Ciencia Ficcion

Nacimiento

¡¡Blúmmm!! Hubo una gran explosión, de la nada un todo, el todo se dividió en fracciones impulsadas por la fuerza que se había puesto en movimiento dispersándose por uno de los sistemas. El calor y el frío coincidieron en una de las dimensiones con estas piezas de un esquema perfecto ordenado con la mayor de las precisiones por una inteligencia infinita. Lo que estaba pasando ya había pasado, por lo que en algún momento fue lo que iba a pasar. Cada una de las fracciones según características particulares tomó cualidades distintas. El astro principal de este sistema comenzó a arder, uno de los planetas que circulaban alrededor de éste adoptó varias formas: Agua, aire, tierra y fuego, el sol derritió los hielos, el agua alimentó las semillas de la generación dando vida a la sustancia sensible, adornando la creación con hermosos paisajes de lagos mares y ríos de aguas cristalinas, agradables ventiscas suaves, montañas y extensas tierras de sobriedad. De la combinación de estas sustancias deseosas de fertilizar nació la vegetación, incrementando la belleza con campos frescos y verdes, frutos coloridos, aromas y sabores. De la separación de estas combinaciones los primeros cuerpos, los animales, dotados de sentidos, salvajes, instintivos, sin sentido común para discernir sobre el bien y el mal, pero siguiendo un sistema lógico de supervivencia, exentos de maldad, durante siglos el planeta fue imagen de la máxima expresión del amor, nada interfería en el desarrollo del plan universal, pero no conforme con esto la fuerza divina creó de la evolución de los animales, una raza particular a la que se le concedió asimilar con autonomía una porción de la inteligencia infinita, lo que implicaba el brindar libertad en la toma de decisiones, demostrando así la fe por parte de la energía superior en esta exclusiva forma de existencia, "el hombre", intentando crear un fiel reflejo de su imagen de perfección, la única clave para continuar en armonía era el correcto enfoque de su particular capacidad... no se sabe que fue lo que salió mal, o donde estuvo el error pero el hombre adoptó una posición arrogante frente a las demás formas de vida al considerarse superior de acuerdo a su cualidad de pensamiento más desarrollada y así mismo frente a su creador quien formaba parte en esencia de toda forma de existencia, el hombre habiendo tomado la elección errada se consideró con autoridad suficiente como para decidir subjetivamente según sus conveniencias y no de acuerdo al sentido común altruista que poco a poco fue tapando de egoísmo, y otros sentimientos negativos, hasta el momento inexistentes. Llevando por un cauce equivocado el verdadero sentido de la existencia, el hombre dividió las tierras con el único fin de sentirse más poderoso al ampliar sus posesiones, puso precio a los frutos prefiriendo dejarlos pudrir antes que quitar el hambre a sus iguales

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