TRASTORNO DEL COMPORTAMIENTO DEL NIÑO EN EL ÁMBITO ESCOLAR

Entendemos por conducta al conjunto de comportamientos observables que producimos las personas; las acciones y reacciones a través de las cuales interactuamos con los demás y con el ambiente que nos rodea y por comportamiento entendemos k es la manera de proceder que tienen las personas u organismos, en relación con su entorno o mundo de estímulos. El comportamiento puede ser consciente o inconsciente, voluntario o involuntario, público o privado, según las circunstancias que lo afecten .

Este comportamiento es clasificado de la siguiente forma:

En la ETAPA INFANTIL existe la hiperactividad que es la incapacidad para establecer la atención en un periodo determinado, esto se debe a la intranquilidad y la impulsividad de los niños. El niño que tiene esta problemática se distrae con mucha facilidad, es inquieto, cambia constantemente las actividades sin haberlas terminado, molesta a sus pares, tiene actitudes por las cuales quiere llamar la atención, y presenta dificultades en el desarrollo escolar, estos tienden a tener una mala comunicación, su autoestima es baja y se muestran deprimidos. Este trastorno es hereditario o cuando en la gestación de bebé la madre ingiere sustancias químicas o tabaquismo. La hiperactividad entre los 6 y los 9 años abarca los problemas de conducta escolar, dificultades del aprendizaje, sus conductas son impulsivas, y una baja tolerancia a las frustraciones .

La agresividad es cuando se provoca daño a una persona u objeto. La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o psíquico. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas o empujones) como verbal (insultos o palabrotas).Pero también podemos encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el niño agrede contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o agresividad contenida según la cual el niño gesticula, grita o produce expresiones faciales de frustración. Luego sigue la obstinación: Un niño obstinado, terco o caprichoso es el que no acepta órdenes, ni sugerencias, peticiones, ni consejos. Este es reacio a la obediencia y al cumplimiento de algunas reglas. A todo lo que le piden los padres, su respuesta es siempre negativa y su actitud rígida. Siempre esta en desacuerdo, y lleva la contra. Es un niño impulsivo, que intenta conquistar espacio para su propia voluntad. La terquedad es la negativa a todo contacto humano mediante un retraimiento hacia sí mismo. Por ejemplo, los niños que se ponen en un rincón porque no quiere recoger los juguetes, o por qué no quiere comer lo que le ponen a la mesa, o por qué no quiere jugar lo que le proponen. El paso siguiente es la resistencia, es decir, las famosas rabietas.

Otras de las etapas es La PRE-ADOLESCENTE que está compuesta por desobediencia: esta conducta se produce cuando un superior (padre) ordena al niño que realice una conducta y este no responde a su petición, que interrumpa su conducta actual y el niño no interrumpe la conducta o cuando el niño no realiza una conducta que se ha establecido.

Sin embargo, existen situaciones que aunque estos criterios se cumplen no queda claro que se pueda hablar de desobediencia. Por ejemplo, la primera de ellas hace referencia a la existencia de forma simultánea de dos órdenes incompatibles. Respecto a la frecuencia y gravedad de las conductas de desobediencia los estudios han puesto de manifiesto los realizados en este campo; que éstas son conductas de gran prevalencia en los primeros años de vida, pero que tienden a desaparecer con la edad y la otra es el olvido y abandono de los estudios. La propensión a la mentira: normalmente, los niños menores de 7 años tienen la tendencia a confundir la realidad con la fantasía. De ahí que sus juegos parecen tan vívidamente reales. En esta edad, cuando un niño se acerca a nosotros y nos dice "Por favor límpiame la cara que me quedó llena de barro luego del combate en el que estuve", nos está invitando a participar de su fantasía y no está intencionalmente queriendo engañarnos. Este tipo de "mentira" es inocente, sin premeditación y sobre todo sin querer conseguir ningún beneficio con ello.

A partir de los 7 años, aproximadamente, el niño empieza a tener mayor conciencia de su realidad y se da cuenta que a veces falseando la verdad puede conseguir ciertos beneficios personales .

El déficit de atención: es cuando el niño de manera continua tiene dificultades para retener la atención en una explicación o en una conversación, siempre está eufórico o se coloca en situaciones peligrosas. Este trastorno suele aparecer a los 3 años y se desencadena en la escuela. Existe una asociación entre dificultades de aprendizaje y el déficit de atención, que se caracterizan por problemas de atención solo en el ámbito escolar, comportamiento adecuado para la edad, bajo rendimiento escolar, inmadurez emocional, entre otros .

Falta de auto control que es lo mismo que la impulsividad, actúa sin pensar y no respeta turnos en juegos.

El fracaso escolar es cuando todos los niños al ingresar a la escuela tienen un periodo de adaptación, ya que se trata de un ambiente nuevo, pero existen niños que a esta etapa no la pueden aceptar y aquí comienza esta problemática. Alguna de estas características son: el niño no responde a las nuevas normas, las nuevas relaciones entre pares, ni las exigencias, no asume responsabilidades y suele presentar una conducta inadecuada . Las causas son: falencias en el código social y cultural y poco interés de la familia hacia el niño.

Los primeros signos del comportamiento en la infancia son muy comunes, pero con el paso del tiempo, si no son tratados, podrían convertirse en graves problemas de conductas, algunas características de este comportamiento son: transgresión de las normas sociales, no es sensible a los sentimientos de otros, tienden a ser manipuladores, falta de respuesta a los castigos y un carácter inapropiado para su edad.

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