El Arte Del Diagnóstico

En mi opinión, el artículo del NEJM describe uno de los métodos más estructurados de cómo llegar al diagnóstico de algún padecimiento, con la fórmula de Bayes y un algoritmo complejo, al ocupar probabilidades, pero como todo, debe ser un proceso ordenado, ya que primero hay que ver todas las opciones de diagnóstico, ver las causas de las opciones de diagnóstico, enfocarse en un pivote, descartar opciones, en fin, un proceso largo, preciso en la mayoría de las situaciones.

Siendo el diagnóstico, como tal, la tarea más importante y el reto del quehacer médico –ya que sin un diagnóstico fijo, las opciones más adecuadas y actualizadas de tratamiento y dar un pronóstico se vuelven complicadas, inciertas e incluso frustrantes tanto para el médico, como para el paciente– es importante darle suma importancia, ya que es un trabajo de reflexión, lleno de dudas, de incertidumbre, de frustración y de satisfacción. Cabe resaltar que dudar no significa que “todo esté perdido”, sino que nos hace conscientes de nuestras limitaciones, y de nuestra continua hambre por aprender y mejorar.

Como estudiante, en los diversos ejercicios de casos clínicos, nos imaginamos en la posición de médicos, transportándonos al proceso de cómo llegar al diagnóstico, siendo este momento en que nos sentimos con una enorme responsabilidad –diferente a una situación real – formulando diagnósticos diferenciales, descartando opciones, pidiendo estudios y posible tratamiento. Y claro, muchas veces llega el momento en el que tenemos que decir “no se”, siendo este momento –en mi opinión– una declaración de honestidad, pero no se debe quedar allí, sino dar el paso de investigar y aprender.

El modo como enfocamos un problema determina nuestro éxito o fracaso. Muchas veces nuestro mayor obstáculo no son los problemas en sí, sino el apuro por saltar inmediatamente en busca de soluciones. Nunca hay que precipitarse a solucionar antes de analizar, reinterpretar, reenfocar. Si no nos damos el tiempo para dar con el diagnóstico acertado, ni con la mente más brillante del mundo obtendremos resultados

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