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Enviado por   •  4 de Diciembre de 2013  •  986 Palabras (4 Páginas)  •  253 Visitas

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EL CENTRALISMO EN EL GOBIERNO DEL SIGLO XX

Consideraremos el centralismo como un régimen político y económico en el cual se produce una jerarquización del territorio y de sus autoridades, y donde es dicha jerarquización la que da forma y articula al país. En estos países hay entonces un lugar «central», a partir del cual se irradia la nación (o al menos así se lo considera): la cultura y los valores que la encarnan, incluyendo el idioma y la religión, y espacios «periféricos», más bien pasivos, donde si bien existe una cultura propia y eventualmente distinta a la irradiada desde el lugar central, ella se ve subordinada a esta última, ya sea por decisión propia o impuesta. Normalmente, el espacio central está más densamente poblado y/o goza de ventajas comparativas para relacionarse con el resto del mundo o con otros centros, de los que puede obtener recursos económicos o políticos que refuerzan su liderazgo.

En la actualidad, los problemas de relación entre el gobierno central y los gobiernos subnacionales (regionales y municipales) se mantienen vigentes. Si bien la Ley de Bases de Descentralización (LBD) define las competencias exclusivas de cada ámbito de gobierno, las competencias compartidas y sus atribuciones se dejan imprecisas, dando forma a un confuso mapa de competencias entre los ámbitos de gobierno, que deviene en conflictos intergubernamentales.

Las transferencias realizadas desde el gobierno central a los gobiernos locales dejan de lado un mapa general de las competencias y sus vínculos indispensables con los recursos. Este sistema fragmenta las políticas y competencias en funciones separadas e independientes desligando la competencia del recurso. Además, este modelo de transferencias obliga al gobierno subnacional a repetir para cada uno de ellos todo el ciclo de acreditación exigido, y a implementar modelos de gestión que no les corresponde ni son los adecuados, pues han sido construidos para el nivel nacional.

El Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP) completa este debilitamiento, organizado de manera centralista. Ya constituye una distorsión grave que el organismo de planeamiento del Estado no sea un ministerio o una entidad nacional de planeamiento, sino que sea el MEF el que a través de sus dependencias establezca los planes multianuales a los que se sujetan todos los organismos y dependencias locales. De esta forma, el planeamiento y la elaboración de políticas transversales no se plantean desde los objetivos de desarrollo nacional y sus territorios, sino desde la administración fiscal de los recursos. De esta forma, el SNIP es la herramienta que permite que sea el cobierno central, a través del MEF, el que decida, ya no solo la inversión del gobierno nacional, sino también la inversión significativa de gobiernos subnacionales (regionales y municipales).

El mundo vive un intenso proceso de urbanización, expresión de la nueva era técnico-informacional global. El Perú no es ajeno a este proceso. La población rural constituía 70% en 1940. Se redujo a 30% en 1993, mientras la población urbana aumentaba a 70%. En el año 2007 la población urbana alcanzó el 75.9% y la rural el 24.1%. Se proyecta para el 2015 un 80% de población urbana y 20% rural. Hay 19 departamentos con población mayoritariamente urbana (todos los de la costa, la mayoría de los de

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