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La Oratoria


Enviado por   •  23 de Abril de 2014  •  3.984 Palabras (16 Páginas)  •  338 Visitas

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1. La Oratoria

En referencia a la definición de oratoria Albán (2005) explica que esta puede concebirse como el “Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos, principalmente de manera oral, con claridad, facilidad y sin temores, ante un público numeroso y variado, con la intención de transmitir determinado mensaje” (p.19).

Por su parte, Hormazábal (2010) indica que la oratoria es el arte de hablar con elocuencia y también un género literario que se concreta en distintas formas, entre las cuales se encuentran las siguientes: el discurso, la disertación, la conferencia y el sermón.

Finalmente, Verderber (2011) señala que la oratoria es importante para tener éxito en casi todos los aspectos de la vida; son presentaciones orales que por lo general se llevan a cabo sin interrupción, ya sea en ocasiones formales, donde el público se ha reunido expresamente para escuchar, en contextos de empleo menos formales y durante las conversaciones cotidianas informales.

1.1 Historia de la Oratoria

La oratoria nació en Sicilia y se desarrolló fundamentalmente en Grecia, donde fue considerada un instrumento para alcanzar prestigio y poder político. Había unos profesionales llamados logógrafos que se encargaban de redactar discursos para los tribunales.

El más famoso de estos logógrafos fue Lisias. Sin embargo, Sócrates creó una famosa escuela de oratoria en Atenas que tenía un concepto más amplio y patriótico de la misión del orador, que debía ser un hombre instruido y movido por altos ideales éticos a fin de garantizar el progreso del estado. En este tipo de oratoria llegó a considerarse el mejor en su arte a Demóstenes.

De Grecia la oratoria pasó a la República Romana, donde Marco Tulio Cicerón lo perfeccionó. Sus discursos y tratados de oratoria nos han llegado casi completos. Durante el imperio Romano, sin embargo, la oratoria entró en crisis por cuenta de su poca utilidad política en un entorno dominado por el emperador, aunque todavía se encontraron grandes expertos en ese arte como Marco Fabio Quintiliano. Sin embargo, como ha demostrado Ernest Robert Curtius en su Literatura europea y Edad Media latina, la Oratoria influyó poderosamente en el campo de la poesía y la literatura. 

1.2 Características de la Oratoria

Explica Gutiérrez (2006) que para que la oratoria cumpla su cometido de persuadir y convencer, el orador debe poseer las siguientes características:

• Integridad: Un discurso será eficaz solamente si el comportamiento del orador testimonia su mensaje, de lo contrario sus acciones desmentirán sus palabras. El auditorio descubre muy fácilmente cuando el orador tiene intenciones turbias o propósitos ocultos.

• Conocimiento: Es necesario que el que habla en público posea una cultura general amplia, que le permita contar con un vocabulario variado y adecuado a los receptores, que le apoye a convencer, como para tener razonamientos y argumentos suficientes que puedan defender sus ideas y refutar las contrarias.

• Confianza: La confianza en sí mismo y la verdad de los argumentos despertarán el interés en el auditorio. Una persona reservada, cauta y siniestra no inspira confianza ni predispone a escucharle.

Destreza: La comunicación oral se beneficia cuando es apoyada por la facilidad de palabra, el control de la voz y la coordinación de los movimientos corporales.

2. Principios de la Oratoria

2.1 No Abandonar El Tema: La disertación debe tener un objetivo y hay que avanzar hacia él en forma progresiva. Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la charla con ejemplos y referencias, el disertante se aparte del tema central. Es necesario que el orador persista en su tema; evitando al mismo tiempo interrupciones, cuando éstas deriven la cuestión hacia temas tangenciales.

2.2 Orientación: Los aportes de los oyentes resultan muchas veces positivos y ayudan al orador. Pero, en ciertas ocasiones, hacen que el discurso entre en un cauce trivial, o se aparte del primitivamente propuesto. Existen procedimientos para encauzar la conversación que puede utilizar el orador, Cualquier procedimiento empleado debe ser cuidadosamente escogido a efectos de no ofender al oyente.

