Hemorragias

Hemorragia

Hemorragia es el término que se utiliza para designar al fenómeno mediante el cual una persona sufre la salida o pérdida de sangre de manera excesiva. Esta salida o pérdida de sangre se puede dar tanto por dentro como por fuera del organismo

Hemorragia Externa

Se produce cuando, además de romperse el vaso sanguíneo, se corta la piel y la sangre derrama al exterior.

La hemorragia puede ser:

Hemorragia capilar: Es la más frecuente y la menos grave pues los capilares sanguíneos son los vasos más abundantes y que tienen que menos presión de sangre.

Hemorragia venosa: El sangrado procede de alguna vena lesionada y la sangre sale de forma continua pero sin fuerza.

Hemorragia arterial: Es la más grave si no se trata a tiempo, el sangrado procede de alguna arteria lesionada y la sangre sale en forma de chorro intermitente, es de color rojo rutilante

Síntomas

Los síntomas tendrán que ver con la cantidad de sangre que se perdió.

De hecho si es poca sangre la perdida no se presentan síntomas, por el contrario si es una cantidad suficiente de sangre se puede presentar:

• confusión o pérdida de la lucidez mental

• piel fría y humedecida

• vértigo o mareo luego de sufrir la lesión

• descenso de la presión arterial

Medidas a tomar ante una hemorragia externa

Compresión de la zona sangrante

• Colocar gasas o telas

• No retirar las gasas empapadas

• Mantener la compresión hasta su traslado

2. Colocar tumbado boca arriba y elevar la zona sangrante por encima del corazón

3. Comprimir a distancia la arteria sangrante

Hemorragias intersticiales o entre planos

Es la hemorragia a partir de la ruptura de un vaso. No se presenta un orificio de salida, ni hacia dentro o hacia fuera, con lo cual se presentan hematomas o equimosis.

Una hemorragia interna, al no ser exteriorizada es difícil de ser reconocida, por no presentar sangrado.

Hemorragia interna

La hemorragia interna es aquella en que la sangre no fluye al exterior del cuerpo por una lesión visible; generalmente se acumula debajo de la piel o en una cavidad orgánica, siendo este último el caso más grave.

• Traumatismos o golpes en el tórax o abdomen

• Heridas

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