Gustavo Adolfo Becquer

Gustavo Adolfo Bécquer y Francisco de Quevedo pertenecen al movimiento literario denominado romanticismo. Este movimiento surgió a fines del siglo XVIII y se aplicó en todas las artes. Se opuso al clasicismo y al racionalismo dejando de traducir la fantasía, la imaginación y lo irracional. Se extendió por toda Europa en la mitad del siglo XIX.

Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla en el año 1836 hijo de un pintor y hermano de otro. También el mismo practico la pintura, pero después de quedarse huérfano y trasladarse a Madrid, en 1854, la abandono para dedicarse exclusivamente a la literaria. El poeta Bécquer era un hombre de gran fantasía y sinceridad es por eso que encontró dentro de la poesía romántica en el camino más apropiado para expresarse. Su obra ocupa un lugar muy importante en la literatura española.

Una de las leyendas más conocidas de este autor es “La promesa” que narra la historia de amor entre Margarita y Pedro. Él debe marcharse y ante la tristeza de su amada le regala un anillo como promesa de que volverá. El día que se marchaba como el conde de Gomara Margarita descubre su engaño y muere de tristeza.

El Conde percibió siempre una mano que lo ayudaba y en algunos casos le salvo la vida. Un día oyó cantar un romero la historia de una joven que había muerto de angustia, esperando que su amado

cumpliera la promesa. El conde comprendió de que se trataba y decidió cumplir su promesa y se casó con el cadáver de la joven, desde ese momento la mano se hundió para siempre y sobre la tierra que la cubre cada primavera nacen las flores espontáneamente.

Como se puede apreciar en esta leyenda nos cuenta una historia de amor, de un amor ideal, infinito, perfecto que perdura por siempre.

Otras de las leyendas muy conocidas de Bécquer es el “Rayo de Luna”, esta leyenda nos cuenta una historia de Manrique un noble soñador y solitario que una noche mirando la luna cree ver una bella mujer. Deslumbrado por esa aparición cree ver a la mujer de sus sueños, y persigue por el bosque la imagen, no la encuentra y se pierde. La busco largo tiempo sin encontrarla.

Un día vuelve a ver la imagen de esa mujer en una noche de luna y se da cuenta que amada era solo un fruto de su imaginación. Pasado algunos años su madre le dice que se deje de soñar y el le dice que no que para él, el amor es solo una rayo de luna.

La rima XLI también tiene como tema el amor, en este caso el amor imposible, porque ambos amantes tienen caracteres opuestos que más que unirlos los separa. Ninguno de los dos quiere ceder y aunque se aman esta situación los separa.

En la rima XXXIV Bécquer nos expresa su admiración por ella, un amor ideal, la califica por lo que puede apreciar de ella, sus movimientos, sus ojos, todo le parece perfecto y armonioso, ella es perfume, color, poesía. Hay quienes dicen que es estúpida pero

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