ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Galileo Galilei Aportes A La Astronomía Moderna


Enviado por   •  26 de Agosto de 2014  •  4.691 Palabras (19 Páginas)  •  416 Visitas

Página 1 de 19

Extracto

Galileo Galilei, nació en Pisa el 15 de febrero de 1564, se le considera como “el padre de la Astronomía moderna” en otros. Perfecciono el telescopio, parte primordial de todos sus descubrimientos y aportaciones a este campo, y que le llevo a confirmar la teoría heliocéntrica expuesta por Copérnico. Pudo observar las montañas y valles de la luna, por lo que pudo demostrar que la superficie lunar no era llana, tal como afirmaban los aristotélicos. Además observar los 4 satélites de Júpiter los llamados “astros médicos” y comprobar que giraban en torno a Júpiter, y no alrededor de la tierra como se creía y se formulaba en la época, que todos los astros giraban alrededor de la tierra.

Confirmó su teoría de que el mundo tras lunar sí que era cambiante, confirmó la existencia de las manchas solares, el sol estaba en continuo cambio, contrario a las ideas aristotélicas. Observar la Vía Láctea y afirmar que era un conjunto de estrellas. Descubrió el anillo de Saturno, pero la aun baja calidad del telescopio, le llevo a creer que eran satélites. Descubrió las fases de Venus y de Marte, solo aceptadas si se daba como ciertas las teorías de Copérnico.

Galileo Galilei Aportes a la Astronomía Moderna

En este trabajo daremos a conocer los principales aportes Galileo Galilei astrónomo y físico italiano desempeño un papel fundamental en el movimiento intelectual que transformo la imagen medieval del universo y sentó las bases la concepción la naturaleza propia de la ciencia moderna. Su teoría cuyo carácter polémico para la época provocó la condena de la iglesia católica, rebatieron las naciones heredadas del Aristotelismo y de la escolástica cristiana. Antes de Galileo no existía la astronomía. Fue él quien aplicó a los cielos los métodos de la ciencia, quien se atrevió a mirar con un anteojo hacia las moradas de los dioses. Así descubrió lo que ningún ser humano había observado antes. El descubrimiento más importante se refiere a los satélites de Júpiter, la fecha histórica para la ciencia es el 7 de enero de 1610 aquel día a primera hora de la noche observo tres estrellas pequeñas y brillantes en las proximidades de júpiter que no había contemplado antes.

Observaciones Lunares

Una de las aportaciones más importantes de Galileo a la astronomía, fueron sus observaciones lunares y sus investigaciones sobre los movimientos de nuestro satélite. De hecho, el interés de Galileo como científico no se centraba en la astronomía, sino en la mecánica y en el movimiento de los cuerpos. Desde el primer momento en el que Galileo contempló la Luna con el telescopio percibió con claridad que su superficie no era lisa y no dudó en señalar la existencia de valles y montañas. Contempló la Luna a lo largo de varios días constatando el movimiento aparente del avance de luces y sombras sobre su superficie, recogiendo todos los datos en “La gaceta sideral”, una de sus grandes obras.

Una de las pruebas que Galileo utilizó para demostrar que la superficie de la Luna no era lisa consistía en que el límite que divide la parte clara y la parte oscura, el llamado terminador, no es uniforme, presentando irregularidades. Otro aspecto que lo demostraba, es la existencia de pequeñas zonas de luz en la superficie lunar aún en sombras lo que delata la existencia de montañas. En cuanto a los cráteres, Galileo percibió claramente, numerosas manchas oscuras en la zona iluminada que tenían una particularidad: sus contornos son muy luminosos y sus sombras van disminuyendo a medida que aumenta la parte luminosa. Galileo comparó esta situación con el orto terrestre. Es conocido por todos, que el Sol al salir por el horizonte primero ilumina las cimas de las montañas y a medida que se va elevando en el cielo va inundando de luz los valles. Otro dato a tener en cuenta de la observación de los cráteres es que la parte oscura de su interior siempre se hallaba orientada hacia el lugar de la irradiación solar.

Pero a Galileo le fascinó también la observación de los mares lunares. Una vez más razonó su naturaleza en base a las observaciones de nuestro propio planeta. Dedujo que las zonas que conformaban las grandes manchas estaban más deprimidas con respecto a las tierras que la bordeaban y constató, evidentemente, que su superficie era más uniforme. En cuanto a su tonalidad, dedujo que al contemplar los mares terrestres, éstos se mostraban más oscuros a la luz del Sol que las zonas emergidas.

Las Manchas Solares

Como ya he señalado anteriormente, las disputas sobre la autoría de un descubrimiento eran habituales en la época de Galileo. Y las manchas solares no escaparon a esta contienda. Hay que tener en cuenta que los telescopios llegaron a muchos científicos casi al mismo tiempo, lo que hizo que comenzara una carrera por realizar nuevos descubrimientos. Galileo no fue una víctima de estas artimañas. Participaba activamente en ellas para ganarse el favor de los monarcas e influir lo máximo posible en sus decisiones científicas para mejorar su estatus y su poción económica, así como para lograr un prestigio, más que merecido según él. Además, para seguir cultivando su ego, hizo que compusieran odas con los descubrimientos que ya se le habían atribuido. Sí que destacaré, en, favor de Galileo, que fue realmente él el creador del compás geométrico, y no otros investigadores tal y como se cuenta en algunos pasajes de la historia de este instrumento.

Pero regresemos al tema de las manchas solares y las disputas que generaron en Europa. Para entender esta historia debemos conocer primero el trabajo de Christopher Scheiner, matemático jesuita que en 1.610 comenzó la construcción de telescopios y fue el primer europeo, según algunas crónicas de la época, que observó las manchas solares. Inicialmente utilizó lentes coloreadas para no dañar su vista, pero a sus oídos llegó el método de proyección ideado por Kepler, siendo el primero en usarlo. En marzo de 1.611 descubrió las manchas solares, pero sus convicciones religiosas le empujaban a creer que el Sol debía ser perfecto e inalterable, por lo que no publicó sus descubrimientos. Sus estudios han llegado hasta nosotros, porque al año siguiente, en 1.612, un amigo suyo publicó sus investigaciones bajo un pseudónimo. A pesar de su miedo a la inquisición, Scheiner siguió estudiando la superficie solar, y dieciséis años después publicó su obra más importante, "Rosa Ursina", en la que describe el plano de rotación de las manchas solares como fruto de la inclinación del eje solar respecto al de la Tierra.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (28.3 Kb)  
Leer 18 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com