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Anatomio Y Fisiologia Del Sistema Digestivo


Enviado por   •  30 de Abril de 2013  •  2.870 Palabras (12 Páginas)  •  506 Visitas

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ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

El sistema nervioso está formado por un conjunto de órganos de alta complejidad encargados de ejercer, junto con el sistema endócrino, el control de todo el cuerpo. La unidad fundamental del sistema nervioso es la neurona, adaptada para captar, procesar y conducir innumerables estímulos mediante señales electroquímicas provenientes de distintas áreas sensoriales y transformarlos en diferentes respuestas orgánicas.

El sistema nervioso cumple funciones sensitivas, de integración y funciones motoras. La función sensitiva se advierte al captar estímulos internos (náuseas, mareos) o estímulos externos, por ejemplo al percibir determinados olores o al tocar algún objeto muy caliente. Esas sensaciones son procesadas en forma integral para determinar los pasos a seguir de acuerdo a la intensidad de los estímulos detectados. Luego, la función motora actúa produciendo diversos grados de contracciones musculares o bien estimulando la secreción de las glándulas endócrinas o exócrinas.

Para una mejor descripción, el sistema nervioso se divide en sistema nervioso central y sistema nervioso periférico. El sistema nervioso central tiene por función la producción y control de las respuestas ante todos los estímulos externos e internos del organismo. El sistema nervioso periférico, formado por nervios craneales y raquídeos, actúa como nexo entre el sistema nervioso central y todos los órganos del cuerpo.

ANATOMIA Y FISIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO AUTONOMO

El sistema nervioso autónomo, junto con el sistema nervioso somático, forma parte del sistema nervioso periférico. El sistema nervioso autónomo o vegetativo controla y regula todas las actividades metabólicas del organismo, con lo cual es de suma importancia la relación que tiene con el sistema endocrino. Se activa a través de centros nerviosos ubicados en áreas de la corteza cerebral, en el hipotálamo, en el tronco encefálico y en la médula espinal. Tiene la característica de ser eferente, donde los impulsos se dirigen desde el sistema nervioso central hacia los órganos periféricos.

El sistema nervioso autónomo se distribuye por todo el sistema nervioso central y somático. Se encarga de regular las acciones involuntarias, inervando las musculaturas lisa y estriada cardíaca. Interviene en la secreción de estructuras glandulares, en la contracción y dilatación arteriovenosa, en la motilidad gastrointestinal, en la regulación de la frecuencia cardíaca, en la dilatación y contracción de las pupilas y en los procesos respiratorios, circulatorios y digestivos. Además controla en forma parcial la tensión arterial, la temperatura del organismo, la sudoración y el vaciado de la vejiga, entre muchas acciones más. Como puede notarse, regula el funcionamiento visceral al procesar y controlar la información inconsciente o involuntaria en coordinación con el sistema nervioso central. Las fibras nerviosas que emergen del sistema nervioso central hacen sinapsis con las neuronas presentes en estructuras ganglionares autónomas en lugar de arribar directamente a los órganos efectores, como sucede en el sistema nervioso somático. Es por ello que se reconocen fibras preganglionares (presinápticas) que nacen del cerebro o de la médula espinal y fibras posganglionares (possinápticas) que llegan a los músculos lisos y cardíacos de los distintos órganos efectores internos.

El sistema nervioso autónomo está formado por dos componentes, el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático. Ambos están conformados por neuronas que dan origen a fibras nerviosas pre y posganglionares, ganglios autónomos y plexos nerviosos. Tanto el componente simpático como el parasimpático poseen fibras nerviosas aferentes y eferentes. La actividad del sistema simpático requiere gasto de energía, mientras que el parasimpático la conserva. La mayoría de los órganos del cuerpo reciben inervación simpática y parasimpática, con respuestas casi siempre opuestas.

