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Simón Rodriguez


Enviado por   •  30 de Octubre de 2012  •  2.905 Palabras (12 Páginas)  •  407 Visitas

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Simón Rodríguez.

En Concepción (Chile), el eclesiástico Reinaldo Muñoz Olave en una obraque escribiera en el año 1822, sobre el Instituto de Literatura de Concepción,donde trabajó algún tiempo Don Simón, proyecta una imagen racionalista y anarquista de Rodríguez. “…leyó algunos autores anarquistas, y tomó de ellos algunas ideas avanzadas en materias políticas”. Y luego continúa refiriéndose a:“La aversión que en los sectores eclesiásticos despierta Simón Rodríguez por su pensamiento e ideologías racionalistas”.El filósofo chileno José Victorino Lastarria escribe: “Rodríguez, como losreformadores europeos, tomaba como palanca de su reforma social laeducación”. Lastarria propone que el rechazo a las reformas educativaspromovidas por Simón Rodríguez se debía, entre otras cosas, a la idea de unir conocimiento teórico y práctico, el cerebro y la mano. El educando, agrega

La tarria, tenía que participar en “fabricación de ladrillos, de adobes, de velas, y otras obras de economía doméstica”. Como a sus clases asistían clases altas, medias y bajas, entonces los padres de los niños de las clases altas resentían que la educación incluyera trabajos prácticos como ferretería, carpintería o agricultura. Me parece que la idea central de Simón Rodríguez al enfatizar la unidad del cerebro y la mano es superar la división social del trabajo y promover el amor al trabajo .Si quisiéramos encontrar diferencias entre Simón Rodríguez y Paulo Freire, sin duda que las hay. El iluminismo con el que se inicia la modernidad tiene muyen alto el valor de la ciencia y de la técnica. Las reformas educativas prohijadas por la revolución francesa ponían el énfasis en las ciencias y en los oficios como se dice la Enciclopedia. Era así porque la modernidad es laica y estaba en el esfuerzo de salir de la luz de la fe a la luz de la razón. Y esto mismo lo vemos en Simón Rodríguez. El énfasis en el trabajo manual conducía al aprendizaje de un oficio como la carpintería o la agricultura. Rodríguez aprovechó su larga estadía en Europa para aprender ciencias como la física o la química. También gustó del oficio de la imprenta. El afán de utilidad social era parte de la propuesta iluminista de la educación. Junto al aprecio por la ciencia va unida la secularización del pensamiento y el aprecio de valores humanísticos más que religiosos. Y aquíobviamente hay una diferencia grande entre Don Simón y Paulo Freire. Eleducador brasileño confesó que no había tenido necesidad de salirse delcristianismo para ser socialista o revolucionario. En cambio, Simón Rodríguez era agnóstico. Fue otro aspecto en el que chocó con la aristocracia y la burguesía andina de Chuquisaca. En los tiempos en que Simón Rodríguez vivió la ciencia era nueva y hasta revolucionaria y él participó de esa euforia. En la época de Freire, como diría Habermas, la ciencia y la técnica forman parte del sistema, e incluso de la infraestructura social de la producción tanto en el capitalismo como en el socialismo real. Hoy, agrega Habermas, la ciencia muestra explícitamente el

a priori

Tecnológico que, sin embargo, estaba claro desde sus orígenes modernos, como lo expresó con absoluta claridad Francis Bacon cuando afirmó que ‘el Conocimiento es poder’. La ciencia sigue siendo necesaria porque está unida a la industria en que se sustentan las sociedades capitalistas y socialistas. Pero ya no tiene esa mística que otrora tenía en la revolución científica moderna. Sobre este aspecto escribe Freire: “Uno de los riesgos que necesariamente correríamos alsuperar el nivel del mero conocimiento conjetural, mediante la metodizaciónrigurosa de la curiosidad, es la tentación de sobrevaluar la ciencia y menospreciar el sentido común. Es la tentación que se concretó en el cientificismo que, al postular como absolutos la fuerza y el papel de la ciencia, terminó por convertirla en casi magia”. Para Simón Rodríguez la educación fundada en las luces de la razón incluía abiertamente la razón científica moderna. Hoy, sin despreciar la ciencia somos críticos con la ciencia misma, y esta sería la posición de Freire. Simón Rodríguez, En Europa, estudió las nuevas ciencias como la física y la química. “Lo más impactante es la integración, de las artes y los oficios; ahora yano se trata de las ‘artes liberales’, de la gramáticay de la filosofía, sinoprecisamente de las artes y los oficios que ya habíamos visto, primerotímidamente y después cada vez más ardidamente, reivindicar su lugar y su dignidad en la formación y en la actividad del hombre. El mismo título de la

Enciclopedia. Es ya un programa revolucionario”. En lugar de artes liberales reimplanta la ciencia experimental y las artes mecánicas. Y como hemos visto, Rodríguez le dio importancia al aprendizaje de oficios. Durante el periodo de La revolución francesa se introdujo una reforma educativa tendente a la promoción de la ciencia y la técnica. El afán de utilidad social era parte de la propuesta iluminista de la educación. La realidad social de los países latinoamericanos en que vivieron fue siempre el referente omnipresente de su pensamiento y su praxis. Para ambos pensadores la educación se inserta en los procesos de liberación latinoamericana. Para Freire la liberación es también búsqueda de utopía. Escribe Ángel Rama “La vigencia del pensamiento de Simón Rodríguez, que hoy resplandece intacto como si acabara de formularse para las sociedades del presente, se debe tanto a su constitutivo fundamento democrático, elaborado en el crisol optimista del iluminismo y de la

Revolución emancipadora, como al fracaso de los estados nacidos de laIndependencia para llevar a cabo las doctrinas de redención social que animaron al movimiento liberador”. Simón Rodríguez llega en el momento de desaliento que siguió a la guerra de independencia y que llevó a Bolívar a exclamar “He arado en el mar”. Percibió los errores que se habían infiltrado en la práctica política y gubernamental latinoamericana. Las prácticas coloniales continúan después de la Independencia. Rodríguez piensa en las condiciones de un desarrollo propio, inventivo y no imitativo. No es el egoísmo individual el que debe triunfar, ni el afán de riquezas. La felicidad la encontramos acordando mi pensar con el pensar común. El interés general es lo que debe primar. La nueva sociedad debía fundarse en un nuevo orden social, superando las jerarquías sociales heredadas de la época colonial. La nueva base social debía ser democrática. En breve, el iluminismo de Simón Rodríguez se caracteriza por la confianza en la razón como potencia humana que nos faculta en el arte de pensar; creencia radical en la libertad humana

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