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Estudio Fisico-Quimico Del Suelo


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2011  •  8.243 Palabras (33 Páginas)  •  1.515 Visitas

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Introducción

El suelo, la parte exterior de la corteza terrestre está constituido por una capa de material fragmentario no consolidado; es un sistema complejo que se forma por la interacción continua y simultánea de la materia a partir del cual se origina, del clima, del tipo de vegetación y fauna y de las condiciones particulares del relieve. En México existen 25 de las 30 unidades de suelo reconocidas por la FAO, UNESCO y la ISRIC. Los leptosoles, regosoles y calcisoles son los suelos de más amplia distribución nacional, cubriendo cerca del el 60.7% de la superficie del país, son por lo general suelos someros y con poco desarrollo, lo que dificulta su aprovechamiento agrícola. Los suelos fértiles y más explotados (feozems y vertisoles) ocupan el 18% de la superficie del país

La degradación de la tierra es un conjunto de procesos dinámicos (físicos, químicos y biológicos) que afectan la productividad de los ecosistemas, lo cual puede llegar a ser irreversible y tener consecuencias sociales, económicas, ecológicas y políticas. Esta degradación se relaciona con el uso inadecuado de los recursos agua, suelo, flora y fauna; los dos primeros son la base fundamental para el abastecimiento de alimentos para las plantas, los animales y el hombre (Ortiz et al., 1994).

Julia Carabias, Secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca, informó que el deterioro ambiental producido por el rápido avance de la frontera agrícola, ganadera y urbana, pone en serio

Peligro el mantenimiento de ecosistemas completos de miles de especies de plantas y animales, y que México registra la tasa más alta de deforestación de América Latina; la degradación de suelos asciende a 80% del territorio, otras 600 mil ha se agregan cada año, 10% de las hectáreas de riego para cultivo se han perdido por la alta acumulación de sales, sobre todo a lo largo de 20 zonas prioritarias (Carabias, 1996). El estado actual de la degradación de la tierra indica la situación que presentan los recursos que se están evaluando (agua, suelo, vegetación) y su cambio a través de un período dado y la influencia de las actividades humanas sobre dichos procesos (Estrada et al., 1999).

La erosión es una de las principales causas de la desertificación y constituye uno de los problemas más severos de los recursos renovables de México. Los diversos procesos que propician la degradación de la tierra afectan en distintos grados, que representa 95% del territorio nacional. En estos procesos sobresalen los de erosión eólica e hídrica que afectan 85 y 60%, respectivamente, de la superficie del país, así como el proceso de degradación biológica, el cual afecta 80% del territorio nacional, de acuerdo con la información contenida en el mapa de suelos de la República Mexicana (INEGI, 1993); con el análisis realizado por la Comisión Nacional de Zonas Áridas y la FAO (1996): 70% de los suelos de México presentan menos de 1% de materia orgánica, 30% de la superficie condiciones de salinidad y de sodicidad, y suelos con menos de 50% de saturación de bases en 20% del área.

Esta información al analizarse debe permitir observarla situación integral, ya que un estudio cualquiera de esta problemática por separado, así sea la degradación física de los suelos, el sobrepastoreo, la degradación de la cubierta vegetal, la pérdida de producción agrícola, no presentan un panorama útil por sí solos; y sólo el estudio de la integración de todos los recursos permite que se conozca la situación real.

El suelo y los microorganismos mantienen los sistemas ecológicos, ya que le aportan componentes químicos y minerales (como resultado de la biodegradación); y complejos orgánicos como ácidos húmicos y fúlvicos, enzimas, vitaminas, hormonas y antibióticos; además, albergan una rica reserva genética. Por la gran importancia que representa el suelo para la vida del hombre y de todos los seres vivos, este recurso se debe conservar. Sin embargo, en la actualidad está seriamente amenazado por la práctica de sistemas de producción inadecuados o mal aplicados, que incluso han acelerado los procesos de erosión y desertificación de grandes zonas. De igual forma, la industrialización y urbanización han generado una gran cantidad de desechos que son incorporados al suelo, lo cual ocasiona tanto la reducción de su fertilidad como la modificación de sus procesos naturales.

Por lo anterior, es necesario estudiar las características particulares así como las propiedades físicas y químicas del suelo para determinar su grado de degradación y, consecuentemente, aplicar alguna de las prácticas de remediación y conservación existentes.

Para elegir la práctica adecuada es necesario considerar una serie de procesos y fenómenos fisicoquímicos y microbiológicos que ocurren en el suelo. Por esta razón, la evaluación o determinación de las propiedades físicas, químicas y microbiológicas de un suelo contribuye al seguimiento del proceso de remediación y conservación; además de ser útil para tomar acciones pertinentes en el mejoramiento de dichos procesos.

Los análisis físicos y químicos de suelos se realizan con diferentes objetivos: fertilidad, taxonomía, cartografía, diagnóstico y recuperación, impacto ecológico, (INEGI, 2006).

Antecedentes

El problema de la erosión hídrica del suelo en forma natural data desde hace más de 70 millones de años, el hombre acelera este fenómeno al realizar la agricultura, ganadería, forestaría y también cuando crecen los núcleos de población, con la llegada de los españoles se incrementa aún más. Desde 1910 con base al principio “los gobiernos de la revolución, emanados de nuestro movimiento social, no han tenido solo como meta entregar la tierra la campesino, sino dar a esta también un destino más alto y más humano que el de producir mejor, haciéndola más productiva para el bienestar de todos”. También por esta época se implanta la técnica de conservación de suelos y agua en los terrenos agrícolas a fin de prevenir y controlar el fenómeno de la erosión de este recurso natural, que contribuye el mayor patrimonio del pueblo.

A mediados de la década de los cincuentas, la Dirección General de Conservación de Suelo y Agua, emprende trabajos para prevenir y controlar la erosión como son: terrazas, presas, bancales, subsoleo, barbechos, rastreo, zanjas, plantación de árboles, en 1961 por decreto se crea la Comisión de La Malinche, cuyo objetivo principal era evitar el avance de la destrucción de los recursos naturales principalmente el suelo y proteger de los azolves a la presa Manuel Ávila Camacho. (Valsequillo)

Siendo

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