ANATOMÍA SISTEMA NERVIOSO PARASIMPÁTICO

Se origina a partir del tronco encefálico (mesencéfalo, puente de Varolio y bulbo raquídeo) y del segmento sacro de la médula espinal, con lo cual tiene una distribución craneosacra. Desde el sistema nervioso central, las fibras nerviosas preganglionares del sistema parasimpático se originan en los núcleos de los pares craneales IIIº, VIIº, IXº y Xº, y en los nervios espinales sacros segundo, tercero y cuarto (S2 a S4). La mayoría de las fibras nerviosas parasimpáticas están contenidas en el nervio neumogástrico o nervio vago (Xº par), que inerva todas las estructuras contenidas en las cavidades torácica y abdominal. Los ganglios que contiene el parasimpático son más pequeños que los del sistema simpático. Se ubican en las paredes de las vísceras, con lo cual las fibras preganglionares, procedentes del tronco encefálico y del segmento sacro de la médula espinal son mucho más largas que las del sistema simpático. Llegan sin interrupciones hasta la superficie de la estructura que han de inervar para establecer sinapsis con los somas neuronales. De las paredes nacen las fibras posganglionares parasimpáticas, más cortas que las del simpático, que se ramifican inervando al respectivo órgano. En la parte craneal, las vías preganglionares del parasimpático se ubican en núcleos viscerales del tronco encefálico. Las fibras preganglionares del nervio motor ocular común (IIIº par) hacen sinapsis con los somas neuronales del ganglio ciliar, donde nacen las fibras nerviosas posganglionares que van a inervar los músculos extrínsecos del ojo y los esfínteres pupilares. Las fibras preganglionares del nervio facial (VIIº par) hacen sinapsis en el ganglio pterigopalatino y submandibular. Las fibras posganglionares llegan hasta las glándulas lagrimales y nasales, y hasta las glándulas salivales submandibulares y sublinguales. Las fibras preganglionares correspondientes al nervio craneal glosofaríngeo (IXº par) hacen sinapsis y van a inervar las glándulas parótidas. El nervio vago transporta la mayor cantidad de fibras preganglionares parasimpáticas. En su recorrido descendente envía fibras nerviosas hacia la faringe, laringe, tráquea, bronquios, pulmones, bazo, esófago, estómago, intestino delgado, hígado, páncreas, ciego, colon ascendente y colon transverso. Las fibras preganglionares se dirigen a los ganglios y plexos ubicados en el interior de los órganos mencionados. Las fibras preganglionares procedentes de la porción S2-S4 de la médula espinal van por las ramas ventrales de los correspondientes nervios espinales y hacen sinapsis en los plexos viscerales pelvianos, donde las fibras nerviosas posganglionares del nervio pélvico van a inervar al colon descendente, al recto, la vejiga urinaria y los órganos reproductores.

SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO

Está formado por una serie de ganglios situados en anterolateral (ventrolateral) de la columna vertebral, hacia los dos lados y de manera simétrica. El grupo de ganglios permanece unido por fibras nerviosas longitudinales, lo que da lugar a la formación de dos troncos llamados cadena del simpático, que se extienden desde la base del cráneo hasta el cóccix. Cada cadena del simpático está formada por tres ganglios cervicales (superior, medio e inferior), once o doce ganglios torácicos, cinco lumbares y cinco sacros. El ganglio cervical inferior puede unirse al primer ganglio torácico, formando el llamado ganglio estrellado. Los ganglios se unen a los nervios espinales mediante ramos comunicantes que emergen del propio nervio o de sus ramas ventrales. Los ramos comunicantes pueden ser blancos, por donde pasan fibras nerviosas mielínicas, o grises con fibras nerviosas amielínicas. Todos los nervios espinales torácicos y los dos primeros nervios lumbares emiten los dos tipos de ramos comunicantes. Los nervios espinales lumbares del tercero al quinto, los nervios sacros y los coccígeos poseen tan solo ramos comunicantes grises.

Los nervios del sistema simpático se originan en la médula espinal. Los cuerpos neuronales preganglionares se ubican dentro del asta intermedio lateral de la sustancia gris. Estos somas se conectan con axones descendentes autónomos originados en centros nerviosos de la corteza cerebral, del hipotálamo y del bulbo raquídeo. Sus fibras axónicas eferentes emergen del asta ventral (anterior) de la médula espinal en el tramo que va desde el primer segmento torácico hasta el segundo segmento lumbar (T1-L2). Es así como acompañan a las fibras somáticas motoras de los doce pares de nervios espinales torácicos y de los dos primeros pares de nervios espinales lumbares. Tras un breve trayecto, las fibras simpáticas preganglionares abandonan el nervio espinal por el ramo comunicante blanco para llegar a los ganglios paravertebrales de la cadena simpática. Una vez dentro del ganglio, las fibras simpáticas preganglionares pueden:

-Efectuar sinapsis con las células neuronales posganglionares. Las fibras posganglionares se dirigen al nervio raquídeo a través del ramo comunicante gris (1 en el esquema de abajo).

-Continuar desplazándose en forma ascendente (hacia craneal) o descendente (hacia caudal) por la cadena ganglionar simpática hasta llegar a otros ganglios para hacer sinapsis por encima o por debajo del ganglio por el que ingresaron (2 en el esquema).

-Continuar su trayecto dentro de la cadena simpática hasta los ganglios prevertebrales o colaterales para establecer sinapsis con las neuronas presentes en su interior (3 en el esquema). Los ganglios prevertebrales se sitúan fuera de la cadena simpática, por delante de la arteria aorta. También son llamados ganglios preaórticos o colaterales. Algunos ejemplos de estos ganglios son los cervicales, los ganglios celíacos, mesentéricos o aórtico.

