Las Tres Corrientes Principales De La Sociologia Clasica

Universidad Nacional del Comahue

FA.CI.A.S.

Licenciatura en. Enfermería

Sociología

LAS TRES CORRIENTES PRINCIPALES DE LA SOCIOLOGÍA CLÁSICA

11 de Abril de 2011

A- EL MATERIALISMO HISTORICO DE CARLOS MARX

La Revolución Industrial del siglo XIX dejó a la sociedad europea inmersa en una crisis (entendiendo a crisis como una situación de cambio), donde imperaba el capitalismo como modelo económico.

La política económica del capitalismo se basa en el intercambio, comprar para vender más caro; al vender ganas dinero que inviertes para ganar más dinero. Los medios de producción son propiedad privada y se utilizan para maximizar las utilidades.

La ganancia es el motor de la economía capitalista, y la ganancia equivale a plusvalía. Sólo la fuerza de trabajo produce plusvalía para el capitalista. Le equivale la siguiente fórmula: Plusvalía = capital producido (ganancia) - capital consumido (lo que hemos gastado).

El valor de la fuerza de trabajo (salario) es igual al valor de los productos que son necesarios para la conservación y reproducción de dicha fuerza de trabajo, por lo tanto el empresario remunera solo lo necesario para que el obrero recupere las energías gastadas y continúe produciendo (origen de la plusvalía fuerza de trabajo). Esta fuerza de trabajo le proporciona un beneficio que lo materializa en un nuevo capital (capital ganado se invierte para conseguir más capital).

Conclusión: “La acumulación de riqueza, por un lado, significa la acumulación igual de pobreza”.

Este modelo económico fue conformando un estilo de vida que, tras un largo proceso, configuró una sociedad dividida en clases. En un principio significó la emancipación de los campesinos sometidos a la servidumbre feudal, así como también el ascenso social basado en la capacidad y el talento personal para enriquecerse. En resumen, una sociedad más igualitaria legalmente y más abierta, pero aún muy desigual en el aspecto económico.

Las clases sociales que refiere Marx son la burguesía y el proletariado.

Se identifican dos tipos de burgueses: la gran burguesía (los capitalistas) y la cada vez más numerosa pequeña burguesía (los tenderos y pequeños propietarios). Los capitalistas eran propietarios y gestores de las industrias, asociándose con la elite hegemónica en el poder.

El proletariado refiere a la clase trabajadora, poseedora únicamente de su fuerza de producción, alienada por la pobreza y por la imposibilidad de alcanzar los medios de producción.

Las duras condiciones impuestas por los propietarios de los medios de producción a los proletarios fueron uno de los factores clave que impul­saron los movimientos reivindicativos de los obreros para mejorar sus condiciones de vida. La explotación del proletariado por la burguesía, propietaria del capital y de los medios de producción, conduciría a la revolución del proletariado cuya meta sería la sociedad sin clases sociales: el comunismo.

La principal aspiración del comunismo era la consecución de una sociedad en la que los principales recursos y medios de producción pertenezcan a la comunidad y no a los individuos. Permitiendo el reparto equitativo de todo el trabajo en función de la habilidad, y de todos los beneficios en función de las necesidades.

Marx creía que el colapso de la economía capitalista culminaría en una revolución política en la que el proletariado se rebelaría contra la clase opresora y acabaría con la propiedad privada de los medios de producción. Dirigida por y para el pueblo (tras un breve periodo de dictadura proletaria), la economía produciría, no en virtud del lucro y la rentabilidad, sino de las necesidades de la sociedad, con lo cual, una vez satisfechas éstas, las desigualdades desaparecerían a la par que los gobiernos represivos.

B- EL INDIVIDUALISMO METODOLOGICO DE MAX WEBER

Weber parte de que la voluntad de los individuos no es “un inobservable”, como admitía Durkheim, y considera a los individuos como unidad de análisis, porque son los únicos que pueden albergar fines, intenciones en sus actos.

El trabajo de Weber tiene una doble determinación: el estatus científico del estudio de lo social (diseñando un método histórico-comparativo proporcionándole a la vez una comprensión holística del hecho social); y abordar el origen y características del capitalismo teniendo en cuenta al marxismo economicista.

A su modo de ver, a lo largo de la historia se han presentado las condiciones para el desarrollo del capitalismo en muchas oportunidades, y aún así solo se desarrolla en plenitud en Europa de los siglos XV y XVI.

Weber encuentra la causa comparando sociedades diferentes e igualando las principales variables, quedando así una que no es compartida por todas: la ética protestante.

Lo realmente reprobable para la moral puritana es el descanso en la riqueza, pues el reposo para el practicante está en la otra vida: “según la voluntad divina lo que sirve para aumentar su gloria no es el ocio ni el goce, sino el obrar”; por tanto el primer y principal pecado es perder el tiempo. Por lo tanto la riqueza no desliga al practicante de la obligación de trabajar, esta sometido por deber ético, mandato divino, lo mismo que el pobre.

Siendo la aspiración de riquezas y el afán de lucro éticamente lícitos y obligatorios por mandato, el poder religioso puso a disposición del empresario trabajadores sobrios, honrados y con gran lealtad por el trabajo. La idea del deber profesional, de la obligación que debe sentir el individuo (y siente) hacia su actividad profesional, constituye en cierto modo la “ética social” necesaria para el desenvolvimiento de la civilización capitalista.

Éste análisis histórico pasa a ser sociológico cuando el científico construye conceptos-tipo o tipos-ideales. El tipo ideal es una construcción abstracta, en el cual se resumen las características de un fenómeno, y se obtiene al conectar un gran número de fenómenos aislados

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