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Parasitos Intestinales


Enviado por   •  10 de Octubre de 2014  •  1.381 Palabras (6 Páginas)  •  273 Visitas

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Parásitos intestinales

Martes 21 de enero del 2014, 02:27 pm, última actualización.

Grupo de animales que viven a expensas de seres vivos, en cuyo aparato digestivo se alojan y con el que compite por el consumo de las sustancias alimenticias que ingiere el huésped. Su tamaño va desde ser diminuto (y sólo es posible verlos a través del microscopio), o medir desde centímetros hasta metros. Su presencia en el organismo humano está directamente relacionada con la falta de higiene, tanto personal como al preparar alimentos y las condiciones del lugar donde se consumen. Existen muchos parásitos causantes de afecciones en el ser humano, pudiendo agrupar a los más comunes en:

1. Protozoarios o microscópicos

Entamoeba histolytica. Popularmente conocida como amebas, no pueden verse a simple vista y se transmiten mediante consumo de agua y alimentos contaminados con excremento de una persona infectada. En su fase activa (trofozoítos) viven en intestino grueso, y tienen la capacidad de invadir y lesionar capas internas de la mucosa intestinal produciendo úlcera o perforación. Están provistas de poderoso grupo de enzimas que les permite abrirse paso entre tejidos, lo cual les permite llegar a otros órganos, como hígado, pulmón y cerebro.

Giardia lamblia. Al igual que las amebas, es un parásito microscópico que vive en el intestino delgado y es una causa frecuente de diarrea, especialmente en niños. Producen la infección denominada giardiasis, la cual es generalmente asintomática, es decir, puede pasar desapercibida y sólo ocasionar trastornos intestinales temporales; sin embargo, también puede presentarse de forma aguda y causar diarrea, vómito, flatulencia y distensión abdominal, y cuando es muy grave puede interferir en el crecimiento de niños debido a que genera deficiente absorción de nutrientes. Se transmite mediante consumo de agua y alimentos contaminados con materia fecal de un enfermo.

Criptosporidium. Causa de diarrea en todos los grupos de edades a nivel mundial, aunque su mayor impacto ha sido entre los individuos con sistemas inmunes debilitados, como las personas que sufren de sida y los receptores de transplantes, debido a que en estos individuos, la infección diarreica no sólo es molesta, sino que puede llevar a desgaste grave y desnutrición. El principal factor de riesgo para la adquisición de esta infección es la ingesta de productos contaminados con heces fecales y las poblaciones con mayor riesgo son los niños, los cuidadores de animales, los contactos cercanos de individuos infectados y los hombres que sostienen relaciones sexuales con otro hombre.

2. Metazoarios o helmintos ("gusanos"):

Ancylostoma duodenale. Parásito conocido como anquilostoma y se nutre de la sangre del huésped, adhiriéndose a las paredes del intestino. Se encuentra en los suelos húmedos y entra al organismo generalmente por la piel de los pies descalzos, se dirige por la sangre al el tracto digestivo donde se desarrolla y multiplica (la hembra adulta pone miles de huevos que salen con las materias fecales y contaminan el ambiente). En los niños, los anquilostomas producen retraso en el crecimiento y en las facultades mentales, pero muy raras veces produce la muerte.

Ascaris lumbricoides. Lombrices grandes y redondas (miden de 20 a 35 centímetros de largo) de color blanco o rosado, son visibles en excremento, habitan el intestino delgado y se alimentan de comida semidigerida por el huésped y, algunas veces, de células intestinales. Un gusano hembra tiene capacidad de producir 26 millones de huevecillos y en promedio pone 200 mil diarios, los cuales sólo pueden verse a través de un microscopio.

Enterobius vermicularis. Se trata de gusanos finos conocidos popularmente como oxiuros, los cuales miden de medio a un centímetro de longitud. Se desarrollan en intestino grueso y durante la noche, cuando las personas infectadas están dormidas, la hembra deposita sus huevecillos en el ano o genitales. Desde ahí, se propagan a la ropa de cama, además de que pueden ser transportados por las manos del enfermo (cuando se rasca) a alimentos y objetos personales. Ocasiona comezón, rechinido de dientes, dolor abdominal, insomnio y mal humor; es más común que este tipo de infección se presente en niños.

Taenia solium. Mejor conocida como tenia o solitaria, es una lombriz plana que se adhiere al intestino delgado a través de ventosas ubicadas en su cabeza, mide aproximadamente tres metros y puede vivir hasta 25 años. A los dos meses de haber infestado el intestino se desarrolla y libera 300 mil huevecillos diarios. En su estado de larva (cisticerco) es posible que se dirija hacia el cerebro, afección denominada neurocisticercosis que puede causar la muerte. La forma de transmisión es mediante el consumo de carne de cerdo con cisticercos mal cocida.