De acuerdo a lo señalado, las fibras nerviosas posganglionares se originan en los ganglios paravertebrales o en los ganglios prevertebrales. Aquellas que van por el ramo comunicante gris son de muy fino calibre. Se dirigen hacia diversas zonas del cuerpo junto con los nervios espinales que inervan a los músculos esqueléticos. Tienen por función controlar la actividad de los vasos sanguíneos, los músculos erectores del pelo y las glándulas sudoríparas. Estas pequeñas fibras posganglionares representan el 8-10% de las fibras contenidas en los nervios esqueléticos.

En general, las fibras nerviosas preganglionares del sistema simpático son más cortas que las fibras posganglionares, debido a que el segundo cuerpo neuronal, dentro del ganglio paravertebral, está más cerca de la médula espinal. No obstante, cuando la sinapsis se produce en ganglios colaterales, las fibras preganglionares resultan más largas. Llegan a los ganglios colaterales por medio de nervios llamados esplácnicos (viscerales) que se originan en la región torácica. El nervio esplácnico mayor surge de los segmentos torácicos quinto al noveno (T5-T9), aunque esta disposición es variable según algunos autores. Atraviesa el diafragma para llegar al ganglio paravertebral. El nervio esplácnico menor nace del segmento T10-T11 y el nervio esplácnico inferior del segmento T12.

EL CEREBRO HUMANO

es el centro del sistema nervioso, siendo un órgano muy complejo. Encerrado en el cráneo, tiene la misma estructura general que los cerebros de otros mamíferos, pero es más de tres veces mayor que el cerebro de otros mamíferos con un tamaño corporal equivalente.1 La mayor parte la constituye la corteza cerebral, una capa de tejido neuronal plegado que cubre la superficie del prosencéfalo. Especialmente amplios son los lóbulos frontales, que están asociados con funciones ejecutivas, tales como el autocontrol, la planificación, el razonamiento y el pensamiento abstracto. La parte del cerebro asociada a la visión está también muy agrandada en los seres humanos.

El cerebro humano ejerce una gran cantidad de tareas, de manera general se puede afirmar que se encarga tanto de regular y mantener las funciones del cuerpo como de ser el órgano donde reside la mente y la conciencia del individuo.

La evolución del cerebro, desde los primeros mamíferos similares a las musarañas a través de los primates hasta los homínidos, se caracteriza por un aumento constante en la encefalización(en), o la relación del cerebro con el tamaño corporal. Se ha estimado que el cerebro humano contiene de 50 a 100 mil millones (1011) de neuronas, de las cuales cerca de 10 mil millones (1010) son células piramidales(en) corticales. Estas células transmiten las señales a través de hasta 1000 billones (1015) de conexiones sinápticas.2

El cerebro controla y regula las acciones y reacciones del cuerpo. Recibe continuamente información sensorial, rápidamente analiza estos datos y luego responde, controlando las acciones y funciones corporales. El tronco encefálico controla la respiración, el ritmo cardíaco, y otros procesos autónomos. El neocórtex es el centro del pensamiento de orden superior, del aprendizaje y de la memoria. El cerebelo es responsable del equilibrio corporal, coordinando la postura y el movimiento.

El cerebelo

(del latín "cerebro pequeño"; PNA: cerebellum) es una región del encéfalo cuya función principal es de integrar las vías sensitivas y las vías motoras. Existe una gran cantidad de haces nerviosos que conectan el cerebelo con otras estructuras encefálicas y con la médula espinal. El cerebelo integra toda la información recibida para precisar y controlar las órdenes que la corteza cerebral manda al aparato locomotor a través de las vías motoras.

Por ello, lesiones a nivel del cerebelo no suelen causar parálisis pero sí desordenes relacionados con la ejecución de movimientos precisos, mantenimiento del equilibrio, la postura y aprendizaje motor. Los primeros estudios realizados por fisiólogos en el siglo XVIII indicaban que aquellos pacientes con daño cerebelar mostraban problemas de coordinación motora y movimiento. Durante el siglo XIX comenzaron a realizarse los primeros experimentos funcionales, causando lesiones o ablaciones cerebelares en animales.

El tronco del encéfalo

es la unión del mesencéfalo, la protuberancia anular (o puente troncoencefálico) y el bulbo raquídeo . Es la mayor ruta de comunicación entre el cerebro anterior, la médula espinal y los nervios periféricos. También controla varias funciones incluyendo la respiración, regulación del ritmo cardíaco y aspectos primarios de la localización del sonido. Formado por sustancia gris y blanca. La sustancia gris forma núcleos dentro de la sustancia blanca, que se pueden subdividir en tres tipos:

1. Centros segmentarios que representan el origen real de los pares craneales.

2. Núcleos del tronco cerebral que incluyen:

1. Relevos de vías sensitivas.

2. Origen de vías de asociación del tronco cerebral.

3. Origen de vías motoras involuntarias (vía extrapiramidal).

3. Formación o sustancia reticular: conjunto de neuronas que ejerciendo un efecto facilitador o inhibidor interviene en varios procesos como, por ejemplo, el estado de sueño-vigilia.

