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PSICOLOGÍA Y POBREZA: ¿HAY ALGO PSICOLÓGICO EN LA POBREZA O ES LA POBREZA ALGO PSICOLÓGICO?


Enviado por   •  25 de Mayo de 2012  •  3.631 Palabras (15 Páginas)  •  719 Visitas

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INTRODUCCIÓN

Los países de Latinoamérica están considerados en vías de desarrollo, presentando características económicas, sociales y culturales que influyen de forma negativa en el desarrollo integral de sus habitantes. En el Perú el 54% de la población enfrenta el obstáculo de la pobreza, siendo un 15% los que viven en extrema pobreza.

Una ciencia como la Psicología, la cual se rige bajo diferentes enfoques teóricos y áreas de aplicación, puede aportar información valiosa para el estudio de un fenómeno económico como es la pobreza, considerando que las conductas económicas son, ante todo, conductas sociales (Quintanilla, 1997) y que se considera los procesos económicos como manifestaciones de la conducta humana (Katona, 1965). A partir de esto surgen interrogantes como ¿Qué entendemos por pobreza?, ¿Qué se sabe de la pobreza desde una perspectiva psicológica?, ¿Qué nos dice la psicología social acerca de la pobreza?, ¿La pobreza influye en la práctica clínica?, ¿Influye la pobreza en la educación?, ¿Existe una cultura de la pobreza? Y, finalmente, ¿Puede la psicología brindar aportes para el desarrollo económico de una comunidad, sociedad o nación?

¿QUÉ ENTENDEMOS POR POBREZA?

Al hablar de pobreza se suele pensar en falta de dinero, carencia de servicios básicos, problemas de vivienda, grupos marginales, violencia e inseguridad, entre otros. Este tema recobra vigencia a partir de los cambios sociales vividos en latinoamérica durante la última década, surgiendo la necesidad de no verla simplemente desde el sentido común, sino desde la perspectiva de las ciencias sociales y humanas, a fin de fijar posiciones en lo conceptual.

La pobreza es un fenómeno sobre el cual existe gran cantidad de definiciones, entre las que encontramos las siguientes:

• “Una situación social que se caracteriza por la privación que tienen aquellos de algo necesario, deseado o de reconocido valor” (Valentine, 1970; citado en Acevedo, 1996)

• “Nivel de ingresos por debajo del cual es imposible obtener una alimentación adecuada desde el punto de vista de la nutrición y satisfacer las necesidades básicas no alimentarias” (UNICEF, 1992; citado en Tessier, 1994)

• “Carencia de bienes materiales considerados necesarios para el sustento de la vida, o también, la posesión muy temporal de ellos, en extremada escasez” (Alarcón, 1979)

• “Situación socioeconómica deprivada, que se aplica a los grupos que se encuentran en la base de la pirámide de las sociedades estratificadas por clases sociales” (Alarcón, 1986)

• “La pobreza es un concepto evaluativo, basado en expectativas sociales y en las oportunidades que cada cultura da a sus miembros (…) Las personas pobres de Estados Unidos probablemente serían en Uganda ciudadanos de clase media” (Ardila, 1979)

• “La pobreza es fundamentalmente carencia de bienes materiales, pero también algo más que eso. Se trata de un problema socioeconómico, pero a la vez psicológico” (Ardila, 1979)

A partir de lo revisado podemos entender a la pobreza como una situación social en la cual existen carencias económicas, en un tiempo y espacio determinados, que afectan el desarrollo integral del ser humano. Este concepto puede ser útil al estudiar personas, familias, grupos y comunidades.

La relatividad de lo considerado culturalmente valioso tiene doble implicación, por un lado, construye estándares de vida deseables en función a la creación y satisfacción de necesidades, y por otro, a la construcción de sentimientos de inclusión social (Alarcón, 1986). La pobreza puede ser: (a) crónica: cuando resulta imposible romper su círculo vicioso, y (b) temporal: provocada por un retroceso momentáneo, que es posible superar. (Ardila, 1979)

¿QUÉ SE SABE DE LA POBREZA DESDE UNA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA?

Desde sus inicios la psicología se ha preocupado por los problemas sociales en la medida que influyen en el desarrollo humano. Al nacer una persona lo hace en un medio social que le brinda experiencias tempranas, comunes a su grupo de pertenencia, las cuales van a depender de las prácticas de socialización y crianza. Este aprendizaje social va a influir durante todo el proceso evolutivo de la persona, incluyendo la configuración de su personalidad.

En la literatura revisada se encuentra que las personas al desarrollarse en condiciones de pobreza, en un gran número, presentan características de personalidad como las siguientes:

• Lenguaje: Su lenguaje verbal se caracteriza por ser limitado, simple y directo; influido por modismos y jergas, siendo muchos términos indescifrables por otros grupos sociales; en cuanto al lenguaje no verbal, se encuentra que es amplio, complejo y simbólico, es común que al hablar muevan los brazos, hagan mímicas y acompañen los gestos con entonaciones de voz. (Alarcón, 1986; Ardila, 1979)

• Dimensión temporal: Su orientación en el tiempo está dirigida, en gran proporción, sólo al presente, dejando al pasado y futuro de lado por influencia de experiencias frustrantes y dolorosas; también se encuentra que no desean planear el futuro por la incertidumbre que les genera. Se puede plantear que esta característica se relaciona mucho con su socialización ya que se sabe que el nivel específico de aspiración de una persona puede estar relacionado con los antecedentes sociales y familiares, las normas sociales de grupos de referencia, las realizaciones anteriores, la situación económica actual y otras variables ambientales. (Strumpel, 1979)

• Locus de control: “Mientras que los participantes de otras culturas creen poder controlar su destino mediante el esfuerzo y habilidad (factores internos), los pobres creen que los factores externos los controlan; es decir, los pobres no creen poder controlar su destino”. (Ardila, 1979; p. 408). Si el medio se juzga como desfavorable o amenazador, la expectativa de éxito al realizar las propias metas y aspiraciones disminuye, tanto en la adquisición como en la asignación del ingreso (Strumpel, 1979)

• Actitud fatalista: Supone que la vida y sucesos de un individuo están determinados ineludiblemente por el destino, siendo imposible cambiar el curso de los acontecimientos. Es utilizado como un mecanismo de ajuste, cumple una función defensiva y enerva el sentimiento de fracaso. (Alarcón 1986)

• Rasgos depresivos: La organización social, la experiencia personal y las consecuencias de emociones, conductas

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