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Los Amores De Bolivar


Enviado por   •  9 de Noviembre de 2011  •  2.571 Palabras (11 Páginas)  •  1.031 Visitas

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Josefina MachadoBernadia IbáñezJoaquina CaraicoaBendita NatalJaneth HartMaria Ignacia Rodríguez De Velasco y Osorio Todo hombre importante tiene en su haber una mujer cercana que le impulsa para la conquista de los bellos ideales.Y como su fin permanente era la gloria, a Bolivar las glorias femeninas debian acercarce como signo de inspiración y estimulo.Asi podemos decir que su primera relacion formal fue cuando tienia siesiseis años , y se encontraba en la ciudad de Mejico , en el navio”San Idelfonso “ -Veracruz .Viajaba con su familia , donde la fuerza de los protocolos del Oido de la Real Audiencia Don Guillermo aguirre y Viana entra en relacion con Maria Ignacia Rodríguez, cuyas amistades le llamaban “La guerra Rodríguez”, significando asi el color de la piel y el cabello de esta bella mujer. Faltaba entonces un año escaso para completar el siglo XVIII. Ojos azules como el cielo, rasgados, inmensos y rubia sin dudar, talle elegante, con facilidad, gracia y popularidad se movia a sus anchas en la sociedad mejicana de la epoca por sus dotes personales que llegaban a compensarle los “ pecadillos reiterados “ , y ademas por ser hija de don Antonio Rodríguez de Velasco Osorio y de doña Maria Ignacia Osorio y Bello, gente de valimiento en aquella corte asentada sobre las aguas lustrales y el poder reprimido de Tenochtitlan. Mujer “ de fuego”, la “ guerra” tambien superaba a Bolivar en un lustro de edad y entre los olores de codices, libros becerros exhalaciones aromaticas de huertos y jardines, el caraqueño la encontro en la casa esquinera de su hermana Maria Josefa, tambien de armas masculinas a tomar, la marquesa Uluapa ( Estrada y Galindo por la via nobiliaria), en cuya señorial y apropiada mansión de Chapultepec se hospedara el viajero. Entonces aquel flirteo emocional, ya herido el corazon de otro, fue de tal importancia como para constituir el primer amor efímero del Libertador cuidado si el primer descalabro de la “ guerra”, “ el caraqueñito” alla llamado.

Fanny Du Villard

Aquel torbellino en la desgracia familiar le obliga de subito a renunciar a la paz de su espiritu, y pronto, con apenas veinte años encima y unos bigotes nuevos decide regresar al continente europeo, la siempre actractiva Europa, la de los placeres y confabulaciones, para asi dentro de la nostalgia olvidar y ala vez saborear en su mundo el complemento romántico de cuanto ha perdido.El joven Simon Bolivar rodeado de amigos, derrochando ilusiones, aprendiendo cada día mas los lazos de la vida y a la espera de tropezar con alguien para llenar su corazon. Al cabo de poco tiempo aparece frente a el, ella, de cuerpo entero bautismos y enlaces connubiales llamada Fanny Louise Denisse Dervieux du Villard, mundana, hija del baron de Trobriand de Kenreden, pariente lejano por la sangre Aristeguieta que por el pais vasco la enredaba en fantasias y que mantuviera entonces en espléndida casa “ digna de una embajada”, un salon de tertulias apreciado en aquel Paris revolucionario y altanero. Ella, blanquísima mujer de cabellas tirando a rubio oscuro, como la señalan sus biógrafos, frívola por demas, coqueta, de refinamiento y gracia elegante pese a ser un tanto gruesa, de boca fina, los ojo azules aunque colo a veces variable, sonrosada la piel, habil, encantadora, rodeabale un magnetismo propio “ con esa burbujeante picardia de la mujer francesa” y en todo momento fue avida de confidencias. La prima de Francia entra de lleno

Pues y desde un comienzo, en la vida de Bolivar, a pesar de los compromisos sociales, para intimar con aquel viudo solitario de veinte años, impecablemente vestido, pleno de una fuerza desbordante que en igualdad transmite ala que por entonces estuviera casada desde 1.796, como se dice, en camas distintas, con un cansado Bartolomé Dervieux, coronel y conde a lavez, venido a menos en las esferas políticas cambiantes de la epoca y como complemento, con veintiséis años mayor que ella.

Teresa Lesnais:

Antes de partir de aquel Paris sensual e inmiscuido en los diversos escenarios de la sociedad sibarita, Bolivar habria de acariciar otros sentimientos y de apurar el caliz juvenil en otros corazones. Asi, preparado para una larga caminata europea dde instrucción, que lo llevara por el centro del viejo continente acompañado esta vez del Robinson filosofo, es decir de su maestro Simon Rodríguez, y de su cuñado Fernando Toro, mientras se recibe francmason conocido de veras e intimo en esa Lutecia eternal calle de Vaugirard, del rococo y Chateaubriand, con su amiga Teresa Lesnais, dulce, bella, reservada y enigmatica mujer, a quien llego a amar sin alardes hasta alla, por los días imborrables de 1.806. De estos encuentros temporales, no permanentes, intimos, disimulados bajo un amor general, donde se incluian los aspectos familiares y de la amistad de tiempo atrás desde Bilbao, en el interim le nacio a Teresa una hija, de fama por cierto, con una paternidad mal atribuida, como tambien existe un epistolario que en buena parte se reputa forjado e inauténtico y que hasta hace pocos años por equivocos historicos se atibuyo, considerando el nombre femenino bajo el rigor del seudónimo, a las relaciones conocidas de Fanny du Villard con Simon Bolivar.

Ana Lenoit:

En su carrera hacia la gloria Bolivar sigue al Estado Soberano de Cartagena, y en conjunción como coronel efectivo de los ejercitos neogranadinos con doscientos hombres y la bandera cuadrilonga desde Barranca invade la cuenca caliente del bajo Magdalena para perseguir sin pausa a los soldados realistas. A finales de 1.812 y cargando con veintinueve años en los meandros y visiones de sus aguas revueltas, de frente al majestuoso rio, Cupido hace las suyas y asi conoce a la francesa Anne Lenoit, entoces de diecisiete años bien formados, timida, joven de pareceres y rubia bella de Paris, “ la mayor atracción del pueblo”; establecida familiarmente en aquel lugar junto con su padre, un emigrado europeo que se desempeñaba como comerciante en la torrida zona de Mompox.

Asi que enhebrado en las horas del tiempo en aquella naturaleza salvaje se cultivo entonces un apasionado aunque corto romance de intimidad, debido lo ultimo a la vasta campaña militar que se iniciaba por aquellas fechas, y al decir del biógrafo Indalecio Lievano Aguirre, en esos cinco días permanecido en Salamina ( antes, Punta Gorda), Bolivar gustoso de las deliciosas aventuras galas se entrevista en varias oportunidades con esta beldad llena de encantos y alegria juvenil, tratada ella como “ La madamita”, eso si, lejos de la prisión o angustia de los seres humanos; pero acosado por la guerra itinerante, el heroe marcial o Don Juan festinado embarca en las naos del destino rumbo

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