Rerum Novarum

Rerum Novarum

Este primer escrito social de la Iglesia Católica, redactada por el papa León XIII y promulgada por él mismo. En concreto, el documento versa sobre la situación de la clase obrera en esa época, y es una carta abierta que va dirigida a todos los obispos. Es su pensamiento sobre la situación que se estaba llevando a cabo con los obreros en plena revolución industrial, y que opina sobre el movimiento comunista que busca el bien estar o equilibrio de los proletariados. Antes tenemos que entender que La revolución industrial había creado la máquina y esto llevo a que muchos obreros se quedaran sin trabajo, o que trabajasen por muy poco dinero. Lo que antes lo hacían diez personas ahora lo hace una máquina y mejor. Esta breve descripción de la situación a nivel mundial puede aportar un poco de luz sobre las cuestiones que la encíclica habla.

Para comenzar debe tenerse en cuenta el cambio de las relaciones entre los humanos. La acumulación de riquezas en manos de unos pocos y la pobreza de muchos es una situación incomprensible. A la vez los obreros tienen más confianza en sí mismos empujados por las corrientes de pensamiento de izquierda como el Manifiesto Comunista. Es objeto de esta encíclica refutar las ideas marxistas y dar una solución inteligente y realizable para la situación de los obreros. La iglesia estaba de acuerdo con la idea de que cada quien tuviera lo que se ganaba con su esfuerzo, ya que dice que un obrero ahorrando alguna parte de su sueldo podía llegar a tener una propiedad que le sirviera como patrimonio para su familia, en cambio sí hacían caso a las ideas de los socialistas estas esperanzas se perderían, y básicamente se perdería el significado del existir. Por eso Dios le concedió al hombre la posibilidad no solo de utilizar los bienes sino también de poseerlos con derecho estable y permanente. Pero si bien las personas pueden ser dueño de los bienes, pueden poseerlos, su uso debe ser común. Todas las personas podrían hacer uso de esos bienes. Además el hombre tiene necesidades, permanentes, como la comida si come hoy, satisfecha su necesidad, debe comer mañana. Por lo tanto es lógico que se le haya dotado al hombre algo permanente también para satisfacer esas necesidades. Este bien es la tierra con su fertilidad.

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