2.3 Ideas Y Temas: Las primeras surgen en función de la experiencia y de la habilidad para manejarla. La persona que tiene ideas puede apelar a ellas en cualquier momento. No se puede sostener una conversación si no se tiene algo que decir; todos tienen una interesante gama de conocimientos, pero generalmente permanecen latentes y sin utilización.

3. Importancia y Fines de la Oratoria

3.1 Importancia de la Oratoria

En año el 450 a. C. el pensador ateniense Pericles acuñó magistralmente la frase "El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar" , frase inmortal que hoy cobra alarmante vigencia pues al verificar las estadísticas, comprobamos que en nuestro medio, son escasas las personas que tienen la habilidad de hablar con efectividad y firmeza, a fin de transmitir sus pensamientos e impresiones sin que el miedo les paralice el cuerpo, cuando están frente a un público numeroso y variado.

Es importante recordar que el hombre es el único ser viviente que habla y que la palabra es uno de los dones más extraordinarios que posee, éste le permite manifestar la prodigiosa riqueza de su alma y establecer relación con sus semejantes. Por ello, llama la atención que en los centros escolares y de educación superior no se ponga especial atención en la enseñanza de la expresión oral. Se nos enseña a leer y a escribir pero nunca se nos enseña a “hablar” y mucho menos a hacerlo en público y con las técnicas apropiadas.

El arte de la palabra oral se ha constituido paulatinamente y a través de los siglos en un patrimonio cultural sin dueños ni fórmulas mágicas, de tal forma que ha sido conceptualizada acertadamente como “el arte de hablar en público” toda vez que el orador es un artista que combina armoniosamente; ademanes, gestos, expresión verbal y corporal, encausando todo ello a cumplir cabalmente los fines que ella conlleva, es decir; persuadir, educar, conmover y agradar.

3.2 Los Fines de la Oratoria

Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de propósitos que anhela alcanzar a través de su práctica efectiva. Estos propósitos que también podemos llamar fines, han sido materia de debate desde los tiempos antiguos. Rememorar la diversidad de opiniones en torno a los fines de la oratoria, sería caer en una bizantina y fatigosa enumeración; en esencia, casi todas las teorías coinciden entre sí. La divergencia de opinión suele tener sus orígenes en el tiempo y en el espacio geográfico en el que le toca desarrollarse. En esencia cuatro son los fines de la oratoria:

• Persuadir: Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las correctas y moverlas a la acción de acuerdo con ellas. Involucra también la motivación para que otros realicen lo que en el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso del vendedor que busca por medio de la persuasión que los clientes se sientan motivados a comprar sus productos o servicios. La persuasión se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que “es la actividad de convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisión o hagan una acción determinada”.

• Enseñar: Comprende la acción de transmitir, a alumnos o discípulos, conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Esta transmisión pedagógica se realiza en sesiones académicas, debates o incluso, en una plática común. Aquí la oratoria se orienta a la inteligencia de los receptores, su propósito es comunicar no sólo las noticias cotidianas sino, va más allá; transferir conocimientos de todo tipo por medio de un emisor y/o profesor, ya sea de manera formal; en los centros de enseñanza de diferentes niveles o, ya sea de manera informal; esto es en el hogar, la calle o la comunidad.

• Conmover: Involucra provocar por intermedio de la oratoria, determinados sentimientos, pasiones y emociones en el espíritu de las personas que escuchan nuestras palabras. El ser humano en la vida diaria llora, ríe, se asusta, se encoleriza etc. Es decir, experimenta emociones. Estas emociones también las puede crear un orador a través de sus palabras siempre y cuando estas lleguen a la fibra interna del público oyente. Si logramos conmover a nuestro público podemos cautivarlo y comunicarle satisfactoriamente nuestros sentimientos.

• Agradar: Agradar es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un sentimiento de placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se orienta al campo del sentimiento. Por eso, cuando leemos un libro de chistes o espectamos un programa humorístico, sentimos que perdemos todo contacto con la realidad, reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos a un cantante, su voz; o nos agrada o nos desagrada, lo mismo ocurre con un conductor radial al momento de hablarnos románticamente con su voz impostada.

