ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Juli Cesar Y Cleopatra


Enviado por   •  4 de Mayo de 2013  •  4.732 Palabras (19 Páginas)  •  515 Visitas

Página 1 de 19

Julio César y Cleopatra pasaron juntos varios meses en Egipto y fruto de su relación nacería, el 23 de junio de 47 a. C., Ptolomeo XV, más conocido como Cesarión, el apodo que le dieron los alejandrinos[cita requerida]. Luego él partió a combatir (y derrotar) a Farnaces del Ponto (47) y a doblegar con éxito la resistencia de los optimates en Tapso (febrero de 46) y Munda (marzo de 45), al tiempo que efectuaba en Roma diversas reformas políticas que le atañían tanto a él personalmente como al Imperio en general. Además de la instauración de una monarquía romana, entre los objetivos finales de César probablemente se encontrara el de agrupar, mediante su matrimonio con Cleopatra, a los Estados romano y egipcio, dando así como resultado la unidad política de todo el mundo mediterráneo.

La influencia egipcia durante estos años de Julio César en Roma también se reflejó en la administración, la sociedad, la cultura e incluso la religión. Cabe citar, por ejemplo, la recaudación directa de los impuestos por el Estado (que evitaba los anteriores abusos de los publicanos); el inicio de la administración racional (y no la mera explotación) de las provincias; la adopción, con pequeñas correcciones, del calendario de Canopo (llamado desde entonces Juliano); y la introducción del culto a Isis. La propia Cleopatra estuvo dos veces (46 y 45-44 a. C.) en Roma junto a Cesarión y viviendo como concubina en la villa de César. Nunca fue aceptada por el pueblo romano que la miraban con desconfianza. Además, César desafió a la opinión pública y rindió homenaje oficial a la reina egipcia. Durante la segunda estancia Julio César fue víctima del asesinato (15 de marzo del 44) proyectado y ejecutado por un grupo de familias senatoriales republicanas que trataban de frustrar sus planes políticos. Cleopatra, que acababa de perder a su poderoso aliado no podía hacer otra cosa que abandonar la capital italiana y regresó con su hijo a Egipto.

Marco Antonio

A partir del año 43 a. C., tras su regreso a Egipto, Cleopatra, temiendo que su hermano-esposo Ptolomeo XIV, que ya contaba con 15 años de edad, quisiera tener más poder del que a ella le convenía, lo envenena y establece a Cesarión como su corregente a la edad de 4 años. El estado en que encontró a su reino fue muy desalentador. Sufría plagas y hambre. Los canales del Nilo habían sido descuidados durante sus dos años de ausencia y esto hizo que las cosechas fueran malas y las inundaciones no fueran bien aprovechadas.

Marco Antonio y Cleopatra, de Lawrence Alma-Tadema

Marco Antonio era un general y político romano, amigo de Julio César, que había sido comandante jefe en su ejército. A raíz del asesinato de éste, persiguió a los culpables, Marco Bruto y Cayo Casio y además supo enfrentar al pueblo romano contra ellos y ganarse el apoyo y la inclinación de las gentes hacia él. Al surgir otros dos rivales, el 23 de noviembre de 43 a. C., la Lex Titia oficializaba el pacto entre los tres por un período de cinco años: acababa de crearse el Segundo Triunvirato, que reunía a Antonio, Octavio (heredero político designado por Julio César) y Lépido, antiguo jefe de la caballería de César que se pasó al lado de Antonio. Se desencadenó de esta manera una guerra civil entre los partidarios del triunvirato y los seguidores republicanos. Marco Antonio llamó en su ayuda a la reina Cleopatra, para que acudiera con sus naves a Tarso en la actual Turquía, pero la reina no quería que Egipto entrara en una guerra civil de los romanos y tampoco se fiaba de él. Finalmente cedió a la reunión con la condición de que ésta se desarrollara en su propio barco, considerado donde fuere que estuviese anclado como suelo egipcio. Se encontraron en Tarso en el (41 a. C.). Aunque Egipto estaba al borde del colapso económico, Cleopatra navegó con los remos de plata, las velas púrpuras y todo el lujo al que estaba habituada, hasta se vistió como Afrodita, la diosa del amor. El encuentro duró cuatro días. El resultado de este viaje fue que ambos personajes se enamoraron, que Cleopatra convino en prestarle la ayuda económica que le pedía a cambio de que Antonio ejecutase a su hermana Arsinoe IV a quien consideraba una continua amenaza, como así se hizo, y que Marco Antonio decidió quedarse en Egipto al lado de Cleopatra. La pareja pasó junta en Egipto el invierno de 41-40 a. C. disfrutando de los máximos lujos y fiestas continuas. Pero los asuntos de Roma llamaban al general y en el año 40 a. C. tuvo que regresar a la capital del Imperio. Allí cumplió con la promesa de casarse con Octavia, hermana de Cayo Julio César Octavio Augusto, el futuro primer emperador de Roma y sobrino nieto de Julio César. Octavio (que así se le llamaba entonces) era gran amigo de Marco Antonio, aunque con el tiempo y los acontecimientos, esta amistad se vio truncada.

Tras la marcha de Marco Antonio a Roma, Cleopatra dio a luz dos niños gemelos, Cleopatra Selene II y Alejandro Helios. No volvieron a encontrarse hasta cuatro años después. Él regresó a Egipto en otoño del 37, durante el curso de una campaña contra los partos, y contrajo matrimonio con Cleopatra (sin repudiar a Octavia). Marco Antonio cedió a su esposa Chipre, Fenicia y Creta, y Egipto volvió a tener una extensión similar a la de los tiempos de los primeros Ptolomeos. Tuvieron otro hijo (Ptolomeo Filadelfo), llevaron juntos una vida de lujo y derroche, y nombraron a sus vástagos herederos de varios Estados satélites como Armenia y Cirene (34 a. C.).

Cleopatra, por Giovanni Battista Tiepolo

La relación entre Octavio y Marco Antonio había ido empeorando progresivamente y a partir del año 37 el primero ya consideraba al segundo un enemigo contra el que empleó la propaganda ante el pueblo y el Senado de Roma, presentándole como un títere en manos de la reina de Egipto y en detrimento de los intereses de Roma. Frente a esta imagen negativa de un Marco Antonio indolente, dado a los placeres mundanos en la porción más rica del Imperio y sometido a la voluntad y caprichos de una soberana extranjera, Octavio contraponía la suya: el gobernante sacrificado y trabajador que trataba de superar las circunstancias adversas con esfuerzo y determinación. Virtudes éstas muy apreciadas por el pueblo romano y que él supo difundir hábilmente para crear un estado de opinión favorable a sus propósitos, al tiempo que aumentaba el odio a Cleopatra y la indignación por el comportamiento de Antonio.

Al terminar la vigencia del triunvirato que en el 38 a. C. habían renovado por cinco años más, esto es hasta el 33, los dos rivales se lanzaron

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (28.2 Kb)  
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com