Principio Laboral

PRINCIPIO I.- Según lo dispone el artículo 8 de nuestra Constitución, el Estado debe velar por “la protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas”. Entiendo que dada la relevancia de lo establecido en este artículo, el legislador dominicano quiso consagrar dentro de los principios fundamentales que deben regir la actividad laboral dominicana, la función esencial del Estado dominicano, pero esta vez enfocada desde el ámbito del derecho del trabajo.

PRINCIPIO II.- En virtud del derecho a la libertad que poseen todos los seres humanos por su condición de personas, todos los trabajadores y empleadores son libres a la hora de escoger qué profesión u oficio desarrollarán durante su vida laboral. En nuestra sociedad actual ninguna persona está legitimada para obligar a otra a realizar determinada labor. En este sentido, nuestra Constitución se manifiesta estableciendo que “a nadie se le puede obligar a hacer lo que la ley no manda ni 1 impedírsele lo que la ley no prohíbe.”

PRINCIPIO III.- Este principio se encarga de establecer el ámbito de aplicación de la Ley 16-92 o Código de Trabajo de la República Dominicana. Podemos ver que dicho ámbito

Este impacto ha sido posible en parte, gracias a la “reestructuración” del trabajo en la sociedad mundial, ya que ha dado paso a nuevas formas sociales y políticas.

El código de trabajo contiene normas de carácter sustantivo y de tipo procesal, y por ello algunos lo consideran poco desarrollado; sin embargo por los intereses que tutela y la desconfianza en cuanto a que se introduzcan cambios profundos a ésta rama jurídica a dado en algunas épocas lugar a enfrentamientos entre los distintos sectores de la producción.

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