4. Clases de Oratoria

4.1 Oratoria Política: comprende los discursos que se pronuncien en las cámaras y asambleas públicas y se extienden a cuanto se refiere el régimen interior y exterior de un pueblo.

4.2 Oratoria Popular: es una especie de oratoria política, pero se diferencia de ella, en que se permite mayores libertades en tono y el uso de lo patético (Adj. conmovedor, que infunde dolor, tristeza o melancolía -Simón, V. Emocionante, dramático, trágico, etc.).

4.3 Oratoria Forense: se refiere a los discursos o sermones que se pronuncian en los tribunales de justicia sobre asuntos civiles o criminales.

4.4 Oratoria Sagrada: comprende los discursos o sermones que se pronuncian en los templos sobre religión y la moral. La Oratoria.

4.5 Oratoria Académica: comprende los discursos relativos a cuestiones literarias o científicas. La corrección y esmero son sus rasgos distintivos.

4.6 Oratoria Militar: las arengas o discursos breves y fogosos, que los jefes dirigen a sus tropas, generalmente con el fin de encender su ánimo incitarlos al cumplimiento del deber.

4.7 Oratoria Artística: es la elocuencia destinada a producir un placer estético. La Sentimental o Ceremonial: es la que más nos acosa pues tiene por ámbito todas las múltiples Actividades ceremoniales, etc. La característica principal: brevedad e imperio de los sentimientos.

5. Elementos de la oratoria:

5.1 Elementos Principales:

• El orador: Es quien está a cargo de la elaboración, planeación y manifestación del discurso.

• El Discurso: es el contenido, el tema a tratar.

• El Público: personas, oyentes que conforman el auditorio.

5.2 Elementos Secundarios:

• Las Pausas: el uso correcto de este elemento permitirá un mejor entendimiento por parte de los oyentes.

• La Dramatización: dramatizar con mucho énfasis, esto permitirá una mejor expresión.

6. Uso de la voz

Plantea cabrera (2008) que el orador se apoya en su voz y desarrolla habilidades para dominar adecuadamente las pausas, la rapidez al hablar o leer, la entonación, la pronunciación y la respiración. Puede ser que posea un timbre de voz estridente o agradable. De todas formas es importante conocer que la voz es un conjunto de sonidos que el aire expelido por los pulmones produce en la boca del hombre. Se caracteriza por su intensidad, su altura, su timbre y su duración.

Premisa fundamental es la educación de la voz porque así es más agradable la intervención ante el auditorio. Una voz equilibrada, bastante fuerte, pero sin matices de gritería, proporcional a la cantidad de oyentes es lo aconsejable, porque si es chillona molesta rápidamente y suena de un modo desagradable en los oídos, cansa y agota a los que la escuchan.

La voz debe ser clara para que todas las palabras y sonidos sean percibidos adecuadamente. Ella, junto a otros factores, logra despertar el interés del auditorio. Además, si el orador la utiliza, la modela y la proyecta bien, podrá brindarle a los oyentes un placer tan significativo que desearán escucharlo y su voz quedará grabada en ellos.

La voz presenta defectos o limitantes. Estos problemas se dan algunas veces de forma voluntaria e inconscientemente y también por su uso inadecuado. Por eso es de suma importancia aprender dos cosas: su utilización fisiológica para que esta no falle debido a un recargo de trabajo y la aplicación consciente de sus medios para lograr determinados efectos. Con relación a estos aspectos es recomendable hablar con la presión de aire óptima y hablar pausadamente, evitando así cansancio, agotamiento y, por supuesto, una deficiente capacidad de expresión, la cual provoca a su vez, que los oyentes pierdan, cedan en su capacidad de concentración.

En síntesis, las características de la voz son:

• El tono: suave, duro, dulce, seco, autoritario, etc.

• La altura: grado entre agudo y grave. El primero suele asociarse con un estado de agitación o alteración, el segundo con climas de mesura y afecto.

• El ritmo: la velocidad con la que nos expresamos.

• El volumen: con él demostramos si permanecemos tranquilos y controlados o hemos perdido la serenidad.

