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Revolucion Verde


Enviado por   •  25 de Marzo de 2013  •  4.262 Palabras (18 Páginas)  •  678 Visitas

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La Revolución Verde en México

La Revolución Verde se refiere a un modelo implementado en la agricultura a fin de obtener mayores rendimientos, nace en Estados Unidos debido a las investigaciones realizadas para la creación de semillas hibridas porque tras la Revolución Industrial con el requerimiento de la producción de alimento para sustentar la industrialización y la presencia tanto de eventos climáticos como escasez o inundaciones así como de enfermedades hizo resaltar la importancia de la producción alimentaria.

Contexto político y económico modelador del espacio rural mexicano en la Revolución Verde

México después de su lucha de independencia (1821), hace como nación “homogénea” olvidándose de la gran diversidad étnica que sobrevivió al embate español.

Asimismo, la propiedad de la tierra en pequeños y medianos productores fue una reproducción a dicho modelo, por lo que se propuso terminar con las grandes propiedades del clero y de los sistemas comunales. El presidente del país, Benito Juárez (1859-1872) siendo liberal, abogó por ello bajo el entendido que liberándolos de tales tipos de propiedad llegarían a ser libres. Pero más bien se provocaron desalojos en las comunidades y apropiación de grandes tierras.

A) La Revolución Mexicana

La lucha que se enfrentó durante ésta consiguió, en la teoría, el reparto agrario a los campesinos del cual habían sido despojados cientos de años antes con la colonización y el porfirismo. La dotación de tierras de que fueron objeto los campesinos conllevaba cierta certeza legal que se traducía en un desarrollo agrícola independiente y autónomo.

La revolución de 1910 significó un paso importante, de esta manera seguían minando aún más la agricultura como forma de vida de la población mexicana. La ganaderización y el monocultivo se extendieron sumándose a una nueva legislación con la cual se fueron dando cambios con reformas a las leyes que protegían las tierras, estos cambios permitieron que a largo plazo se realizara con mayor facilidad la introducción de variedades así como su industrialización

El estado posrevolucionario había realizado un reparto importante de tierras, pero las tierras de los grandes terratenientes no habían sido tocadas. Si bien el reparto se efectuaba eso no quería decir que se realizara de manera igualitaria y equitativa pues el objetivo no era “regresar” las tierras a los campesinos, sino cumplir con el reparto sin importar las condiciones físicas de los terrenos..

La Constitución de 1917 definió dos sectores agrarios, por un lado estaban las propiedades privadas y por el otro, los campesinos usufructuarios del suelo las propiedades privadas eran limitadas en gran ventaja ya que contaban con mayores superficies, calidad de tierras superiores y privilegios legales.

El presidente mexicano Plutarco Elías Calles (1924-1928) tenía bien claro que el sistema ejidal era tan sólo un paso para llegar a la propiedad privada que buscaba fomentar la industria agrícola. De esa manera, “los proyectos de desarrollo del estado posrevolucionario se encaminaron a la apuesta de una economía agrícola moderna, es decir, a la promoción de la propiedad de tipo empresarial consagrada a los cultivos de exportación o, más generalmente, comerciales” En 1925 fue creada la Comisión Nacional de Irrigación, con ello se proponía la creación de zonas de riego como parte del proceso de modernización y crecimiento económico agrícola.

Del mismo modo los gobiernos que siguieron al presidente Calles continuaron con el modelo, reforzado con la crisis financiera, que puso en entredicho la base de las economías, colocando en el mercado mundial las exportaciones de bienes de origen primario.

B) El Cardenismo

Asciende a la presidencia de la república Lázaro Cárdenas (1934-1940) encontrándose con una estructura que “avanzaba al ritmo de la expansión capitalista” porque, si bien se habían expropiado tierras de las haciendas tras el estallido revolucionario y efectuado el reparto, se mantenía aún la propiedad privada extensiva (en los hechos) cuyo fin era evitar una confrontación con los intereses hacendarios, teniendo siempre presente el reparto como un paso a la privatizació. Para validar esta no afectación de tierras de grandes familias adineradas o con poder político se promulgaron varias leyes, a pesar de ser, de antemano, favorecidos.

Abelardo L. Rodríguez (1932-1934) ordenó al artículo 27 constitucional en 1934, a pesar de que en el congreso había mayoría callista, esta reforma contenía ciertos candados que seguían favoreciendo a ciertos grupos. Para este efecto, se señala la defensa a las agroindustrias como parte de cinco de los aspectos que en el Código Agrario, según Durand, se consideran problemas medulares, se encuentran todos los apoyos directos a la nueva producción agraria como obras de riego, créditos, impulso a la explotación colectiva o cooperativa, e indirectos como apoyos a la salud, nacionalización de empresas, la expropiación petrolera, etc. En este sentido es trascendental señalar el apoyo crediticio por parte del Estado, ya que Cárdenas lo consideraba fundamental para la producción agrícola ejidal recalcando que la creación del Banco Nacional de Crédito Ejidal (BNCE) correspondía a brindar un servicio para beneficiar a los campesinos basándose en principios cooperativos, sin embargo este crédito que abarcaba a ejidatarios y a pequeños propietarios también incluyó a agricultores particulares mediante el Banco Nacional de Crédito Agrícola (BNCA).

Por ello es que con su gobierno, el reparto agrario adquiere nuevas dimensiones tras considerarlo una base del desarrollo agrícola y nacional. De hecho, hay quienes consideran que “probablemente es durante el cardenismo que la gente del campo se alimenta mejor que nunca en la historia del México independiente y colonial” porque en muchas de las tierras recién repartidas fueron abandonados los cultivos comerciales por los tradicionales (maíz, fríjol, chile).

Se presenta una expansión de la frontera agrícola (que bajo la presión del reparto, se realizó fuera de las áreas más productivas) así como la introducción de nuevos cultivos por los apoyos otorgados como los crediticios y técnicos. Esto a su vez produjo que en las zonas productivas y con demanda de mano de obra, ésta redujera fácilmente sus costos pues las necesidades alimentarias bien podían cubrirse con la producción de las parcelas repartidas. Cabe destacar que “el código de 1934 estableció el criterio de reconocer como máximo de dotación cuatro hectáreas de riego por ocho de temporal, lo que en los hechos se tradujo

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