Trichuris trichura. Gusano delgado conocido como tricocéfalo, vive en intestino grueso y mide de 3 a 5 centímetros. Uno de sus extremos se clava en la mucosa del intestino destruyéndola, lo que ocasiona dolor y numerosas evacuaciones de diarrea con sangre. El esfuerzo de tantas deposiciones provoca la salida del recto a través de la región anal.

Causas

• Consumo de agua y alimentos contaminados con materia fecal infestada de huevecillos o quistes de parásitos.

• No lavarse las manos antes de comer ni después de ir al baño.

• Comer carne de cerdo mal cocida.

• Caminar descalzo.

• En el caso de los oxiuros, se propagan a la ropa de cama y el paciente al rascarse la región anal los retiene en uñas, por lo que se facilita la contaminación de alimentos y objetos de uso diario.

• Los niños suelen llevar todo tipo de objetos a la boca, y ocasionalmente comen tierra.

• Si una persona tiene parásitos, lo más probable es que otros miembros de su familia se contagien.

Síntomas

• La amibiasis se manifiesta con debilidad, dolor de cabeza, cólicos abdominales y diarrea con moco y sangre (puede tenerse más de 10 evacuaciones al día).

• Infección por ascaris produce fuerte dolor abdominal, debilidad, secreción de baba por las noches, rechinido de dientes, inflamación de estómago, comezón corporal y evacuaciones líquidas con moco, sangre y lombrices.

• La infestación por giardia se presenta con diarrea amarilla, espumosa y de muy mal olor, además, hay vómito, intenso dolor de estómago, flatulencia e inflamación abdominal.

• Cuando una persona es afectada por tenia sufre de diarrea (en la que pueden verse fragmentos de la lombriz), palidez, debilidad y falta de apetito.

• Si se tiene infección por anquilostomas hay diarrea, palidez, anemia y tos seca.

• El tricocéfalo causa diarrea con sangre acompañada de lombrices, palidez y debilidad.

• La infección por oxiuros se manifiesta con diarrea, dolor abdominal, inapetencia, cambios de conducta, insomnio, comezón en ano, irritación vulvar, flujo vaginal, anemia y, en niños, detención del crecimiento.

Diagnóstico

• Se basa en los síntomas antes citados.

• El médico manda a analizar muestras de excremento para identificar al parásito causante de la afección, siendo el más común el llamado coprocultivo. Se “siembran” pequeñas muestras de excremento (entre 1 y 2 gramos) en medios de cultivo especiales con la finalidad de establecer tipo y características de los microorganismos y saber a que medicamento son sensibles para su eliminación.

Prevención

• No consumir agua ni alimentos contaminados, debe evitarse comer aquellos que se preparan al aire libre.

• Hervir o clorar el agua, o bien, preferir la embotellada.

• Lavar y desinfectar frutas y verduras.

• Cocer o freír bien los alimentos, especialmente la carne de cerdo.

• Preparar los alimentos sobre superficies limpias.

• Lavarse las manos antes de comer y preparar alimentos y después de ir al baño o cambiar el pañal a un bebé. Las uñas deben asearse minuciosamente.

• Cuando una persona tiene infección por parásitos nunca debe preparar ni servir alimentos.

• No caminar descalzo.

• Vigilar que los niños no coman tierra.

• Lavar la ropa de cama e interior con agua caliente.

• Mantener el sanitario limpio y desinfectado.

• Debido a que el contagio es relativamente fácil, es recomendable tomar un antihelmíntico de venta libre cada 3 ó 4 meses.

Tratamiento

• Para combatir a los protozoarios suelen recomendarse medicamentos como secnidazol, tinidazol, metronidazol y diodohidroxiquinolina.

• Los metazoarios requieren diversos antihelmínticos de amplio espectro efectivos, como albendazol, mebendazol y pirantel, que permiten eliminar diferentes variedades de parásitos con pocas dosis.

• Si hay dolor de cabeza es recomendable controlarlo con un analgésico.

• El malestar estomacal puede disminuir al tomar infusiones de hierbas.

• Para que la recuperación sea más rápida es conveniente seguir una dieta balanceada, que puede apoyarse con multivitamínicos y complementos alimenticios.

• En caso de que la infección sea causada por amibas o sea muy severa, se requerirá de tratamiento especial que sólo el gastroenterólogo puede prescribir.

• En muchas ocasiones los síntomas se deben a una infección mixta, bacteriana y parasitaria, por lo que se requerirá tratamiento antiparasitario y antibiótico conjunto.

Consulte a su médico.

Matazoario: Ascariasis lumbricoides

Protozoario: Entamoeba histolytica

Metazoario: Ancylostoma duodenale

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