Ambiente Sano

AMBIENTE SANO

Ahora que la mayoría de los gobiernos en el mundo, dicen encontrarse muy preocupados por el medio ambiente y su deterioro, deberían voltear su mirada al planteamiento novedoso de defensa de la naturaleza que hace Ecuador, pues es la primera constitución en dar uno de esos elementos que la distinguen es su reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos, establecer expresamente que es ella la que tiene el derecho de que se respete integralmente. En el artículo 14 de la constitución del ecuador, señala que “Establece que el pueblo de Ecuador decide construir una nueva forma de convivencia humana en una ambiente sano y ecológicamente equilibrado, para garantizar la sostenibilidad para alcanzar el buen vivir, el sumak kawsay”.

Regularmente quienes son sujetos de derechos son los ciudadanos o todos los seres humanos, desde ese enfoque, son todos ellos los que tienen el derecho de desarrollarse en un medio ambiente sano, es a ellos a los que el Estado y sus órganos están obligados a garantizarles un ecosistema saludable, la biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, para quienes disfruten de ella.

Una intención: Preservación de la naturaleza, la Pacha Mama como expresamente lo establece precisamente de los seres humanos; de todo aquél que pretenda hacer daño, incluso en nombre del “desarrollo” y el “progreso”, argumentando, la recuperación de los espacios naturales degradados, cambiar el rumbo de los ríos, la deforestación o cualquier otra actividad económica que atenta contra ella.

Se cuestionará, seguramente, cómo es que el ambiente se puede defender ante el incumpliendo de estos derechos; para su defensa, la constitución prevé que cualquier persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigirle a la autoridad pública que haga valer los derechos que tiene el ambiente.

La Constitución de Ecuador nos ofrece una lección de excelente arquitectura jurídica transformadora y emancipadora. El reto está planteado, ahora los movimientos sociales organizados y, sobre todo, los defensores de un AMBIENTE SANO, deberán hacer uso de este nuevo derecho para que no se convierta en letra muerta; para obligar al Estado ecuatoriano a cumplir con lo que le ha obligado la Constitución: preservar lo más preciado, lo que es de todos y de ella mismo, Ecosistema.

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