• Evitar la monotonía. La inflexión inadecuada al comenzar o terminar una frase.

7. Elaboración y Exposición de Discursos

7.1 El Discurso: Es el conjunto de palabras ordenadas y estructuradas en torno a una idea con el fin de comunicar un mensaje o ideas a un determinado grupo humano. El discurso es el mensaje que transmite el orador cuando está en contacto con el público y puede ser disertado hasta de 04 maneras:

• Discurso Leído: Cuando el orador trae el texto escrito y procede a su lectura delante del auditorio. Se usa en ceremonias y actos protocolares, donde lo que se tiene que decir no admite errores ni improvisaciones. En el campo social (cumpleaños, aniversarios, etc.) su uso está vedado.

• Memorizado: Llamado también discurso recitado pues el orador lo aprende de memoria -párrafo por párrafo- y luego lo recita ante el público. Con esta modalidad corremos el riesgo de olvidarnos todo el discurso o parte de él, lo cual resultaría bochornoso, no lo recomendamos.

• Espontáneo: Implica exponer un tema de forma “improvisada”, vívida y con palabras propias del léxico del expositor. Es un discurso “natural” pues el orador no se sujeta a un libreto establecido sino a un esquema genérico del discurso para no perder la ilación de sus pensamientos.

• Mixto: Es una combinación de la modalidad espontánea y memorizada; consiste en aprenderse de memoria la parte inicial del discurso y el resto hacerlo en forma “improvisada” y amena. Es una forma efectiva de brindar un mensaje, recomendable para los aprendices.

8. Partes del Discurso:

El discurso, según el ámbito o el grupo al que está dirigido, obedece a diferentes esquemas o partes, pero, para efectos de un discurso de corte genérico podemos decir que consta de tres partes bien definidas, cada una de ellas con sus propias características y ligadas intrínsecamente la una con la otra para lograr el cometido esperado.

8.1 Introducción: Es el inicio del discurso, sirve para motivar la atención del público hacía las palabras del orador y para dar a conocer, brevemente, en qué consistirá el tema a tratarse y los objetivos que se esperan alcanzar. Pueden utilizarse hasta cinco formas diferentes de introducción, cada una de ellas según el público y la ocasión en que toque pronunciarlas:

• Fraseológico: Puede iniciarse mencionando una frase célebre, un poema, las letras de una canción o un pasaje bíblico que tenga relación con el tema a tratarse. Por ejemplo, para un discurso sobre "El éxito" se puede iniciar diciendo: Señores, como decía el Dr. Cristian Barnard, "El éxito comienza con la voluntad del hombre... piensa que puedes y podrás,… todo está en el estado mental del hombre".

• Anecdótico: El público es un grupo de personas que siempre muestran curiosidad por conocer algo peculiar sobre el expositor o sobre el tema que se está presentando. Contar una anécdota de nuestra vida o sobre otra persona suele cautivar la atención de los oyentes. Por ejemplo: “Amigos, quiero contarles lo que me ocurrió la noche en que, en vez de besar a mi esposa bese a su hermana gemela, ese día yo estaba…”

• Humorístico: También es válido contar un chiste u ocurrencia graciosa que tenga relación con el tema. No siempre los discursos tienen que ser serios o aburridos, la jocosidad le pone la chispa de vida a la exposición y evita que el público se canse o se aburra. Ejemplo: "¿Mamá, las pasas vuelan?" No hijito, ¿porque? "¡Ah... entonces me comí una mosca!"

• Interrogativo: Esta introducción consiste en hacer preguntas al público sobre el tema a abordarse, pero nunca esperar una respuesta pues las preguntas son sólo de tipo referencial. El hacer preguntas sirve para demostrar al público que nosotros sabemos algo que ellos no saben y que estamos ahí para instruirlos. Ejemplo: ¿Sabían ustedes que don José de San Martín era “drogadicto”? ¿Sabían ustedes que Ramón Castilla nunca liberó a ningún negro?

