El absolutismo ilustrado

El absolutismo ilustrado

A raíz de las ideas modernizadas difundidas por la ilustración, en la clase gobernante española se aceptó la idea de promover el bienestar del pueblo. En consecuencia, se hicieron reformas para conseguir este propósito; entre ella estaban la de extender la educación por medio de la divulgación de la ciencia y la modernización de la producción.

La dinastía Borbón se impuso como tarea recuperar el poder que el imperio había tenido en el siglo xvi y, para ello, participo en numerosas guerras y emprendió reformas administrativas y económicas. Aunque en estos ámbitos se reflejaron las ideas de la ilustración (por ejemplo, la administración del imperio sobre bases racionales).

Con el fin de proveer a la Nueva España de instituciones científicas y educativas que contribuyeran a los distintos sectores productivos del reino se fundaron el Colegio de Minería, El jardín Botánico, la Academia de San Carlos y la Academia de Cirugía.

Las reformas políticas y económicas

Con el arribo de la casa Borbón a la corona española se implementó una serie de reformas en todo el imperio. Debido al nombre de la familia reinante, estas reformas han sido conocidas como las reformas borbónicas. En el territorio de la Nueva España se implantaron bajo el reinado de Carlos III y la visita de José de Gálvez.

Las reformas se encaminaron a transformar el régimen político implantado por los Habsburgo. En esa medida, a partir de la década de 1760 se dictaron medidas con relación al papel de la iglesia. No olvidemos que el clero regular era una corporación muy poderosa por su fuerza moral, riqueza y por las funciones políticas que desempeñaba. La iglesia colonial resintió el embate de las ideas de los funcionarios ilustrados cuando se prohibió la fundación de nuevos conventos en América.

Una innovación importante de las reformas fue la creación del sistema de intendencias, cuyo propósito fue reorganizar el aparato administrativo del virreinato, dotándolo de un cuerpo de funcionarios profesionales dependientes directamente del monarca.

En 1786 se crearon las doce intendencias en que se dividió la Nueva España: Durango, Guadalajara, Guanajuato, México, Oaxaca, puebla, San Luis Potosí, sonora, Michoacán, Veracruz, Yucatán y zacatecas.

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