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Concepto Y Poder


Enviado por   •  31 de Mayo de 2015  •  1.838 Palabras (8 Páginas)  •  147 Visitas

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b) El estado, el poder y el sistema político.(1)

Estado: es el concepto con mayor vigencia tradicional como concepto general de los estudios políticos.

Desde la antigüedad, la "polis", la "civitas", la "res publica"; y finalmente, desde la modernidad, "lo stato", ha estado en el centro de toda reflexión sistemática sobre la política. Es, en realidad, bastante reciente el cuestionamiento que intenta desplazarlo de esa ubicación central; y por otra parte, la crisis del paradigma funcionalista que lo cuestionaba, ha vuelto a otorgarle una importancia prominente, como lo ha reconocido, con gran honestidad intelectual, nada menos que David Easton, el autor de la más difundida teoría sistémica política.

Tradicionalmente el estado ha sido definido por tres elementos: el territorio, el pueblo y el poder político. Algunos autores proponen agregar un cuarto elemento: la legitimidad, lo que nos parece bastante cuestionable porque siempre, en todo sistema político, hay quienes cuestionan su legitimidad.

Para su empleo en Ciencia Política es importante cobrar conciencia de las limitaciones operativas del concepto. La principal dificultad estriba en establecer criterios incuestionables para diferenciar al estado de otras instituciones. Aunque en el lenguaje corriente "todos sabemos lo que es", en el lenguaje riguroso de la ciencia no ocurre lo mismo, y las propuestas que se han hecho al respecto no han dado hasta ahora resultados plenamente satisfactorios. Se han hecho, por ejemplo, afirmaciones como las que reseñamos a continuación, acompañándolas de sus correspondientes observaciones críticas:

1. La condición de miembro de algún estado es obligatoria y no renunciable: cabe la objeción del suicidio, que anotaba Weldon; la emigración, que ya mencionaba Hobbes, y los fenómenos contemporáneos de éxodos masivos de población.

2. Sólo se puede ser miembro de un estado: aparte de los casos reconocidos de doble nacionalidad y del peculiar status jurídico de los funcionarios de la O.N.U., se advierte que la integración de federaciones continentales y el auge de los derechos de libre circulación harán cada vez más probables la doble afiliación y hasta la extinción de la nacionalidad.

3. El estado está circunscripto a un territorio determinado: hay estados que no ejercen dominio sobre la totalidad de su territorio, y hay estados cuyo poder e influencia se extienden mucho más allá de sus fronteras.

4. Los estados se dedican al fomento de los intereses generales, no de los intereses particulares: sin embargo, muchas veces su atención, su poder y sus decisiones, nacionales e internacionales, se dedican a atender intereses paticularísimos; los del gran capital, por ejemplo.

5. El estado es una asociación perdurable: es cierto que el estado tiene vocación de perdurabilidad, pero hay países como Francia, por ejemplo, en los que las asociaciones de patronos y de obreros tienen más larga vida que el sistema político en que nacieron. Hay que apelar a la doctrina (jurídicamente válida pero políticamente ficticia) de la sucesión y la continuidad jurídica de los estados para poder sustentar esa afirmación.

6. El estado es una asociación necesaria: se dice que los hombres no pueden vivir fuera de él, pero muchos lo han intentado, por ejemplo, retirándose a lugares aislados donde no llega o llega poco de su influencia, y muchos han sido obligados a integrarse por la fuerza.

7. El estado posee el monopolio del uso legítimo de la fuerza: sin embargo, hay una gran difusión de las doctrinas que justifican el empleo de la fuerza por parte de sectores o intereses postergados u oprimidos.

8. El estado controla a las demás asociaciones y es soberano: no obstante, las minorías disidentes socavan esa soberanía desde el interior; y las superpotencias la limitan desde el exterior.

Pese a esas dificultades, el estado sigue siendo un concepto clave en las teorías políticas. No está "fuera de circulación" si bien ya no tiene el incuestionado predominio que tenía.

Poder: todos los enfoques teóricos reconocen la importancia del concepto de poder. Según Max Weber, el poder se manifiesta "en toda oportunidad, en la relación social, de imponer la propia voluntad, incluso cuando es resistida, sin importar en que se basa tal oportunidad".

El poder tiene muchas formas de manifestación: la influencia, la persuación, la manipulación, y en caso extremo, la pura fuerza. Si se lo asocia positivamente con el concepto de legitimidad, se lo denomina autoridad. Si una o más personas obtienen la obediencia de un grupo para un determinado asunto o para la generalidad de ellos, se lo denomina mando o gobierno.

El poder ha sido objeto de estudios por parte de muchos enfoques teóricos. Cabe mencionar aquí los siguientes: 1. Teorías Psicologistas: En ellas, en general, el afán de poder es visto como un instinto primario humano. Hobbes, por ejemplo, parte de esa base. Nietzsche afirma: "..lo que el hombre quiere...(es)...un excedente de poder...". Adler, influído en esto por Nietzsche, modificó la teoría psicoanalítica de Freud, ubicando el afán de poder por encima de la libido como factor motriz del psiquismo humano.

Estas teorías, en general, no resultan operativas en el campo de la Ciencia Política porque les falta dimensión sociológica. Una excepción es el enfoque individualista de la llamada "politics of ambition", que suele utilizarse en la investigación sobre élites.

Las teorías del poder de orientación psicológica se han utilizado mucho, en cambio, en las llamadas "corrientes de filosofía política irracionalista", así como en las ideologías del social-darwinismo y del fascismo, en el vitalismo de Bergson y en escuelas como el decisionismo y el pragmatismo. Esta última fue incluída por B. Russell entre las filosofías del poder por su tendencia a considerar "verdadero" lo que produce efectos agradables y se efectiviza.

2. Teorías sustanciales del poder: Hobbes en primer lugar, y después de él muchos otros, consideraron al poder como algo francamente material, muy concreto: la suma de los medios y recursos que el estado puede usar para imponer su voluntad a sus propios ciudadanos y para influir sobre los responsables de la política exterior de los demás estados. Un autor como L. Claude por ejemplo, llegó al extremo de restringir el concepto de poder a la capacidad militar, y definirlo en consecuencia como el conjunto de "..los elementos que...contribuyen a la capacidad de forzar, matar y destruír".

En la teoría de las relaciones internacionales, el enfoque del poder aparece como

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