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LA CIENCIA TIPICA IDEAL.SOBRE EL JUICIO Y LA NEUTRALIDAD VALORATIVA EN LAS CIENCIAS SOCIALES.


Enviado por   •  31 de Enero de 2013  •  3.484 Palabras (14 Páginas)  •  963 Visitas

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LA CIENCIA TIPICA IDEAL.SOBRE EL JUICIO Y LA NEUTRALIDAD VALORATIVA EN LAS CIENCIAS SOCIALES.

Main Words

Ciencia, Juicio, Poder.

Abstract

La expresión “ciencias sociales” que ha tenido una difusión creciente desde el fin de la segunda Guerra Mundial, designa las disciplinas intelectuales que estudian los diversos aspectos de la realidad humana, considerada esta como una realidad esencialmente social.

Dentro del campo de la ciencia encontramos una gran polémica al distinguir la diferencia entre las ciencias naturales y las ciencias sociales ya que no hay una completa aprobación y fundamentación de su que hacer una con la otra. Y la polémica persiste desde la aparición de ciertas disciplinas como la historia, sociología, pedagogía, psicología, economía, derecho entre otras, ya que para algunos científicos no es valido su estatuto de cientificidad.

En este ensayo encontraremos como en la evolución del tiempo la ciencia, el juicio y el poder se entrelazan uno con el otro donde autores de diversos años concluyen en un mismo fin: LA SOCIEDAD.

“Algunas de las mejores lecciones son aprendidas por errores del pasado.

El error del pasado es la sabiduría del futuro”

Dale Turner.

LA CIENCIA TIPICA IDEAL.SOBRE EL JUICIO Y LA NEUTRALIDAD VALORATIVA EN LAS CIENCIAS SOCIALES.

Cuando tratamos de diferenciar la ciencia de la filosofía o el conocimiento empírico del especulativo, tenemos que hacer un adentro al lenguaje y pensamiento de estos ya que cada uno tienen un lenguaje especial que suelen diferenciarse en su uso lingüístico.

El lenguaje está constituido por palabras y sus significados, de lo que se establece que a cada palabra le corresponden muchos significados, a lo que trae consigo ventajas y desventajas para la comunicación lingüística del hombre pero es evidente que no todos están de acuerdo con el significado que se le atribuyen a las palabras. La pronta solución seria organizar y ordenar el lenguaje según el tipo de significados; cada lenguaje es especial con su propio vocabulario experto en él las palabras asumen su contenido particular lo que equivale a decir que la filosofía y las ciencias son ejemplos del lenguaje especial.

El lenguaje es un gran cosmos de signos provistos de significados. La ventajas consisten en que se puede traspasar los confines de vocabulario y hacer más rico, adaptable y complaciente el saber de cuanto pareciera permitir la terminología, en cambio la desventaja recae en que, con frecuencia no nos entendemos y que al utilizar los mismos vocablos decimos en cierta apariencia lo mismo pero pensamos en esencia otra cosa muy diferente y así como otra desventaja la ambigüedad de ciertas palabras.

En la Analítica Trascendental hablamos de que no podemos sin sensibilidad tener intuición alguna, y que fuera de la intuición no hay otro modo de conocer sino por conceptos, por lo tanto el conocimiento de todo entendimiento en cuanto sea humano es un conocimiento por conceptos, esté no intuitivo sino discursivo, ya que las intuiciones es igual a hablar de afecciones y para los conceptos lo son las funciones; para tener un pensar intuitivo es como reducirse a una forma de pensar puramente conclusiva.

Desde el punto de vista del conocimiento científico, en cuanto hablamos de la intuición podemos citar a Arquímedes cuando exclama:

“lo encontré”; cuando una especie de iluminación súbita viene a resolver de un golpe nuestra perplejidad cognoscitiva, nos parece que hubiéramos experimentado un pensamiento “puro”, un pensamiento intuitivo que no es el pensar discursivo. Pero debemos estar alertas para no confundir el acto del pensar reducido a un punto, es decir un “acto instantáneo” separado por la abstracción de un contexto complejo, con la actuación del pensar. Es muy difícil establecer si el relámpago intuitivo, la iluminación instantánea, tenia o no su autosuficiencia extralingüística. Precisamente por su propia instantaneidad, ella se vuelve como tal inalcanzable.

Ante esta problemática Weber explica, la ciencia empírica en su grado de subjetividad distinguiendo el conocimiento histórico entre un conocimiento empírico y un conocimiento especulativo; ya que en el caso de las ciencias sociales el conocimiento formalmente conocido y empleado es el empírico este se entiende por algo que ha surgido de la experiencia directa con las cosas a través de los sentidos y la experiencia no es lo mismo a experimento, en cambio en el conocimiento especulativo busca la razón de ser última de las cosas atendiendo a la esencia de estas y procurando una experiencia conclusiva del mundo.

La filosofía recurre también a la ciencia para determinar la posibilidad, los principios y su extensión de todo conocimiento “a priori”; se dice que todo conocimiento comienza con la experiencia pero no todo se origina con la misma.

Los valores son determinados puntos de vista con el que se observa una determinada parte de la realidad. Las ciencias se construyen a partir de posturas que tienen un significado obviamente valorativo, como los fetichismos. La crítica de la razón pura de Kant sostiene que: “todo nuestro conocimiento comienza con la experiencia”.

“La experiencia es sin duda el primer producto que elabora nuestro entendimiento, con la materia bruta de las percepciones sensibles. Precisamente por eso es la primera enseñanza y, en el progreso, se muestra tan inagotable en nuevas enseñanzas, que la encadenada vida de todas las futuras producciones de nuevos conocimientos, que puedan juntarse en ese suelo, no tendrá nunca falta. Sin embargo no es ni con mucho el único campo en donde se deja limitar nuestro entendimiento. Nos dice, es cierto, lo que existe, pero no que ello tiene necesariamente que ser así y no de otro modo. Precisamente por eso no nos da verdadera universalidad y la razón, tan deseosa de esa especie de conocimientos, se ve más excitada que satisfecha por ella. Ahora bien, esos conocimientos universales que tienen al mismo tiempo el carácter de interior necesidad, han de ser independientes de la experiencia, claros y ciertos por sí mismos; por eso se les llama conocimientos a priori. Por el contrario lo que sólo de la experiencia está tomado, es conocido, como se dice, solo a posteriori o empíricamente.”

De esta manera hay una completa separación entre los dos tipos de ciencia ya que desde el primer punto de vista hay una gran diferencia en su construcción y conclusión de estas por

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