EL BULBO RAQUÍDEO

Está situado en la nuca, por debajo de la protuberancia, delante y debajo del cerebelo, y por arriba de la medula espinal.

Su importancia radica en que tiene en la sustancia reticular los centros vitales de la respiración y la circulación. Por él pasan todas las corrientes sensitivas que suben desde la medula hasta el cerebro y el cerebelo, procentes del tronco y de las extremidades y bajan también las corrientes motoras que desde el cerebro y el cerebelo se dirigen a todas las partes del cuerpo. Una lesión en el bulbo raquídeo ocasiona la muerte instantáneamente.

Funciones del Bulbo Raquídeo:

• Control de la respiración mediante los centros respiratorios.

• Control de la respiración mediante los centros respiratorios.

• Control cardiovascular por aumento o disminución de la frecuencia cardíaca, vasodilatación o vasoconstricción arterial.

• Control de la deglución, náusea y vomito.

• Activa la vía piramidal (fibras nerviosas que descienden de la corteza cerebral a las astas anteriores de la medula espinal).

• Control sobre el sistema del despertar.

• Interviene en la fonación.

• Controla el equilibrio y los movimientos extraoculares.

• Ejerce cierto control sobre la micción.

La médula espinal

es un largo cordón blanquecino localizado en el canal vertebral, encargada de llevar impulsos nerviosos a los 31 pares de nervios raquídeos, comunicando el encéfalo con el cuerpo, mediante dos funciones básicas: la aferente, en la que son llevadas sensaciones sensitivas del tronco, cuello y los cuatro miembros hacia el cerebro, y la eferente, en la que el cerebro ordena a los órganos efectores realizar determinada acción, llevando estos impulsos hacia el tronco, cuello y miembros. Entre sus funciones también encontramos el control de movimientos inmediatos y vegetativos, como el acto reflejo, el Sistema Nervioso Simpático y el Parasimpático.

Los nervios craneales o pares craneales

son los doce pares de nervios que parten de la base del cerebro o a nivel del tronco del encéfalo y emergen por los agujeros de la base del cráneo, distribuyéndose por la cabeza, el cuello, el tórax y el abdomen. La Nomenclatura Anatómica Internacional incluye al nervio terminal como nervio craneal, a pesar de ser atrófico en los humanos y estar estrechamente relacionado con el nervio olfatorio.

Los nervios craneales tienen un origen aparente que es el lugar donde el mismo sale o entra en el encéfalo. El origen real es distinto de acuerdo a la función que cumplan. Las fibras de los pares craneales con función motora (eferente) se originan de grupos celulares que se encuentran en la profundidad del tallo encefálico (núcleos motores) y son homólogas de las células del asta anterior de la médula espinal.

Las neuronas

(del griego νεῦρον, cuerda, nervio1 ) son un tipo de células del sistema nervioso cuya principal función es la excitabilidad eléctrica de su membrana plasmática; están especializadas en la recepción de estímulos y conducción del impulso nervioso (en forma de potencial de acción) entre ellas o con otros tipos celulares, como por ejemplo las fibras musculares de la placa motora. Altamente diferenciadas, la mayoría de las neuronas no se dividen una vez alcanzada su madurez; no obstante, una minoría sí lo hace.2 Las neuronas presentan unas características morfológicas típicas que sustentan sus funciones: un cuerpo celular llamado soma o «pericarion», central; una o varias prolongaciones cortas que generalmente transmiten impulsos hacia el soma celular, denominadas dendritas; y una prolongación larga, denominada axón o «cilindroeje», que conduce los impulsos desde el soma hacia otra neurona u órgano diana.

Encéfalo

El Sistema Nervioso es, junto con el Sistema Endocrino, el rector y coordinador de todas las actividades, conscientes e inconscientes del organismo, consta del sistema cerebroespinal (encéfalo y médula espinal), los nervios y el sistema vegetativo o autónomo.

El encéfalo es la masa nerviosa contenida dentro del cráneo. Está envuelta por las meninges, que son tres membranas llamadas: duramadre, piamadre y aracnoides. El encéfalo consta de tres partes más voluminosas: cerebro, cerebelo y bulbo raquídeo, y otras más pequeñas: el diéncéfalo, con el hipotálamo (en conexión con la hipófisis del Sistema Endocrino) y el mesencéfalo con los tubérculos cuadrigéminos. En su interior hay ventrículos cerebrales llenos de líquido cefalorraquídeo.

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