JAIME GARZON

“Una década después de la muerte del humorista, muchas de las cosas de las que hablaba siguen vigentes y hasta se han cumplido”

Jaime Hernando Garzón Forero (24 de octubre de 1960 - 13 de agosto de 1999 en Bogotá) fue un abogado, periodista, humorista y pacifista colombiano. A su trabajo en televisión y radio se sumó su papel como negociador de paz, además de haber ocupado algunos cargos públicos en la alcaldía menor de Sumapaz, localidad 20 del Distrito Capital de Bogotá durante la administración del alcalde mayor Andrés Pastrana Arango (1988 - 1990) y el gobierno presidencial de César Gaviria Trujillo (1990 - 1994).

Su ingreso en los medios de comunicación nacional lo harían un personaje reconocido y el pionero del humor político en la televisión colombiana. Su trayectoria y cercanía a notables personalidades lo pusieron en un punto relevante de los procesos de paz entre los actores armados y en los procesos de liberación de secuestrados en poder de las FARC.

Un personaje que ha dejado huella en un país al que le hace falta comprenderse más a sí mismo, un ser humano relevante que siempre fue consciente de su papel y su compromiso con la sociedad, ése es para mí Jaime Garzón, el colombiano que fue capaz de analizar, criticar y denunciar con un estilo muy propio las estructuras del poder en Colombia, logrando de esta manera que todo aquel que lo escuchara se diera a la tarea de reflexionar y comprender las verdades que escondía aquella particular visión de Colombia. Jaime Garzón es el conferencista y protagonista del video al que en este escrito haré referencia y que después de catorce años de haber sido grabado sigue cobrando vigencia en todos los aspectos y en todas las ideas que allí propone, esto sobre todo por el tipo de público al que va dirigida la conferencia, ya que fue grabada en la corporación universitaria autónoma de occidente, el 14 de febrero de 1997 y dirigida a los estudiantes de la época.

Algo meritorio de resaltar, es la creatividad que tenia Jaime Garzón para comunicar sus ideas, su espontaneidad y sentido del humor, hacían que sus palabras fueran escuchadas con más atención pues a parte de que fueron divertidas siempre hacían reflexionaren en lo más profundo del corazón. Fue asesinado cruelmente cuando solo tenía 38 años de edad por órdenes de Carlos castaño quien era uno de los principales jefes de las FARC, pero no se pudo comprar varias de las acusaciones que indicaban que el DAS desvío las investigaciones sobre el homicidio y que presuntamente José Miguel Narváez, subdirector y asesor del DAS, creaba y difundía propaganda negra sobre la figura de Garzón, tanto en círculos industriales, como altos círculos militares, y secretamente frente a la cúpula da las AUC; Narváez ha sido acusado por varios ex-jefes paramilitares como asesor ideológico de las AUC.

En mi opinión, creo que si Jaime Garzón hubiese estado vivo en los últimos ocho años, se habría convertido en la figura más molesta para el poder unanimista que reina en Colombia, donde con escasas excepciones, el periodismo se dedica a replicar la versión oficial, y a tolerar la campaña de desprestigio emprendida desde el Palacio de Nariño contra todo el que piensa diferente. Garzón jugó un papel fundamental en la búsqueda de la paz. En no pocas oportunidades se montó en un jeep y ascendió a las regiones donde impera el régimen de las FARC para hablar con un comandante y buscar la liberación de alguien conocido, o conocido de un conocido, o apenas de alguien cuyos familiares lo habían buscado porque sabían que Jaime Garzón jamás decía que no. También opinó con frecuencia sobre el proceso de paz, y sus opiniones eran, también con frecuencia, urticantes para sectores radicales. Podía latigar, a la vez, a la guerrilla y al gobierno. Personas así son las que faltamos hoy en día, pero las que somos afortunadas en conocer su historia deberíamos poner en practica sus enseñanzas por que el país es de todos y para todos, la mejor manera de homenajearlo es hacer lo correcto y lo justo cada día de nuestras vidas.

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