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Cuento Sobre Objeto Perdido


Enviado por   •  22 de Junio de 2015  •  438 Palabras (2 Páginas)  •  198 Visitas

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Cuento sobre un objeto perdido

Corría el año 2001 y Mateo dormía tranquilamente en su cama. Hacía poco tiempo que había dejado de ser un bebé y ya dormía, comía y hablaba como lo hacían los adultos.

Cuando se acostaba, lo hacía junto a una manta que apretaba fuerte contra el pecho y lo acompañaba todas las noches. Tenía un significado especial para él, ya que se la habían regalado al nacer y lo había acompañado durante todo ese tiempo. Cuando llegaba del jardín, se cambiaba e iba en busca de su manta con la que se sentaba a tomar la leche y mirar la televisión.

Un día, llegó del jardín y fue directo a su cuarto. Buscó en su cama, en el cuarto de sus hermanos y por toda la casa. Su manta no estaba por ningún lado. Les preguntó a sus padres y, sin darse cuenta de las caras cómplices, le respondieron que no sabían nada.

Con lágrimas en los ojos, continuó buscando y buscando. Llegada la noche, se fue a dormir apesadumbrado y le costó conciliar el sueño. En medio de la noche, se despertó a causa de una pesadilla. Despertó a su padre, que siempre lo escuchaba cuando tenía este tipo de sueño y se volvió a dormir.

A la mañana siguiente y, sin que supiera nada de lo que estaba a punto de suceder, Mateo se fue al jardín. Allí les contó a sus compañeros y a sus maestros la pérdida de su objeto favorito. No fue él mismo durante ese día. Cuando llegó de nuevo a casa, sus padres y hermanos lo vieron tan triste que decidieron ayudarlo a encontrar la manta nuevamente. Sus padres la habían escondido porque consideraban que ya tenía edad suficiente para dejarla, así como había dejado los pañales, la mamadera y la cuna.

Primero, para despistarlo, hicieron que buscara por toda la casa y después por su cuarto. Sobre la esquina derecha de la habitación y frente a la cama, había un ropero inmenso. Mateo lo abrió y empezó a abrir los cajones en busca de su preciado tesoro. No lo encontró. Fue subiendo la vista, mirando los estantes, las perchas y tampoco la encontró.

Fue a preguntarle, nuevamente a su padre y le dijo que buscara nuevamente en el ropero y que mirara bien, que quizás la manta estaba muy arriba como para alcanzarla. La buscó sin parar pero no la pudo encontrar y nuevamente se fue a dormir con la sensación de que algo le faltaba.

Se acostó en la cama y, después de varias vueltas logró dormirse. A la mañana siguiente cuando despertó se le iluminó la cara…

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