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Miranda Vida, Obra Y Pensamiento


Enviado por   •  3 de Abril de 2012  •  3.601 Palabras (15 Páginas)  •  1.139 Visitas

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Biografía de Sebastián Francisco de Miranda.

Conocido como "el primer criollo universal", Francisco de Miranda recorrió un periplo revolucionario de América a Europa que lo llevaría a participar directamente en los acontecimientos políticos universales de la época, para finalmente convertirse en precursor del sueño de Hispanoamérica libre.

Los orígenes de Francisco de Miranda fueron relativamente humildes. Su padre, Sebastián de Miranda Ravelo, nació el 12 de septiembre de 1721 en Puerto de la Cruz, población del valle de La Orotava, en Tenerife, una de las Islas Canarias y posiblemente emigró a Venezuela como consecuencia de la erupción del volcán Teide, el día 31 de diciembre de 1704, que afectó particularmente a dicha población y que después se vio asolada por la presencia de piratas ingleses, conflictos políticos y penurias económicas de las Islas Canarias. Sebastián de Miranda, por razones de nacimiento (i.e., sospechoso de ser mestizo de guanche), pertenecía a una categoría social considerada inferior a la de los blancos españoles y los criollos que se denominaba entonces blancos de orilla, y por ello trató de demostrar en un juicio real que sus orígenes eran «puros» para así poder obtener mayores privilegios sociales.

Logró llegar a Caracas y establecerse como comerciante de lienzos y, con el tiempo, contrajo matrimonio, el 24 de abril de 1749, en la Iglesia Catedral de Caracas, con la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez de Espinosa, también de origen canario y necesariamente blanca; de lo contrario, la boda no hubiera aparecido en el registro de matrimonios y sus hijos jamás hubieran podido ir a la Universidad. El primogénito de nueve hijos e hijas del matrimonio, Sebastián Francisco de Miranda nació el 28 de marzo de 1750 en Caracas. Sus hermanos se llamaron Ana Antonia, Rosa Agustina, Micaela Antonia, Miguel Francisco, Javier, Francisco Antonio, Ignacio José, Josefa María y Josefa Antonia.

El 5 de abril de 1750 fue bautizado en la Iglesia Catedral por el maestro Juan de Rada, siendo su padrino el bachiller Tomás Bautista de Melo. El 27 de diciembre del mismo año le fue administrado el sacramento de la confirmación por el obispo de Caracas, Manuel Machado y Luna. En sus inicios, la familia Miranda era económicamente modesta y vivía dentro del grupo de colonos canarios llegados a Caracas que, en costumbres, trato y nivel, formaban un núcleo aparte de los blancos criollos, los españoles y los pardos; y aunque jurídicamente no estaban discriminados, socialmente no era así.

Con el tiempo, la situación de la familia mejoró notablemente y, Sebastián de Miranda logró hacer fortuna como comerciante en Caracas, llegando a ser propietario de diversos inmuebles en la ciudad. Ya en aquellos tiempos existían roces y conflictos sociales que empezaron a crear un problema de gobernabilidad en Venezuela para las autoridades coloniales, que además tenían que aliviar las secuelas negativas de la presencia de la Compañía Guipuzcoana en la provincia.

En La Orotava, la familia Miranda era considerada gente distinguida e ilustre, a diferencia de Caracas. Buscaban pues allí posición social similar rehaciendo su fortuna mediante el trabajo, y/o llegando a obtener títulos académicos en la Universidad. Así, su padre logró además de hacer fortuna, ser nombrado Capitán del Batallón de Milicias de Blancos de Caracas pero por ser nativo de las Islas Canarias (i.e., "isleño") y comerciante, su nombramiento produjo un fuerte rechazo del estamento social conocido como mantuano, sociedad compuesta de blancos criollos, descendientes de españoles, pero nacidos cual Sebastián Francisco en territorio americano), reflejo todo ello de conflictos sociales y raciales latentes y una de las causas de la Independencia.

Pese al rechazo de los mantuanos, su padre Sebastián siempre perseveró en su empeño de mejorar la situación de la familia, de modo que además de acumular riquezas y cargos importantes, sus hijos recibieran educación universitaria.

Así, el 10 de enero de 1762, Miranda comenzó sus estudios en la Universidad de Caracas bajo la regencia del Dr. Antonio Monserrate, y durante dos años estudió latín, los inicios de la Gramática de Nebrija y el Catecismo de Ripalda.

Desde el año 1764 hasta 1766, Miranda cursó estudios en la Clase de Mayores de la misma Universidad, donde profundiza sus conocimientos de latín mediante el estudio de los escritos clásicos de Cicerón y Virgilio, completa sus estudios de la Gramática de Nebrija, nociones de historia sagrada y profana, religión, aritmética y geografía. Finalmente, realizó el curso de Artes en la Universidad de Caracas estudiando las materias de Lógica, Física y Metafísica para obtener el título de Bachiller con el que se iniciaba estudios en Teología, Jurisprudencia o Medicina. No se sabe de forma fidedigna si Miranda llegó a obtener el título de Médico y sólo se cuenta con su testimonio personal afirmando haberlo recibido en 1767, con 17 años pues, si es que nació en 1750, lo que no parece muy coherente.

Por testimonio personal de Miranda se sabe que algunos de sus maestros fueron los Doctores Domingo Velázquez, Francisco José de Urbina y Gabriel Lindo; todos ellos notables expertos en sus especialidades y con los que sin duda la educación básica de Miranda debió ser de una calidad notable. Sin embargo, a partir de 1767 se da una interrupción en los estudios de Miranda que posiblemente se vieron afectados por las circunstancias vividas por su padre.

Poco antes de cumplir los 21 años, se embarca rumbo a España, deseoso de servir en el ejército real, el 25 de enero de 1771. En Madrid Durante sus primeros días estuvo hospedado en una posada hasta que logró trasladarse a una vivienda particular en la que se instaló de forma cuidadosa e inició sus primeros estudios en la ciudad se dedica a las matemáticas, de los idiomas francés e inglés y de geografía, Miranda inició un largo periplo alrededor del mundo que duró la mayor parte de su vida. La llegada de Miranda a Madrid coincidió con una etapa de transformación urbanística de la ciudad iniciada por el rey Carlos III, que abarcó de forma directa e indirecta todos los aspectos de la vida de sus habitantes, lo que dio un impulso renovador beneficioso para la ciudad. Así Miranda contempló edificios y monumentos emblemáticos del Madrid de la época como la Fuente de Neptuno, La Cibeles, el Paseo del Prado con su museo, el Palacio del Buen Retiro, y poblaciones aledañas como El Escorial o Segovia. También comenzó entonces la elaboración de un minucioso registro con el que confeccionó su archivo personal, que alcanzó a ser de 63 volúmenes encuadernados y que llevó siempre consigo. Constituyó una biblioteca con obras de filósofos y enciclopedistas

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