaciones Cooperativas, éstas son “asociaciones abiertas y flexibles, de hecho y derecho cooperativo, de la economía social y participativa, autónomas, de personas que se unen mediante un proceso y acuerdo voluntario, para hacer frente a sus necesidades económicas, sociales y culturales comunes, para generar bienestar integral, colectivo y personal, por medio de procesos y empresas de propiedad colectiva, gestionadas y controladas democráticamente”.

Asimismo, la Constitución Bolivariana de la República de Venezuela en sus artículos 70, 118 y 308 respalda la conformación de estas asociaciones y resalta el papel de apoyo del estado para su promoción y difusión.

Cooperativas versus Empresas Mercantiles

Una cooperativa es una propiedad colectiva que satisface las necesidades comunes de una comunidad donde todos los socios son iguales y según el trabajo aportado o las operaciones efectuadas logran un excedente, el cual es repartido como anticipo bajo los valores de democracia, igualdad y solidaridad. Este excedente no es más que el anticipo monetario repartido a todos los miembros de la organización en función del trabajo realizado por cada trabajador y debe cubrir las necesidades de la organización. Esto permite el desarrollo del nuevo modelo económico del siglo XXI y además se sustenta con la Ley Especial de Asociaciones de Cooperativas (LEAC).

Por su parte, las empresas mercantiles son empresas de propiedad individual que siempre buscan maximizar las ganancias basados en un código de comercio, donde el poder lo determina el capital aportado. La remuneración se fundamenta en un salario y el individualismo, la competencia y la dominación promueve el capitalismo.

Así, el cooperativismo además de manejar la inclusión de todos los venezolanos excluidos del sistema productivo, con el fin de brindarles herramientas para elevar sus niveles de vida, agrupa a las personas que busca sumarse a las redes productivas nacionales promoviendo la compensación territorial, al fortalecer sectores geográficos cuyas riquezas no han sido aprovechadas hasta hoy de manera eficiente.

Integración global

Estas

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