Trata De Personas En Las Zonas Mineras De La Region De Madre De Dios

TRATA DE PERSONAS EN LAS ZONAS MINERAS DE LA REGION DE MADRE DE DIOS

Roxana GOSALVEZ BANCES

El título IV, capitulo 1, artículo 153 del código penal nos indica: El que promueve, favorece, financia o facilita la captación, transporte, traslado, acogida, recepción o retención de otro con fines de explotación laboral o sexual incurre en el delito de trata de personas. El departamento de Madre de Dios, en su amplio territorio se realizan actividades forestales maderables, recolección de castaña y la explotación de material aurífero en sus distintas modalidades (ilegal); actividad que ha motivado la migración de un sinnúmero de personas procedentes de diferentes ciudades de nuestro país incrementándose en un alto índice en los sectores mineros las instalaciones de bares, prostíbulos y otros que han conllevado a la explotación laboral y sexual de menores de edad. El delito de la trata de personas es un problema social de connotación mundial que exige los perfeccionamientos de la labor de las autoridades.

Se entiende como trata de personas a la captación y retención de personas de propósitos de esclavitud reproductiva, explotación sexual, trabajos forzados retirada de órganos o cualquier forma de esclavitud. La trata de personas es un fenómeno global: más de 130 países han reportado casos. Es una de las actividades ilegales más lucrativas después del Trafico Ilícito de Drogas y de armas. De acuerdo con la estimación de las naciones unidas, mas de 2.4 millones de personas están siendo explotadas actualmente como victimas de la trata de personas ya sea para la explotación sexual o laboral. Otras formas de trata de personas incluyen la servidumbre, el tráfico de órganos y la explotación de niños para la mendicidad o bien la guerra. Hasta un 80% de las víctimas de la trata de personas son mujeres y niñas.

La captación de personas se da a nivel nacional e internacional. En el Perú se da la atracción sobre todo de menores de edad, las edades de los niños y niñas captadas para la mafia de la prostitución, trabajo forzado, venta de drogas, mendigar y terrorismo van desde los cero hasta los 20 años. Los lugares más frecuentes para captar niños y adolescentes son Madre de Dios, Lima, Cusco, Puno, Loreto, Piura, Huánuco, Iquitos, Arequipa, etc.

La trata de personas no distingue edades ni estatus económicas. La extrema pobreza o el nivel educativo ya no son factores excluyentes. En nuestro país, las redes de delincuencia dedicadas a este problema social se encuentran presentes más de lo que uno se imagina. Una de las causas para que este problema haya logrado expandirse tan fácil, es por la desinformación. Existen familias e individuos que se dejan seducir por estos actores ilegales, quienes se dirigen con engaños, asegurándoles mejores condiciones de vida y de trabajo, que finalmente nunca llegan. La mixtura cultural también cumple un rol para explicar el desarrollo de la trata: el desarraigo de los hogares, para hacer trabajo doméstico en ciudades grandes continúa la costumbre del padrinazgo o madrinazgo. En él, los niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres son trasladados a nuevos hogares pues piensan que trabajar a través de los parientes o amigos cercanos de sus familias es una oportunidad para su desarrollo personal. Pero, pasado el tiempo se encuentran con otra realidad: siempre que caigan en las redes de la trata, las personas son explotadas indeterminadamente, reduciéndose sus derechos, coaccionándolos, negándoseles toda posibilidad de comunicación. En ocasiones, la persona sometida a esta clase de explotación, prefiere mentir porque considera una vergüenza regresar a sus casas sin cumplir con los encargos de sus familiares, quienes lo pueden tildar de ocioso o lo que es peor lo estigmatizan al comprobar que ha estado dedicándose a actividades ilegales –como la prostitución-, volviéndose su vida en un infierno del que nunca puede escapar,

...