• Teatralizado: Es una forma efectiva de llamar la atención del público y comunicarle el tema que vamos a exponer. Se hace uso de la mímica, expresividad corporal y mucho ingenio. Por ejemplo, salir al frente y soltar un vaso de vidrio al suelo; éste se hará añicos pero nos dará pie para hablar, por ejemplo, de la Ley de la gravedad, sobre la destrucción del mundo o sobre cualquier otro tema relacionado.

8.2 Desarrollo: Es la parte medular del discurso, en ella el orador desarrolla su idea central de forma clara y detallada. En el desarrollo se explican los argumentos en los que se basa nuestra teoría o hipótesis, también sirve para refutar las ideas, ejemplificar una demostración y adoptar una posición académica especifica. Algunas recomendaciones dignas de tenerse en cuenta en el desarrollo del discurso son las siguientes:

• Documentarse ampliamente sobre el tema a exponerse.

• Cerciorarse de la veracidad de los datos a exponerse, no sea que nos retruquen y nos hagan pasar un mal momento.

• Elaborar un pequeño esquema de las ideas a presentarse.

• Citar ejemplos, anécdotas, cifras y/o casos reales relacionados con el tema para hacerlo más didáctico.

• Y sobre todo, hacer un discurso ameno y no muy extenso.

Otras recomendaciones que nos brindan los especialistas son las siguientes:

• Considerando el carácter inconstante de la atención, un discurso largo puede resultar fastidioso, no debe durar más de 45 minutos.

• Si el esquema del discurso es complicado y los pasos a seguirse no son claros, puede perturbar la atención de los oyentes.

• La exposición de la parte central de nuestro discurso debe poseer un atractivo interés para los oyentes.

• El auditorio debe mantenerse atento; concentrado en nuestra charla, esto se logra por medio de preguntas adecuadas, dinámicas grupales y dejándolo participar.

8.3 Conclusión: La conclusión es la parte final del discurso, en ella el orador hace un breve resumen de lo tratado, mencionando los puntos más importantes de la exposición o realizando recomendaciones que se desprenden del tema central. La conclusión es un elemento estratégico pues lo que se dice queda sonando en los oídos del público y tiene mayor probabilidad de quedar en la memoria. Para efectos de conclusión y/o despedida, recomendamos las siguientes 05 formulas:

• Fraseológico: Se puede culminar mencionando una frase célebre o algunas palabras impactantes o motivadoras. Por ejemplo: “Y ya para terminar permítanme decirles que, ‘el éxito está compuesto de 1 % de inspiración y de 99 % de transpiración’, Muchas gracias."

• Con vivas o hurras: Esta es una forma de conclusión que tiene por objeto dejar motivados a los oyentes a través de su participación activa y “cantada”. Por ejemplo: _ "Y ya para terminar, queridos amigos: ¡Viva la oratoria!” _ ¡Viva! -contesta el público. _ “¡Viva el éxito!” _¡Viva! –vuelven a contestar los oyentes.

• Por respuesta del público: En esta modalidad el orador hace una serie de preguntas al auditorio para que le contesten a través de un “Si” o un “No”. Las preguntas deben ser siempre de corte positivo. Por ejemplo: _ Señores, ¡¿somos los mejores?! _ ¡Si! -responde el público. ¡¿Somos triunfadores?! _ ¡Si! -vuelve a contestar el auditorio.

• Por agradecimiento: El orador culmina su exposición agradeciendo a los organizadores, auspiciadores, público presente y algunas veces a los oradores que lo antecedieron. Ejemplo: _ "Y para culminar quiero expresar mi agradecimiento a la Cámara de Comercio por haber permitido mi presencia esta noche... Hasta pronto"

9. Características De Un Buen Orador

9.1 Presencia: La presencia de un buen orador se ve afectada positivamente por la seguridad del mismo; ésta se logra cuando existe una preparación integral, dominio del tema y recursos de apoyo que lo sustenten.

El orador debe vestir adecuadamente según la ocasión y el público al que se dirige, mostrando así respeto por su audiencia y logrando un ambiente de respeto y confianza.

La movilidad es importante durante una presentación oral; el desplazarse muestra el entusiasmo del expositor, además de variar el estímulo a la audiencia y evitar que aparezcan malos hábitos durante la presentación.

