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Talleres Mecanicos


Enviado por   •  26 de Abril de 2012  •  1.431 Palabras (6 Páginas)  •  969 Visitas

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Esperando mi muerte

Hoy a las cuatro empezó a llover, yo estaba sentaod en la oscuridad como un fantasma inmóvil, mirando el aptio esperando la muerte.

A las cinco la lluvia ya era mas fuerte y el ruido sobre las chapas no cesaba, las gotas golpeaban como un loco galope en el cual el jinete del desengaño se llevaba sin mi permiso el cadáver de mi alma, y miro hacia el portion, la muerte aun no llegaba.

A las seis la lluvia no aflojaba, yo sin dormir con los ojos inyectados en sangre, sin alma, sin ganas, sin sueños ya sin esperanzas.

¿llegara mi muerte esta mañana?

A las siete la lluvia seguía igual, el patio se había inundado, las perras buscaban un lugar donde echarse. Intente perdonarte en mi silencio pero no pude, la vergüenza, el dolor, y el desengaño se peleaban dentro mio y usaban como un ring de pelea el hueco que alguna vez ocupo mi alma.

Se hicieron las ocho la lluvia ni siquiera disminuía su cauda, fue entonces cuando un dolor enorme dentro de mi, me hizo mover pro primera vez la cabeza y vi a la muerte como te llevaba, yo te había matado dentro de mi.

A las nueve aunque la lluvia era mas fuerte, me levante y Sali hasta el porton despedi la carroza fúnebre que partió con tus restos y entonces huérfano de alma juro que senti tristeza, la lluvia se mezclaba con mis lagrimas, levante mis mano en señal de despedida y acongojado te dije adiós.

Se hicieron las diez y la lluvia un poco aflojo, fui al baño y me seque después me dirigi a la cocina, me prepare un jarro de te, me volvi a sentar en el mismo lugar, tu estaras retozando en tu cielo, en tu gloria, revolcándote llena de alegría, anda a saber en que sababnas, pero vacia, sin amor, usada y descartada como una cosa mas (pero contenta, no feliz).

Se hicieron las once y la lluvia ya es la mitad de lo que era pero igual seguía, igual mojaba. Yo también quiero retozar en mi propio cielo donde alguien quiera jugar a pasar su vida conmigo, un cielo donde alguien me ame, un cielo sin sabanas ajenas, un cielo con el perfume de mi casa…y mi muerte aun no llegaba.

A las doce yo ya cansado me había encerrado en mi habitación con los ojos doloridos de tanto llorarte, te confieso que dentro de mi te había matado y enterrado, ya todo me sabe a nada, ya nada me da lo mismo, y mi muerte no llagaba.

Quizás con suerte mi muerte llegue mañana.

Alejandro Mauricio viera

Cuando

Cuando mi alma despojada de ilusiones y sueño este, esa noche….yo moriré.

En el total silencio se acallaran todas las voces…………pero yo te escuhcare.

Y aunque nadie te quiera……te querrre.

Cuando ya no escuches nada…..te hablare.

Cuando sientas mucho frio……….te abrigare.

Cuadno estes muy sola………….ahi estare.

Cuadno vweas a tu mundo destruido en el apocalipsis de tu vida sin que tu lo sepas………..yo lo reconstruiré.

Cuadno entiedas el amor……………..ya no estare.

Cuadno grites con el alma………………….te escuchare.

Cuando se rompà tu corazón…………..lo remendare.

Cuadno todos te odien…………………te amare.

Cuando pase todo eso aunque yo ya esrte muerto, me veras volver en el perfume de las flores mas chiquitas………ahí estare.

Cuadno veas el rocio iluminado por la luz de las estrellas en los petalos de rosa…………………….ahi renaceré.

Por ti mi amor…………..yo siempre volveré.

Alejandro viera

Duchándome

Pasaste por mi vida como han pasado tantas, muchas veces dije te amo y otras tantas te quiero.

Aunque siempre supe la verdad y la mentira, igual las ame a todas, como lo hice contigo.

Como siemrpe pasa, a vos también te vi partior de mi lado y otra vez hice lo mismo, busque en otra barrer lo mas rápido posible tus huellas que dejaste en mi corazón.Sali con otra para olvidarte, comprarte, matarete y en un cuarto de hotel la tuve desnuda, ghermosa e inmaculada totalmente entregada.

Recorri palmo a palmo su cuerpo, mis manos y mi boca no dejaron un loso lugar sin descubrir.

Le dije al oído palabras que toda mujer necesita escuchar, le robe su miel, su néctar, su savia y una y otra vez, hasta dejarla seca como a una rosa sin agua, ciomo un jazmin sin perfume, ella sin fuerzas, qeudo en esa cama con la mirada perdida en al ventana que asomaba kla luz del amanecer, después de horas tan largas, yo en la ducha te pensaba, lave mi cueroi lento y te pensaba, frote mi piel con mucho jabon con fuerza, enjuague mi

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