El Consumo De Bebidas En México Y Las Recomendaciones Para Un Consumo más Saludable

La situación de salud en México ha cambiado profundamente en las últimas dos décadas, a tal grado que las preocupaciones alrededor de la desnutrición se encuentran limitadas a grupos de la población específicos; en cambio, la obesidad se ha generalizado a los diversos grupos sociales, regiones y grupos de edad. De acuerdo a la Revista del Consumidor, hoy en día nuestro país es el mayor consumidor de refrescos a nivel mundial, ingiriendo en promedio 164 litros por persona al año.

Hoy en día, el consumo de jugo natural ha sido desplazado en México al consumir refrescos o bebidas con alto aporte energético, de tal manera que es más sencillo encontrar un refresco en cualquiera de las reuniones o fiestas que un vaso con agua o alguna otra bebida. De acuerdo a la información aportada por la licenciada María Villalobos Marín, licenciada en nutrición y ciencias de los alimentos de la universidad Iberoamericana, una lata de refresco está aportando 300Kcal dependiendo del refresco, y los “light” pueden tener de .5 a 3.5Kcal, esto en adición a la vida sedentaria que tenemos actualmente, todo el aporte energético hace que las temidas calorías se conviertan en reserva energética, es decir: grasa corporal.

El doctor Enrique Hong Chong, profesor titular del departamento de farmacología y toxicología del CINVESTAV menciona que Muchos de los refrescos que no tienen sustitutos de azúcar, pueden tener sacarosa, azúcar o fructosa, hace 20 años se inventó que la fructosa se puede sintetizar del maíz, sin embargo la fructosa es desastrosa para la hipertensión arterial; antes se pensaba que la administración crónica de fructosa, después de algún tiempo, daba como resultado hipertensión arterial. En un estudio reciente se ha demostrado que la fructosa en dosis altas, pero aún en dosis únicas puede provocar un aumento de presión arterial y algunas de las características del síndrome metabólico.

Los especialistas de la salud Juan Rivera, Onofre Muñoz, Martín Rosas, Carlos Aguilar, Barry Popkin y Walter Willet, cada uno de ellos importantes médicos en México y Estados Unidos, reunidos por el secretario de Salud de México: Salomón Chertorivski Woldenberg, dieron su opinión sobre las bebidas consumidas en México con el propósito de mejorar el consumo de las mismas en la sociedad mexicana en base a los beneficios y los riesgos a la salud que proporcionan a las personas.

El consumo de bebidas no debe aportar más del 10% de la energía que sea consumida por las personas, dependiendo claro de la persona, su edad, y sexo; sin embargo, esto depende del tipo de bebida que sea ingerida, pues el agua contiene muy poco aporte de energía y un alto nivel de rehidratación a comparación de un refresco, el cual presenta un alto aporte energético y una muy baja rehidratación. Con esto como base, se ha clasificado el consumo de bebidas en 6 clases, en base a las ventajas que presentan.

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