La postura que se adopte al iniciar una exposición oral es decisiva, ya que marca desde la credibilidad hasta la atención del público.

Se recomienda entrar con paso firme y decidido, con los hombros hacia atrás y la barbilla levemente hacia arriba, esto ayuda a mostrar seguridad y dominio del tema.

9.2 Conocimiento Y Credibilidad: Entre más se conozca de un tema, más herramientas se tienen para brindar al público una exposición amena e interesante. La preparación y dominio sobre el tema apoya la seguridad, la honestidad y el entusiasmo del orador, lo que logra mantener por más tiempo la atención de la audiencia, además de contener un mensaje coherente, lógico y estructurado.

Para lograr credibilidad ante un grupo de personas es necesario mostrar honestidad, es mejor reconocer nuestras limitaciones ante el público que “inventar” respuestas, no olvidemos que al ser honestos nos estamos ganando credibilidad.

9.3 Dinamismo: Un buen orador debe ir a la vanguardia, utilizando tecnología que permita mostrar de manera dinámica el contenido.

Es importante apoyar la presentación en técnicas y recursos innovadores que logren captar la atención de la audiencia, lograr un mayor procesamiento de la información y variar el estímulo proveído al público.

Se recomienda al comenzar “prender” a la audiencia compartiendo el entusiasmo inicial y manteniéndolo durante la exposición.

9.4 Comunicación Verbal: Es importante cuidar el lenguaje que se utiliza en la presentación oral, éste debe estar al nivel de la audiencia, así se logrará un mensaje claro y una mejor conexión con los asistentes.

El buen orador siempre se dirige al público de una manera considerada, respetando sus ideas y opiniones, al mismo tiempo que muestra asertividad para defender las suyas.

Cuidar la dicción mejora la claridad de nuestras palabras.

Las pausas al hablar pueden ayudar a hacer cambios de material de apoyo, descansar la garganta, así como crear intriga o expectación en el público.

9.5 Comunicación No Verbal: La comunicación no verbal es aquella que se integra de mensajes no hablados, como el volumen, tono y ritmo.

Se recomienda variar el volumen de la voz para acaparar la atención del oyente, ayudando a evitar el tedio. El ritmo es determinado por la naturaleza del tema, entre mayor sea su complejidad menor debe ser el ritmo.

Los movimientos faciales deben ir de acuerdo a la naturaleza del tema, así se apoya la comunicación verbal con la no verbal.

Se debe tener cuidado al utilizar las manos, ya que éstas pueden ser un distractor; lo ideal al hablar en público es no traer ningún objeto en ellas con la finalidad de tener mayor libertad de movimiento y evitar desvíos de atención.

Es importante establecer contacto visual con el auditorio, esto logrará mayor integración y atención hacia la presentación.

El medio ambiente debe ser agradable para el orador y el público, un lugar bien iluminado, ventilado y confortable ayuda a que el estado de ánimo de las personas sea adecuado para una mayor receptividad

10. Conclusión de la Oratoria

Es de vital importancia conocer las pautas mínimas para realizar un discurso frente a un público que espera recibir una enseñanza, y de ser posible, interactuar con el ponente, para así complementar el proceso; y quedar satisfechos en la comunicación.

Ahora bien, un orador debe hacer uso de una cantidad considerable de recursos audiovisuales que den apoyo a su ponencia; pero principalmente es él mismo su mejor recurso. La proyección de su imagen como una persona segura, confiada, con templanza permite que el público capte a un emisor que conoce el tema y es capaz de dominarlo; asimismo, su voz que transmita seguridad, que sea capaz de oírse en todo el recinto, que sea clara y cónsona.

Por otra parte, es relevante conocer las diferencias entre una prédica y una enseñanza; en la que fundamentalmente la primera es dictar a un público una palabra de la Biblia desde un punto de vista personal, transmitiendo un mensaje. Mientras que la segunda, es llegar al público con el tema específico que se quiere mostrar.

La finalidad de este curso es que cada uno potencie al máximo sus cualidades.

Espero que este material les sea de utilidad, cordialmente.

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