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Vida Y Obra De Florence Nightingale


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2013  •  6.573 Palabras (27 Páginas)  •  1.099 Visitas

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Sobre la Vida y obra de Florence Nightingale

Florence Nightingale

Nacida: 12 de mayo de 1820 en Florencia, Italia

Murió: 13 de agosto de 1910 en East Wellow, Inglaterra

La pequeña fue bautizada como Florence en honor a la ciudad de Florencia, donde vino al mundo.

Sobre los padres de Florence

Su padre, William Nightingale de Embly Park, un Unitario estaba involucrado en el movimiento contra la esclavitud y era un fiel creyente en que las mujeres, especialmente sus hijas, deberían obtener una educación completa. William Nightingale se apellidaba Shore pero lo cambió a Nightingale después de heredar de un pariente rico, Peter Nightingale de Lea, cerca de Matlock, Derbyshire.

La madre de Florence, Fanny Nightingale, también provenía de una familia fielmente Unitaria. Ella era una mujer dominante que estaba primordialmente preocupada con la búsqueda de un buen marido para su hija.

En su luna de miel recorrieron durante dos años las principales ciudades europeas. En el transcurso de sus viajes nació su primera hija, Frances Parthnope -futura lady Verney-, en Nápoles, y un año después llegaba al mundo Florence, en la hermosa capital Toscaza.

Educación de Florence

El padre de Florence antiguo alumno de la Universidad de Cambrige, estaba convencido de que las mujeres –y especialmente sus hijas- debían recibir una completa educación, al igual que los varones. Hasta los diez años, las niñas fueron educadas por una severa institutriz, pero a partir de ese momento fue su propio padre quien les enseño italiano, latín, griego, Historia y Matemáticas. Florence había sido una niña enfermiza, tímida y triste, pero siempre mostró un enorme interés por aprender. Pronto se revelaría como una magnifica estudiante, sobre todo, en matemáticas, llegando a convencer a sus padres para que le permitiesen aprender con diferentes tutores aritmética, geometría y algebra. ¡Que poco imaginaba entonces la aplicada alumna que estos conocimientos le serían de gran utilidad para llevar a cabo su innovadora reforma hospitalaria!

Cuando Florence Nightingale tenía unos cinco años su padre compró una casa llamada Embley cerca de Romsey en Hampshire. Los Nightingale pasaban tres meses en Londres durante la temporada de bailes y fiestas y el resto del año dividían sus tiempos entre sus dos residencias campestres: en verano se instalaban en Lea Hurst, en Derbyshire, y en invierno se desplazaban a la mansión familiar de Embley Park, en Hampshire. Al viajar entre estos lugares visitaban Londres, la Isla de Wight y a parientes.

En un principio, la educación de Parthenope y Florence estuvo en manos de una institutriz, después su padre, asumió esa responsabilidad. A Nightingale le encantaban sus lecciones y tenía una habilidad natural para estudiar. Bajo la influencia de su padre Nightingale se familiarizó con los clásicos, Euclides, Aristóteles, la Biblia y temas políticos. Ella y su hermana aprendieron Italiano, Latín, Griego, Historia y Matemática de su padre y su tía, así como de otros tutores.

En 1840, Florence Nightingale le rogó a sus padres "que la dejaran estudiar matemáticas en vez del trabajo repetitivo y la práctica de cuadrillas". Su madre "no lo aprobó, ya que las tareas del hogar no deberían descuidarse por la matemática". Ella asumía que el destino de su hija era casarse y , "¿qué utilidad tendrían las matemáticas para una mujer casada?" Su padre, a pesar de amar la matemática y habérselo transmitido a su hija, le pidió que estudiara temas más apropiados (para una mujer), tales como "historia o filosofía, natural y moral". Florence expresó su preferencia por la matemática diciendo: "Yo no creo que pueda tener tanto éxito en nada que requiera velocidad, así como en algo que solo requiera trabajo."

La Juventud de Florence

Solo después de grandes batallas emocionales se le permitió a Florence tener tutores en matemática. (uno de sus tutores fue J.J. Sylvester) Ella aprendió aritmética, geometría, álgebra y, antes de involucrarse en la enfermería, se dedicó a ser tutora de niños en esos campos. En el Museo Británico, se puede encontrar uno de sus planes de lecciones en manuscrita (incluyendo problemas basados en las vidas de los niños que ella enseñaba) para la enseñanza de la aritmética y la geometría. Ella coloca ejemplos con venados para explicar a futuras maestras "que deben escribir notas de todas las lecciones que van a dar en la semana entrante (que no deben nunca darlas sin preparación) de todo lo que dirán...dígales que usted se preparó".

Su plan de lecciones muestra preocupación por la educación de las niñas. "La aritmética de las niñas ha sido descuidada....su geografía debería ser aritmética". Ella ejemplifica el proceso en sus notas:

¿Qué tan alto es un venado? ¿Es usted tan alta? ¿Que tan alta es usted? Tres pies...¿Cuánto es eso? Una yarda... ¿Es usted cuadrúpeda? ¿Qué tan lejos está la parte más nórdica de Europa del Ecuador? ¿Qué tan lejos tiene que caminar a la escuela? Dos millas....ahora, ¿si usted tuviera que caminar dos millas geográficas cada día, cuanto tendría que caminar para llegar al Ecuador?

Claramente ella personificaba la enseñanza basada en el cuestionamiento. En años posteriores, cuando ella escribió sobre enfermería, expresó la esperanza de que la memoria de Sócrates pudiera ayudarle en el arte de cuestionar, para que "aquellos que me lean aprendan no de mí, sino de ellos mismos".

Educada en semejante ambiente era lógico pensar que Florence al igual que su hermana y otras muchachas de su posición social, acabaría casándose con un caballero respetable y viviendo en una confortable mansión de la campiña inglesa, rodeada de niños. Pero la señorita Nighthingale, que se había convertido en una atractiva, inteligente y extremadamente culta tenía otros planes. A medida que pasaban los años se mostraba inquieta y angustiada; en sus diarios anotaba que no era feliz y que en su interior se sentía muy desdichada. El 7 de Febrero de 1837, mientras paseaba por los jardines de Embley Park, sintió la llamada de Dios, y escribiría: . El problema es que Florence no sabía muy bien que camino tomar para satisfacer esta llamada, que cada vez sentía más fuerte en su interior.

El despertar de su vocación por la enfermería

Cuando a los

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