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Accidentes Nucleares


Enviado por   •  7 de Agosto de 2012  •  3.816 Palabras (16 Páginas)  •  768 Visitas

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ACCIDENTES TOXICOS

YANIRIS GONZÁLEZ

Estudiante

JOSE ULISES VIDAL GÓMEZ

Docente

UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA EXTENSION MAICAO

IV SEMESTRE DE SALUD OCUPACIONAL

MANEJO DE SUSTANCIAS QUÍMICAS

AÑO 2012

INTRODUCCIÓN.

En la industria y en la sociedad en general, se emplean cientos de miles de productos químicos diferentes que van cada día en ascenso, de los cuales muchos son tóxicos para el hombre, animales y plantas, y una parte considerable de ellos, con toxicidad elevada, son dañinos a baja concentración. En muchas ocasiones se han observado ejemplos dramáticos de esta toxicidad, están los casos de Bhopal, India, el 3 de diciembre de 1984 que dejó un saldo de 10 000 muertos y 200 000 intoxicados.

ACCIDENTE FUKUSHIMA

Según la información disponible, luego del terremoto que azotó Japón el 11 de marzo (alrededor de las 14:45 horas, tiempo de Japón), los reactores nucleares fueron apagados, introduciendo largas piezas de metal llamadas barras de control.

Sin embargo, las barras de combustible del reactor (largas cápsulas de una aleación denominada zircaloy rellenas de pastillas con dióxido de uranio) requieren de algunas horas para terminar completamente las reacciones de fisión en su interior, lo que mantiene al núcleo del reactor a cientos de grados centígrados.

El tsunami que alcanzó la central Fukushima Daiichi una hora después tenía alrededor de ocho metros de altura e inundó los cuartos de máquinas donde se halla el grupo de generadores eléctricos que constituían la segunda fuente de electricidad que mantenía el agua circulando en el núcleo del reactor. La energía de la misma planta se apagó tras el sismo.

La planta de Fukushima contaba con un tercer sistema de baterías para mantener las bombas de agua operando, pero al parecer, tres horas después del terremoto dichas baterías agotaron su carga y las bombas de agua se apagaron, con lo que la temperatura del núcleo en tres de los seis reactores (específicamente en los reactores 1, 2 y 3) se elevó a más de 1,200 grados centígrados, lo que hizo que el vapor dentro del núcleo reaccionara con el zircaloy de las barras de control y generara grandes cantidades de hidrógeno.

Ante la situación, los operadores de la planta decidieron la mañana del 12 de marzo tomar una decisión de emergencia: enviar el hidrógeno que se estaba formando en el núcleo del reactor hacia el edificio de contención secundria (que es el edificio externo del reactor). Debido a que el hidrógeno en contacto con el aire reacciona con violencia, una serie de explosiones dañaron en diverso grado los edificios de los tres reactores.

Aún no está claro el daño ocurrido en los reactores nucleares afectados, pero es posible que se hayan creado grietas y fracturas en las estructura de contención primaria (estructura de hormigón que contiene la vasija del reactor) además del daño de los edificios, por donde la radiactividad y el agua de mar inyectada para enfriar el reactor tras la emergencia se han fugado al medio ambiente.

El accidente de Fukushima no es del mismo tipo que el de Chernóbil, y de hecho presentan diferencias fundamentales. El reactor de Chernóbil no tenía una estructura de confinamiento primario (envase de concreto y varilla reforzada de más de metro y medio de grosor que rodea la vasija metálica del reactor), por lo que una explosión lanzó toneladas de material radiactivo directamente al exterior.

Otra diferencia fue que las barras de combustible del reactor de Chernóbil estaban rodeadas de grafito (una forma de carbono) por lo que al aumentar la temperatura de las barras de combustible, el grafito se incendió, quemando buena parte del combustible y liberándolo a la atmósfera.

En el caso de Fukushima, las explosiones no se han presentado en el núcleo del reactor (contrario a lo ocurrido en Chernóbil donde el núcleo estalló) y todo el material radiactivo sigue confinado dentro de la vasija de acero, a su vez inserta dentro del contenedor primario.

No se pueden descartar fracturas o grietas en las estructuras de los reactores afectados, pero es muy improbable que ocurra algo cercano a la explosión que destruyó por completo el reactor 4 de la central de Chernóbil en abril de 1986.

Las mediciones realizadas han detectado tres elementos radiactivos afuera de la central de Fukushima: Yodo 131, Cesio 137 y Estroncio 90. El yodo 131 es el que más preocupación ha causado debido a que los seres vivos lo absorben con facilidad y a que se ha liberado en agua filtrada por grietas en reactores dañados.

Sin embargo, su vida media (el tiempo que pasa para que pierda la mitad de su radiactividad) es de apenas ocho días, además de que se está disolviendo en la enorme masa de agua del océano Pacífico.

El cesio 137 tiene una vida media de 30 años y el estroncio 90 de 28.8 años, pero las mediciones indican que la mayor parte de la liberación de estas sustancias ha ocurrido dentro de los edificios de la central de Fukushima, por lo que su dispersión en el ambiente ha sido por debajo de los límites de seguridad.

Ocasionalmente se ha escuchado que las autoridades niponas han retirado lotes de alimentos y se han ordenado evacuaciones, pero esto ha sido por cumplimiento de normas internacionales preventivas más que por un peligro inminente a la salud.

La radiactividad es una forma de energía no muy diferente a la luz solar. Algunos tipos de radiación (como la radiación gamma) atraviesan la piel, penetran las células y chocan con los átomos del material genético celular, dañándolo al punto que las células no pueden funcionar correctamente y mueren o causan falla del organismo o, cuando las concentraciones de radiactividad son menores, aumentan la posibilidad de desarrollar

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