DIFERENCIA ENTRE EL SER HUMANO Y EL CHIMPANCÉ, HAR1

Desde hace muchos años, tanto científicos como médicos se han dado a la tarea de realizar investigaciones genéticas entre distintos animales, tiempo después las empezaron a comparar con la especie humana. Por ejemplo Raquel Barba en su artículo en la revista El mundo es salud describe que “el análisis de estos investigadores mostró que la parte del genoma HAR1 es esencialmente la misma en todos los mamíferos excepto en los humanos”.

Algo que les llamó la atención a uno de los investigadores de la experimentación con estos seres es la diferencia que existe entre los primates y los humanos, la cual se basa en “un pequeño trozo de ADN que ellos llaman Región Acelerada Humana llamada también HAR 1”(Haussler. D, Freeman D ).

Esta diferencia ha cambiado drásticamente desde el último ancestro en común con los chimpancés. Este gen, (HAR1F) está involucrado en la síntesis del ARN.

El ARN de la HAR1 de humanos y chimpancés forma una estructura estable, pero hay significativas diferencias. Estas diferencias pueden tener algo que ver con lo que hace que nuestro cerebro sea distinto del cerebro de los chimpancés.

La HAR1 forma parte de dos genes. Uno de éstos, el HAR1F, es activo en un tipo de células nerviosas, las denominadas neuronas Cajal-Retzius, que aparecen pronto en el desarrollo embrionario (entre la siete y las 19 semanas de embarazo) y juegan un papel crítico en la formación de la estructura de la corteza cerebral humana. Estas neuronas liberan una proteína, llamada "reelin", que guía el crecimiento de las neuronas y la formación de conexiones entre ellas.

Se cree que el gen clave no controla la producción de proteínas específicas, como la mayoría de lo que hacen los genes, sino que juega un papel en la modificación de la función de otros genes, se sugiere que la rápida evolución del cerebro humano puede ser debido al sutil ajuste de la función genética.

Pierre Vanderhaeghen, de la Universidad Libre de Bruselas, fue el primero en reconocer una relación entre este gen y el cerebro. Él utilizó químicos fluorescentes para etiquetar el gen y así diferenciar su actividad dentro de los cerebros de fetos de varias edades. El científico descubrió que el gen está presente en un grupo de neuronas con un trabajo bastante particular. Para Pollard, HAR1 se encarga de la formación de una corteza saludable.

Otras evidencias sugieren, además, que el gen juega un papel fundamental en la producción de esperma. Por otro lado, el gen no codifica ninguna proteína, dato que lo coloca entre el porcentaje genético mayoritario, muchas veces llamado ADN basura, genes que contienen secuencias reguladoras que se encargan de especificar a los demás lo que tienen que hacer.

Glenys Álvarez en su artículo El gen que convirtió al mono en filósofo, cuenta que para Pollard, “ahora, la investigación

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